La lluvia de estrellas Líridas 2025 brillará en el cielo la noche del 22 de abril
Hasta 20 meteoros por hora dejarán su huella en la lluvia de estrellas Líridas, una de las más antiguas y bellas del calendario astronómico.
Redacción
Cada primavera, una lluvia silenciosa de polvo estelar atraviesa la atmósfera terrestre dejando rastros luminosos a su paso. En abril de 2025, la lluvia de estrellas Líridas volverá a ser protagonista entre los días 16 y 25, con su máximo previsto el día 22 a las 15:30 (hora peninsular española).
Aunque el pico de actividad sucederá en pleno día, las mejores condiciones de observación se concentrarán durante la madrugada del 22 y en la noche anterior.
Desde hace más de dos milenios, las Líridas cruzan el cielo en esta época del año, conectando la Tierra con el cometa que las originó: el C/1861 G1 (Thatcher), un cuerpo de largo periodo que solo se aproxima al Sol cada 415 años.
Una lluvia discreta pero impredecible: así son las Líridas
La lluvia de estrellas Líridas se caracteriza por una actividad media de hasta 20 meteoros por hora, con una velocidad de entrada de 49 km por segundo.
Aunque se trata de una lluvia considerada moderada, los registros históricos muestran que algunos años ha producido estallidos inesperados, con más de 100 meteoros por hora. Sin embargo, estos picos de intensidad resultan imposibles de prever con precisión.
El fenómeno es observable desde ambos hemisferios, aunque es en el norte donde alcanza su mayor intensidad. Desde latitudes próximas a los 40°N, como la península ibérica, el radiante —el punto del cielo desde el que parecen surgir los meteoros— permanece por encima del horizonte desde una hora después del anochecer hasta el amanecer.
Visibilidad en 2025: una luna menguante que no será un obstáculo
En 2025, la fase lunar juega a favor de la observación. El cuarto menguante tendrá lugar el 21 de abril, un día antes del pico, lo que significa que la Luna saldrá en torno a las 5:00 de la madrugada. Por tanto, la franja horaria más recomendable para observar la lluvia será la primera mitad de la noche, cuando el cielo esté aún libre de la presencia lunar.
Las mejores condiciones se darán en lugares alejados de la contaminación lumínica, sin obstáculos visuales como árboles, edificios o montañas. No se requieren telescopios ni binoculares: cuanto mayor sea el campo visual, mejor.
Lo más aconsejable es recostarse, esperar a que la vista se adapte a la oscuridad y dirigir la mirada hacia las zonas más oscuras del cielo, preferiblemente en dirección opuesta a la posición de la Luna.
De la constelación de Lyra al resplandor fugaz: el viaje de los meteoroides
El nombre de las Líridas proviene de su radiante, situado en la constelación de Lyra, cerca de la brillante estrella Vega. Sin embargo, los meteoros pueden aparecer en cualquier punto del cielo, por lo que no es necesario fijar la mirada en una dirección concreta.
Estas estrellas fugaces son en realidad fragmentos del cometa Thatcher, que cada abril son arrastrados por la gravedad terrestre y se calcina al entrar en contacto con la atmósfera, creando breves estelas luminosas.
Las primeras referencias escritas a esta lluvia aparecen en el texto chino Zuo Zhuan, que en el año 687 a. C. ya describía su paso, lo que la convierte en una de las más antiguas documentadas.
Más allá de la lluvia de estrellas Líridas: un abril de 2025 lleno de eventos astronómicos
Las Líridas no llegarán solas. Abril de 2025 será un mes particularmente dinámico en el firmamento, con fenómenos notables como la Luna Rosa del 13 de abril, la luna nueva del día 27 (en perigeo), ocultaciones estelares y varias conjunciones planetarias.
La lluvia de estrellas Líridas se inscribirá, así, en un contexto astronómico fértil, que favorecerá la contemplación del cielo desde múltiples perspectivas.
Y aunque su ritmo no sea el más abundante del calendario anual, su combinación de historia, imprevisibilidad y belleza visual la convierte en una cita ineludible para cualquier amante del cielo nocturno.
