La UME protege el Hospital de Parapléjicos de Toledo ante la crecida del Tajo por la lluvia
Una barrera de 300 metros, 80 militares y un plan de evacuación activado: así se protege el centro sanitario frente a una posible inundación
Redacción
Consciente de la vulnerabilidad del Hospital Nacional de Parapléjicos, situado en Toledo, frente a una crecida del río Tajo, el Gobierno de Castilla-La Mancha solicitó el jueves la intervención urgente de la Unidad Militar de Emergencias (UME).
El despliegue responde a una previsión meteorológica compleja, agravada por los desembalses extraordinarios en la cabecera del río y el avance de la borrasca Martinho, que ya deja lluvias significativas en la provincia de Toledo.
La Delegación del Gobierno en la comunidad, atendiendo a esta solicitud, activó el Plan Especial de Protección Civil ante el Riesgo de Inundaciones (Pricam), que actualmente opera en Fase de Emergencia, Situación Operativa 1.
La intervención militar busca preservar la seguridad del hospital, considerado por los técnicos del plan como un elemento de especial consideración por su ubicación y función asistencial.
Un dique de 300 metros y vigilancia permanente
Desde Torrejón de Ardoz partieron los primeros efectivos del Primer Batallón de Intervención de la UME, que de inmediato iniciaron los trabajos de construcción de una barrera de contención de 300 metros de longitud junto al cauce del Tajo, en las inmediaciones del hospital. El objetivo: evitar que las aguas desbordadas alcancen las instalaciones sanitarias.
Los militares trabajan con maquinaria especializada y sacos terreros, mientras un retén de vigilancia permanecerá en la zona de forma indefinida. La delegada del Gobierno, Milagros Tolón, confirmó durante su visita que «si fuera necesario duplicar el muro o reforzar el operativo, los recursos llegarán sin demora».
La preocupación por el comportamiento del río no es menor: en el punto de control del SAIH de la Casa del Diamantista, el Tajo ya ha superado los 308 m³/s, lo que activa el umbral de alerta roja. En Talavera de la Reina, confluencia del Tajo y el Alberche, se alcanzan más de 600 m³/s.
Un protocolo hospitalario para proteger pacientes y equipos clave
Consciente del riesgo, el propio hospital reactivó su plan de contingencia, que prevé tanto la monitorización constante del nivel del agua como la evacuación ordenada de unidades críticas. Áreas como la UCI, quirófanos, farmacia, cocina e instalaciones informáticas, todas ubicadas en la planta baja, figuran entre las más expuestas.
La dirección del centro ha habilitado la Unidad de Pacientes Semi Críticos para trasladar, si fuera necesario, a los pacientes más vulnerables. Paralelamente, se han elevado a plantas superiores equipos electrónicos y materiales sensibles para minimizar posibles daños.
Desde hace días, el hospital mantiene un contacto permanente con el servicio de emergencias 112, en coordinación con los departamentos de Mantenimiento y Servicios Generales.
UME en Toledo: Coordinación institucional y mensaje de serenidad
La rápida intervención de la UME y la coordinación entre administraciones han sido claves para anticiparse a un escenario potencialmente grave. La delegada del Gobierno, Milagros Tolón, acompañada del teniente general Alfonso Arribas, y el alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, visitaron la zona para supervisar el operativo y lanzar un mensaje de prudencia y tranquilidad.
Velázquez, que agradeció la labor de las fuerzas armadas y los servicios de emergencia, subrayó que «la ciudad está respondiendo bien a una situación inusual, gracias a la implicación de todas las instituciones». También confirmó que se mantienen cortadas varias zonas ribereñas de la senda ecológica y que continúan con agua los bajos del edificio Sabatini, en la Fábrica de Armas de la UCLM.
Más allá del entorno hospitalario, se vigilan otros puntos sensibles, como La Peraleda, ante la posibilidad de nuevos repuntes del caudal. La evolución del episodio dependerá de las precipitaciones de las próximas horas y de la capacidad de absorción del sistema fluvial.
Meteorología adversa y caudales en aumento: un marzo sin tregua
La situación hidrológica de la cuenca del Tajo, ya de por sí tensa, se ha visto agravada por los desembalses controlados en la Comunidad de Madrid y Guadalajara. Embalses como Rosarito, Valdeobispo, Jerte, Borbollón y Rivera de Gata liberan caudales importantes, coincidiendo con el paso de la borrasca Martinho, la enésima del mes.
Con el Pricam activado, el Gobierno regional coordina con el 112 y los ayuntamientos afectados para ajustar la respuesta en función de la evolución del temporal. La prioridad es clara: anticiparse a los escenarios más desfavorables y preservar tanto infraestructuras clave como la seguridad ciudadana.

Fuente imagen destacada: Ayuntamiento de Toledo (X)