El cielo se cae sobre La Palma en una increíble cascada de nubes

El Valle de Aridane amaneció este martes con un fenómeno atmosférico que se viralizó en cuestión de horas

Javier Castaño

El pasado 2 de septiembre de 2025, la naturaleza ofreció un espectáculo difícil de olvidar en el cielo de La Palma. Una cascada de nubes en Canarias se desplegó sobre el Valle de Aridane, cayendo lentamente por la ladera occidental como si fuera un río de algodón suspendido en el aire.

Las imágenes, captadas por el fotógrafo Víctor Yanes y difundidas por Meteo Tenerife en la red social X (antes Twitter), no tardaron en circular con rapidez. Miles de usuarios compartieron el vídeo y dejaron comentarios que iban desde «hipnótico» hasta «una maravilla».

La ciencia detrás de un efecto visual único

El fenómeno, conocido popularmente como cascada de nubes, se forma cuando los vientos alisios empujan aire cargado de humedad contra la cordillera oriental de la isla. La masa asciende, se enfría y se condensa en nubes. Al superar la barrera montañosa, el vapor se desliza hacia el lado contrario, en este caso la vertiente oeste.

El contraste con la luz del amanecer intensificó la sensación de estar ante una auténtica caída de agua, aunque en realidad se trataba de un movimiento atmosférico. La orografía volcánica de La Palma —una de las más abruptas del archipiélago— potencia el efecto, convirtiéndolo en una de las estampas más reconocibles de la isla.

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El papel del microclima palmero

Las Islas Canarias se caracterizan por una meteorología diversa. En pocos kilómetros conviven zonas áridas, bosques de laurisilva y cumbres que retienen la humedad. En este mosaico atmosférico, La Palma ocupa un lugar especial.

Los alisios no solo suavizan las temperaturas, también garantizan la llegada de nubes bajas que riegan de manera indirecta los montes de la isla. Cuando esas nubes se derraman hacia el Valle de Aridane, se genera el efecto que estos días ha captado la atención de medios y redes sociales.

Además de su atractivo visual, el fenómeno recuerda la importancia de los procesos naturales que permiten conservar los ecosistemas locales y sostener los recursos hídricos, un factor crucial en un territorio insular.

Un fenómeno que nunca se repite igual

Aunque las cascadas de nubes pueden aparecer en otras islas del archipiélago, en La Palma alcanzan una fuerza especial. El relieve escarpado y los contrastes de luz y humedad hacen que cada episodio sea diferente. Un día el cielo puede teñirse de tonos dorados, otro, de grises densos que evocan un muro imponente.