La digitalización de los sistemas energéticos urbanos en Europa

La digitalización de los sistemas energéticos urbanos puede mejorar la habitabilidad de las ciudades y luchar contra el cambio climático.

María José Montesinos

María José Montesinos

La digitalización y las redes de datos aplicadas a la energía pueden mejorar la habitabilidad de las ciudades. Es lo que defiende la Agencia Ejecutiva Europea de Clima, Infraestructuras y Medio Ambiente (IEA) basándose en los datos de su informe ‘Digitalización de los sistemas energéticos urbanos’.

Sistemas inteligentes al servicio del ciudadano

El estudio de la agencia europea muestra los proyectos del programa Horizonte 2030 que se apoyan en las nuevas tecnologías de las smart cities para optimizar el uso energético, desde la monitorización de calefacciones a sistemas inteligentes de iluminación urbana o mapeo de puntos de recarga eléctricos.

Las nuevas tecnologías están cambiando nuestros hábitos y la economía. Fuente imagen: Pixabay

De acuerdo al informe de la IEA, para 2024 habrá un total de 83.000 millones de dispositivos conectados y los sensores generarán un amplio conjuntos de datos.

Mejor uso de las energías

No solo las instituciones, también los ciudadanos generamos un caudal inmenso de datos, desde patrones de tráfico a los horarios con más consumo de energía. La tecnología digital permite un proceso ultrarrápido de toda esa información, que puede ayudar a organizar mejor todos los usos urbanos, para un uso más eficiente de la energía.

La tecnología digital permite prever la disponibilidad de recursos energéticos.

Las tecnologías digitales permiten también a los sistemas de energía pronosticar la disponibilidad de recursos, algo muy importante para organizar la demanda, especialmente en el caso de las energías renovables.

Desde el móvil se podrá acceder a datos energéticos. Fuente imagen: Unsplash

Mediante plataformas o aplicaciones móviles, los ciudadanos podrían tener acceso a los datos recopilados por las redes digitales y optimizar sus consumos, beneficiando con ello al clima.

El papel crucial de las ciudades contra el cambio climático

El papel de las ciudades en la lucha contra el calentamiento global es crucial. Según la ONU, actualmente  el 55% de la población vive en las ciudades, un porcentaje que subirá al 70% en el año 2050.  Las ciudades son responsables del 70% de las emisiones globales de CO2, y entre el 60-80% del uso global de energía.

La digitalización de los sistemas energéticos urbanos puede reducir un 20% las emisiones de CO2.

El informe de la agencia europea afirma que las tecnologías digitales tienen el potencial de reducir en un 20% las emisiones globales de CO2 para 2030, especialmente en energía, transporte y construcción.

En Hamburgo se han colocado sensores de estacionamiento en los puntos de recarga. Fuente imagen: Pixabay

Si se aprovechan sus funciones, la digitalización energética reducirá las facturas y ayudará a combatir el cambio climático. Podría incluso decirse que ese tratamiento inteligente de los datos es uno de los ‘motores’ de la transición energética.

La transición digital mejorará la calidad de vida de ciudadanos y transformará la economía.

«Hay un enorme potencial de la transición digital para mejorar la calidad de vida de ciudadanos, así como para transformar la economía», afirma la agencia de la energía en su informe ‘Digitalización de los sistemas energéticos urbanos’.

Inversiones en Europa

Dentro de Europa, varios países han comenzado a destinar fuertes inversiones en la digitalización de los sistemas energéticos urbanos. Por ejemplo, Bélgica ha destinado 400 millones de euros para el desarrollo de 62 proyectos.

La ‘Ciudad del mañana’, un fondo de inversión para start-ups dedicadas a digitalización de los sistemas energéticos urbanos.

En Finlandia se han ejecutado 26 proyectos con un presupuesto total de 45 millones de euros. Francia aporta 50 millones de euros a la ‘Ciudad del mañana’, un fondo para start-ups dedicadas a las smart cities.

Barcelona desarrolla el proyecto DECIDIM, para la creación de comunidades energéticas. Fuente imagen: Unsplash

También Alemania ha presentado su programa en torno a las ciudades inteligentes y la digitalización energética al que destina 150 millones de euros. Italia, por su parte, anunció un presupuesto de 65 millones para acciones en este mismo ámbito.   

