Cambio de hora marzo o cambio de hora octubre: ¿Cuál afecta más?

Los datos y la ciencia apuntan a que uno de los dos es más afín a nuestro reloj interno. Te contamos cuál.

Redacción

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En España, el cambio de horario siempre abre debates cuando se realiza. Entre la población, los hay más partidarios del cambio que se hace en octubre, en el que el reloj se retrasa una hora. Pero, al mismo tiempo, los hay que conviven mejor con el que se hace de marzo, en el que se adelanta.

Uno de los factores por los que más se discute es por la energía y el ahorro. Pero otro punto fundamental de este tema es el del descanso. Desde el punto de vista de salud, y en especial, de todo lo que rodea al sueño, muchos se preguntan cuál de los dos cambios de hora es «peor» y cuál es «mejor«. Es decir, cuál resulta menos natural para el cuerpo humano.

Es por esta razón por la que merece la pena analizar y comentar desde el punto de vista médico de la mano de María Robles, médico psiquiatra especializada en trastornos de sueño, cuál es el cambio de hora menos agresivo en cuanto al descanso y las horas de sueño.

Desde su cuenta de Instagram, la doctora Robles ofrece consejos fáciles y útiles para mejorar la calidad del sueño.

La luz solar y el descanso, íntimamente relacionados

Para comprender cómo nos afecta el cambio de hora, ese necesario explicar la relación entre nuestro descanso y la luz solar. Según la doctora Robles, «a lo largo del día y de los días y estaciones del año, la luz solar cambia y nuestra exposición a ella también. Es importante levantarse y acostarse cuando haya poca luz solar.»

La razón de esto es porque, al hacerlo así, «ayuda a que nuestro reloj interno vaya ajustado. El problema del cambio de hora de invierno a verano es que, ya cuando nos despertamos (o la gran mayoría) hay luz del sol. No sólo eso, también nos acostamos cuando todavía es de día. Especialmente en los días previos y en el mismo día del solsticio de verano

Robles detalla, además, que «esto hace que nos vayamos a la cama más tarde y que nos levantemos por la mañana más tarde también. Este «descontrol horario«, en el que no se duerme tanto entre semana, se suele compensar durante el fin de semana, cuando se duerme más. Lejos de ayudar, esto favorece aún más el desorden en el descanso y en las horas de sueño. Como consecuencia, suelen originarse trastornos de sueño.»

En general «estos cambios afectan a todos, pero hay algunos grupos poblacionales que son más propensos a sufrirlos de manera más acusada. Por ejemplo, los niños y personas de avanzada edad. Los síntomas más comunes son somnolencia, fatiga, insomnio, falta de concentración, irritabilidad… En personas que gocen de buena calidad y rutina de sueño, lo normal es que 5-6 días consigan adaptarse.»

Sin embargo, «para aquellos que ya previamente contaban con desajustes en sus horarios de sueño el proceso de adaptación será más largo.»

cambio de hora
Fuente imagen: Pexels

Cambio de hora de verano o de invierno ¿Cuál nos sienta mejor?

María Robles lo explica de manera clara y basado en lo que dicen los estudios y la ciencia: «para el ser humano, es más fácil adaptarse al cambio de hora de invierno, por tener más sincronía el anochecer y el amanecer con nuestros horarios del día a día.»

Es decir, «en general nos levantamos con los primeros rayos del sol. La evidencia científica establece que, en España, desde el punto de vista del descanso y del sueño, lo mejor sería mantener durante todo el año el horario de invierno. Es decir, el que atrasa la hora y se establece en el mes de octubre.»

De esta manera, «las horas de exposición solar coincidirían con las horas de más actividad, entre las 08:00 y las 17:00. Esto sería beneficioso para salud y la productividad. Y es que, a largo plazo, se podrían evitar enfermedades cardiovasculares o problemas de salud mental como la depresión.»

Consejos para dormir mejor con los cambios de hora

Antes de ofrecer consejos, merece la pena explicar la razón por la que se hacen los cambios de hora durante los fines de semana y en la jornada del sábado. Según Robles, «se organiza así para tener un margen de 24 horas para poder adaptarse a esta variación de horario.» Es decir, es un margen de adaptación.

Lo mejor (en la medida de lo posible) para adaptarse al cambio de hora «es ir adaptando toda nuestra rutina a una hora antes. Esto incluye la hora de irse a la cama, la hora de las comidas o la hora de hacer deporte. Y es que todo se desregula.»

La doctora también aclara que «el ser constantes en la hora de irse a la cama también ayuda. No sólo eso, practicar deporte antes de las 19:00 también es recomendable, por la cantidad de endorfina que se libera. Esto hace que las personas se «exciten» y que conciliar el sueño se les haga más pesado.»

También «habría que evitar ingerir bebidas excitantes como café, alcohol o refrescos después de la hora de comer. Otro factor importante es no utilizar pantallas con luz blanca un par de horas antes de irse a dormir, para que la producción de melatonina sea la correcta y no se vea afectada.»