La Geoingeniería climátíca se centra en estos proyectos para 2025

Geoingeniería para todo. Desde reflejar radiación solar con aersosoloes o nubes más brillantes hasta modificar ecosistémas marinos para capturar más carbono

Mario Picazo

La Geoingeniería, también conocida como la ingeniería del clima, empieza a ser cada año más popular. Se basa en la intervención a gran escala en los océanos, los suelos y la atmósfera de la Tierra con el objetivo de paliar los efectos del Cambio Climático, normalmente de forma temporal.

Este año que acabamos de arrancar va a ser especialmente interesante en lo que a acción de lucha contra el Cambio Climático se refiere. También en el apartado de la Geoingeniería ya que podríamos ver un importante aumento de los experimentos que se desarrollan en este campo.

Hoy lo que más urge es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y preservar e incluso intensificar la función de nuestros sumideros de carbono. Dado que por desgracia no avanzamos al ritmo deseado, los experimentos de Geoingeniería se consolidan ¨por si acaso¨ llega el momento de aplicar una solución urgente para mitigar el Cambio Climático. 

Modificar la cobertura y el brillo de las nubes está entre las técnicas más investigadas para enfriar la Tierra. foto: NASA

Muchas ideas, pero centradas en dos técnicas principales

Posiblemente la técnica con la que más se experimenta es la de la Geoingeniería Solar con el fin de manejar la entrada de radiación del sol a la Tierra. La idea es hacer frente a los síntomas del Cambio Climático reflejando la luz solar lejos de la Tierra o devolviendo su energía al espacio para evitar tanto calentamiento. 

Incluyen una serie de ideas como la instalación de espejos gigantes que orbitan alrededor de la Tierra, la pulverización de aerosoles de sulfato en la estratosfera y la modificación de las nubes, las plantas y el hielo para hacerlos más reflectantes.

Otra técnica que se investiga asiduamente es la extracción de dióxido de carbono de la atmósfera. Se plantea hacerlo a gran escala mediante una serie de métodos biológicos y mecánicos. Para ello hay propuestas que implican quemar biomasa y capturar el carbono liberado, añadir hierro en el océano para crear floraciones de plancton y crear bosques de árboles artificiales mecánicos.

También se plantean otras técnicas que modificarían directamente el clima. Entre ellas la siembra de nubes para que cubran más el cielo y además de hacerlas más brillantes. Con ello se conseguiría cambiar los patrones meteorológicos y de precipitaciones sin cambiar el clima en general. 

Las propuestas de ingeniería climática también se están investigando para poder manipular el clima a escala global. Sin embargo, esas técnicas planteadas aún suenan a ciencia ficción y crean reacciones, como es de esperar, nada positivas entre una buena parte del sector social. 

Se han realizado algunos experimentos empleandomelos globos meteorológicos que lanzan pequeñas cantidades de dióxido de azufre en la estratosféra y así reflejar radiación del sol. foto: NASAS

Una técnica que gana adeptos, pero nada aceptada por la mayoría

Con el 2024 superando el umbral del grado y medio de calentamiento respecto a periodos pre-industriales, los expertos investigan cada vez más métodos que nos permitan enfriar el planeta modificando la atmósfera, los océanos y las superficies de tierra firme. 

Por eso en 2025 está previsto que los proyectos de geoingeniería sean más y reciban mayor financiación, aunque sea desde el sector privado. Principalmente se plantea una mayor inyección económica para proyectos destinados a hacer que las nubes reflejen más luz solar y esfuerzos para eliminar el dióxido de carbono de la atmósfera modificando la química de los océanos. 

Son proyectos que suscitan mucha polémica, especialmente porque los que se oponen a que se pongan en práctica consideran que chocan con los esfuerzos urgentes de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que en realidad es donde deberíamos aunar esfuerzos. 

De la teoría a la práctica en tiempo récord

Hasta no hace mucho este tipo de proyectos de geoingeniería eran puramente teóricos y se hacían simulaciones con modelos informáticos o en el laboratorio. Sin embargo, con los crecientes impactos climáticos y la escasa acción para revertir el Cambio Climático lo que hace unos años parecía casi ciencia ficción se está convirtiendo en una realidad palpable

Lógicamente muchas de las pruebas que se hacen el campo de la geoingeniería son de laboratorio puertas adentro, pero ya se empiezan a hacer experimentos a pequeña escala en algunas zonas al aire libre. Uno habitual es modelizar el impacto sobre el clima de distintos métodos para reflejar más luz solar fuera del planeta.

Entre los más habituales está la liberación de aerosoles en la estratosfera con ese fin. En diciembre, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) llevo el tema a debate y por primera vez consideró incluir esas intervenciones entre sus rigurosas evaluaciones climáticas.

Aumentar la superficie de hielo que hoy se funde a gran velocidad ayudaría a reflejar más radiacion del sol. foto: James Wood Institution/NASA

Reflejar la radiación del sol la técnica más deseada

2025 parece ser el año en el que algunos de los experimentos que están en el laboratorio o incluso sobre papel, se prueben en el exterior. La ¨gestión de la radiación solar¨, como lo llaman algunos del gremio, ya está en marcha. 

Por ejemplo, en la Universidad de Washington en Seattle ya han estado trabajando en una metodología para reflejar radiación solar. Se basa en pulverizar sal en el aire de la bahía de San Francisco y así conseguir iluminar las nubes marinas para reflejar más luz solar. El proyecto empezó a rodar, pero fue detenido en pocos meses por el gobierno local.

En otro experimento que ya lleva rodando desde hace un par de años, la empresa Make Sunsets, ha estado experimentando con globos meteorológicos que liberan pequeñas cantidades de dióxido de azufre reflectante a la estratosfera

La empresa afirma que sus experimentos, aun siendo conservadores hasta la fecha, ya ha compensado el efecto de calentamiento de más de 80.000 toneladas de dióxido de carbono. Hasta ha llegado a vender lo que se denominan «créditos de refrigeración». 

Reino Unido, Sudáfrica y otros países del mundo ya organizan e invierten en grandes y costosos proyecto de geoingeniería. Desde reflejar radiación solar en el aire hasta aumentar la superficie de hielo aumentando el espesor y la cobertura de hielo en las aguas del Atlántico norte.

Océanos más eficientes absorbiéndoos CO2 es una de las técnicas que se estudian a base de mejorar la alacalinidad del agua. foto: NASA

Aumentar la función absorbente de los océanos

Los océanos ya nos están haciendo un gran favor eliminado la mayor parte del exceso de energía que generamos los humanos con nuestras actividades. Ahora los expertos buscan formas de alterar los ecosistemas marinos o el ajuste de la química del océano para acelerar la eliminación natural del dióxido de carbono vía el agua del mar. 

Una metodología que cada vez tiene más adeptos pretende mejorar la alcalinidad del océano para que absorba más dióxido de carbono. En eso trabaja ya la empresa Planetary Technologies, que añade minerales alcalinos a los flujos de aguas residuales. Ya ha puesto en práctica está técnica en Halifax, Canadá) y en la bahía de Chesapeake, en el este de Estados Unidos. en 2024. 

Otros proyectos de este tipo también han empezado a rodar, pero se han visto interrumpidos por falta de permisos. Es el caso del Proyecto LOC-NESS que se ha postpuesto hasta el año que viene próximo dejando en el aire el trabajo de un buen grupo de expertos del Instituto Oceanográfico Woods Hole en Massachusetts.