Primera cooperativa de energías renovables

Las iniciativas de digitalización energética se extienden a lo largo de todo el continente europeo. En Barcelona, el proyecto colaborativo DECIDIM, facilita una plataforma participativa digital de código abierto para sus habitantes. Para facilitar así el desarrollo de la primera cooperativa de energías renovables de Cataluña, Som Energia.

Comunidades energéticas y redes de vehículos conectados surgen gracias a la digitalización.

Las comunidades energéticas, para el uso compartido de fuentes renovables, se están desarrollando gracias a herramientas, como JoinEnergy, que permite encontrar vecinos con los que unirse en estos proyectos.

En el sector de la movilidad, la digitalización de los sistemas energéticos urbanos es intrínseca al despliegue de redes conectadas y vehículos autónomos.

Apps para fomentar las redes públicas de coche eléctrico en Amsterdam. Fuente imagen: Unsplash

La app car2go, presente en ciudades como Madrid, Amsterdam o Stutgart, permiten reservar el uso de una flota de coches eléctricos con solo 20 minutos de antelación, mientras que DriveNow, operativa en Copenhague, te encuentra aparcamiento, evitando malgastar combustible.

Mediante simulaciones se puede conocer el potencial ahorro energético con cambios de comportamiento.

La aplicación Carbon Ego mobile, probada en Helsinki, informa al usuario sobre la producción y demanda de energía basada en datos reales y proporciona herramientas para simular las ventajas de un cambio de comportamiento. Logró reducciones del 15% de los costes de energía y un 30% en emisiones de CO2.

Sustitución de equipos tradicionales de climatización por sistemas inteligentes y energías renovables.

Valladolid, ejemplo de digitalización de los sistemas energéticos urbanos en España

En Valladolid, a través del programa REMO URBAN, se han sustituido equipos tradicionales de calefacción y refrigeración de combustibles fósiles y uso individual por sistemas integrados basados ​​en energías renovables. Sobre todo biomasa y termostatos inteligentes.  

La monitorización y digitalización de los sistemas energéticos urbanos permitió mostrar el ahorro de costes y reducción de emisiones, fomentando la aceptación y el compromiso de los ciudadanos con el proyecto.

Sistemas digitales para convertir al consumidor en suministrador de energía.

En Viena, la Cooperativa Europea sin ánimo de lucro (SCE) y el proyecto OurPower ha creado un mercado eléctrico de igual a igual. Sus miembros no son solo consumidores, sino prosumidores que venden electricidad a otras comunidades.

Hamburgo cuenta con sensores de estacionamiento en las calles. Fuente imagen: Pixabay

Otra de las participantes en REMO URBAN era la ciudad turca de Tepebasi. En ella, se implantó un sistema de iluminación inteligente. Las luces LED reducen un 37% de consumo. Pero además, usar un sistema de iluminación inteligente, que atenúa las luces cuando no hay actividad, hizo subir el ahorro al 85%.

Detectores de actividad y sensores de estacionamiento

El control de iluminación también se encuentra en el proyecto de la ciudad sueca de Oulu, donde su programa LoRa (Long Range) de red inalámbrica y sensores de actividad se aplica para optimizar el nivel de iluminación con 50 controladores y 50 detectores de actividad.

Hamburgo cuenta con una gran red de recarga para coche eléctrico, ahora digitalizada.

En las calles de Hamburgo, sensores de estacionamiento mejoran el servicio que brindan las aplicaciones telefónicas para una movilidad inteligente y limpia. La ciudad tiene una gran red de cargadores para vehículos eléctricos que a veces no pueden recargar baterías al estar ocupado el sitio, un problema que resuelve digitalmente el proyecto mySMARTLife.

Mientras, los semáforos vieneses se están equipando con un total de diez mil sensores meteorológicos y ambientales, que ayudan a reconocer el efecto isla de calor. Pasos innovadores que forman parte del Plan de Europa para la digitalización de los sistemas energéticos urbanos.