La fuerza de la naturaleza en las Cataratas del Iguazú

Marcando la frontera entre Brasil y Argentina, las cataratas del Iguazú es uno de los fenómenos naturales más bellos del mundo

David Escribano

David Escribano

Hay lugares en los que la Madre Naturaleza nos hace sentir pequeños e insignificantes por la grandiosidad que despliega en su obra. Un ejemplo claro de ello son las cataratas del Iguazú, uno de los parajes naturales más bellos que se pueden contemplar en el mundo.

Se trata de una armoniosa y profunda oda al agua, a la selva. A los antiguos tiempos en los que el mundo era verde y salvaje. Joven y bello.

Cataratas rodeando a Isla San Martín en Iguazú
Fuente imagen: Pixabay

Un mundo con el que sintoniza a la perfección aquella maravillosa banda sonora que el gran Ennio Morricone creó para la película ‘La Misión’ (Roland Joffé, 1986). Con inolvidables escenas rodadas en estas cataratas, el film refleja a la perfección la destrucción de la belleza por la ambición humana.

Hoy en día, el legado de Morricone sigue en nuestros oídos cuando nos acercamos a las cascadas más impresionantes del mundo.

Dónde se encuentran las cataratas del Iguazú

El río Iguazú nace en las montañas de la Serra do Mar. Esta está ubicada en el estado brasileño de Paraná, y, tras recorrer 1.300 km, desemboca en las aguas del río Paraná.

Se divide en dos tramos: el superior y el inferior. El paso del superior al inferior se produce con el despeñamiento de su caudal por las cataratas de Iguazú.

De hecho, estos impresionantes saltos de agua son tan poderosos que fueron elegidos por el hombre para marcar un punto que delimita la frontera entre tres países: Brasil, Argentina y Paraguay.

Las aguas del Iguazú, rojizas y oscuras, pasan entonces a mezclarse con las claras, verdosas y frescas del Paraná.

El lado brasileño

Las cataratas del Iguazú pueden ser admiradas tanto en Brasil como en Argentina. Al ser menos espectacular y bastante más pequeño, se suele aconsejar visitar el lado brasileño en primer lugar. Por aquella máxima de dejar lo mejor para el final.

Pasarelas en Iguazú
Fuente: Pixabay

Al entrar en el recinto, espectacular e incrustado en un ambiente totalmente selvático, hay un pequeño autobús turístico. Este nos trasladará a un mirador impresionante, en el que tendremos la oportunidad de observar los mejores saltos de las cataratas justo desde enfrente.

Así podremos tomar magníficas fotos de la Garganta del Diablo, el salto más famoso de todos. También de la bella isla de San Martín, que parece desamparada y rodeada por decenas de potentes cascadas.

Aquí también encontraremos algunos restaurantes, tiendas. Pero, sobre todo, curiosos monos y coatíes (pequeños mamíferos omnívoros americanos de la familia de los prociónidos) que vendrán a intentar robarnos algo de comida. Otro animal sencillo de ver, y que llama la atención de los visitantes, es el armadillo.

El lado argentino

Garganta del Diablo en las cataratas del Iguazú
La Garganta del Diablo. Fuente: Pixabay

Aunque hay muchos viajeros que deciden visitar ambos lados de las cataratas en un mismo día, esto no es aconsejable. El lado argentino bien merece que se le dedique un día completo.

Y es que, es imposible no querer recrearse en la contemplación de los espectáculos naturales a los que te van llevando las distintas pasarelas que se internan en el lado argentino de las cataratas.

Estas pasarelas están divididas en dos partes: el circuito superior y el circuito inferior.

Para llegar a ellas, primero tenemos que tomar un trenecito eléctrico. Nos llevará hasta bien cerca de la Garganta del Diablo mientras escuchamos la estremecedora canción ‘Gabriel’s Oboe’ de la banda sonora de ‘La Misión’.

La Garganta del Diablo es un lugar difícil de describir. Cuando nos encontramos ante él. Parece que el mundo se desdibuja por completo. Uno se queda a solas con ese poderoso estruendo y la imagen de millones de litros de agua precipitándose por un salto de más de 80 metros de altura.

Al mirar ese espectáculo, nos parece completamente imposible que esa misma agua fluyera mansamente tan sólo unos metros más arriba. Pero así es.

Lo veremos mientras recorremos el circuito superior de pasarelas. Tiene un trazado de unos 2 km y nos permite ver, además de la parte mansa del río, cascadas impresionantes. Algunas son las de Chico, Ramírez, Dos Hermanas, Bossetti y Bernabé Méndez.

El circuito inferior es algo más corto (1,7 km) y nos da una perspectiva diferente de los saltos, viéndolos todos desde su parte baja.

Qué hacer en las cataratas del Iguazú

Siguiendo las pasarelas de este último circuito, llegaremos al embarcadero. Desde él parten las grandes lanchas que te pueden llevar a la isla de San Martín. También es posible realizar la aventura náutica con la que llegamos a encontrarnos a tan sólo unos metros de esas grandes cortinas de agua.

cataratas de iguazú
Fuente: Pixabay

Además, también se pueden realizar excursiones guiadas por la selva. La del Sendero Macuco es la más popular. Pero, además, hay paseos nocturnos en las noches en las que la luna se muestra en todo su esplendor.

Sin embargo, no hay una actividad más espectacular que el paseo en helicóptero. Poder admirar esa estampa desde los cielos es algo que jamás se olvida.

Cuándo es la mejor época del año para visitar las cataratas del Iguazú

La mejor época del año para visitar las Cataratas del Iguazú es entre marzo y mayo. Es ahí cuando acaba de terminar la temporada de lluvias y no hace tanto calor como en pleno verano austral. Además, al finalizar la temporada de lluvias, aumenta el caudal de agua y las cataratas lucen como nunca.