La NASA rescata la misión VIPER
La NASA ha anunciado que el róver VIPER volará a la Luna. Será a bordo de Blue Origin, en una misión que se llevará a cabo en 2027, si todo va bien…
Alejandro Riveiro
En un anuncio sorprendente, la NASA ha comunicado la elección de la compañía Blue Origin para llevar al róver VIPER a la Luna e investigar el polo sur. Era una misión que, originalmente, debería haber volado en 2023 y que parecía condenada al olvido.
El róver VIPER vuelve con los mismos objetivos
El plan original de la NASA era que el róver VIPER hubiese viajado a bordo del aterrizador Griffin, de la compañía Astrobotic. El presupuesto original era de 200 millones de dólares. Sin embargo, en 2024 se anunció su cancelación tras retrasos en la fecha de lanzamiento. El coste también se disparó hasta los 800 millones de dólares.
Todo ello hacía pensar que VIPER se quedaría en solo una idea interesante, que nunca llegaría a ver la luz del día. Por suerte, la agencia espacial estadounidense ha anunciado que volará a bordo del aterrizador Blue Moon Mark 1, de la compañía Blue Origin.
Aunque resulta sorprendente ver que la misión VIPER vuelve a la palestra, no es menos cierto que NASA dijo en su momento que buscaría una solución.
En total, el coste será de unos 190 millones de dólares. Es el segundo contrato que recibe Blue Origin, la compañía de Jeff Bezos, en el marco del programa de Servicios Comerciales de Carga Útil Lunar. El primer contrato utiliza este mismo aterrizador.
Tal vez te interese:
- NASA fija para 2026 el primer vuelo tripulado del programa Artemis alrededor de la Luna
- Envía tu nombre al espacio gracias a la NASA
Ese primer contrato marcará el primer vuelo del Blue Moon Mark 1, que viajará a bordo del cohete New Glenn. Es una misión que, si todo va bien, debería partir hacia el polo sur lunar en este mismo año, y será un paso imprescindible antes de que vuele VIPER.
El objetivo es lanzar la misión a finales de 2027, con una Blue Moon Mark 1 que la compañía de Jeff Bezos ya está fabricando. Aunque resulta sorprendente ver que la misión VIPER vuelve a la palestra, no es menos cierto que NASA dijo en su momento que buscaría una solución.
No es para menos, teniendo en cuenta que Estados Unidos quiere seguir explorando la Luna y enviar misiones tripuladas. El róver VIPER es esencial, en este sentido, porque su objetivo sigue siendo el de estudiar la región del polo sur.
Una campaña que ha tenido sobresaltos
Curiosamente, la compañía Astrobotic fue la primera, en 2024, en lanzar una misión del programa de Servicios Comerciales de Carga Útil Lunar. Fue Peregrine, que sufrió problemas de propulsión y nunca llegó a abandonar el entorno de la Tierra.
La solicitud de NASA es que diseñe su Blue Moon Mark 1 para acoger al róver VIPER
Intuitive Machines, otra compañía, también ha intentado aterrizar dos veces en la Luna, pero sus naves no aterrizaron en la posición correcta, limitando el éxito de sus misiones. La única que ha tenido éxito ha sido Firefly Aerospace.
Su misión, Blue Ghost, sí se llevó a cabo satisfactoriamente, pero aterrizó en una región más accesible de la Luna (en cuanto a la dificultad del terreno). Tanto Astrobotic como Intuitive Machines, Firefly y Draper están trabajando en diferentes misiones para los próximos años.

En el caso de Blue Origin, la solicitud de NASA es que diseñe su Blue Moon Mark 1 para acoger al róver VIPER. Además, tendrá que demostrar cómo sería el proceso para descargarlo en la superficie lunar. El contrato, además, tiene un requisito indispensable.
Solo se llevará a cabo si la primera misión de Blue Moon Mark 1 (prevista para este año) se desarrolla satisfactoriamente. Una vez allí, VIPER tendrá 100 días por delante para estudiar la región en la que se despliegue en el satélite.
Se espera que recorra 20 kilómetros y que aproveche los tres días y noches lunares. Entre sus instrumentos están un taladro de un metro y tres instrumentos para detectar la distribución de los depósitos de hielo.
La necesidad de la NASA de aprovechar los recursos in-situ
La misión tiene aspectos muy interesantes. A diferencia de los róvers marcianos, las comunicaciones con VIPER serán mucho más sencillas. Como la Luna está mucho más cerca de la Tierra, será casi en tiempo real y el róver se podrá dirigir con más facilidad.
Su diseño le permitirá moverse a una velocidad de casi un kilómetro por hora, sobre un terreno que será desconocido. Blue Origin tiene más obligaciones, porque proporcionará el vehículo de viaje y otros sistemas (como las comunicaciones).
La intención es analizar lugares en sombra permanente, donde el hielo puede conservarse durante mucho tiempo.
La NASA se encargará de gestionar el róver VIPER una vez desembarque en la superficie lunar, en el Polo Sur. Por primera vez, será un róver que contará con faros para poder iluminar la superficie, porque se adentrará en zonas iluminadas y también en oscuridad.
Concretamente, la intención es analizar lugares en sombra permanente, donde el hielo puede conservarse durante mucho tiempo. Un hielo esencial para las misiones tripuladas porque permite obtener diferentes recursos.
Ese hielo se puede separar en hidrógeno y oxígeno. Permitiendo obtener los compuestos necesarios para el soporte vital (oxígeno y agua), e incluso el material para fabricar combustible para cohetes. Lo que permita aprender VIPER será muy útil no solo para los seres humanos que viajen a la Luna.
También esperan que sea una misión clave para preparar mejor la exploración tripulada de Marte. Una campaña que la administración de Trump quiere convertir en su gran objetivo, aunque ya hemos explicado que es poco probable que lo consiga.