Las alergias aumentan este año hasta un 400% por la falta de lluvia y la contaminación

En ciudades como Madrid, el polen de cupresáceas se ha incrementado un 400% por encima del año pasado según los expertos.

Pablo Ramos

Pablo Ramos

Este invierno muchas personas ya han comenzado a sentir alergia al polen con síntomas muchos más intensos que en años anteriores. Las alergias de invierno son frecuentes durante estos meses, pero los índices de polinosis de este mes de febrero 2022 no son habituales tal y como advierten los expertos, y se deben principalmente a la falta de lluvias y a la contaminación acumulada en los entornos urbanos.

“Actualmente tenemos una situación de alergia respiratoria peor de lo normal en estas fechas y gran parte se debe a la meteorología que se está produciendo este invierno”, explica Alberto Álvarez-Perea, alergólogo en el Hospital Materno Infantil Gregorio Marañón de Madrid.

De hecho, en las consultas de los alergólogos se están incrementando las visitas de pacientes que han visto cómo se han adelantado e intensificado sus síntomas de alergia y cuadros. Y en muchas ocasiones son pacientes que están padeciendo por primera vez la alergia al polen. 

“Estamos teniendo muchos pacientes que este año están teniendo alergia por primavera vez con más síntomas y mucho más intensos. Por ejemplo, en el entorno de Madrid, el polen de cupresáceas se ha incrementado un 400% por encima del año pasado que ya fue una concentración bárbara”, recalca Álvarez-Perea.  

Relación entre alergia y contaminación

Igualmente, la falta de lluvias hace que la atmósfera no se limpie por lo que la contaminación también se intensifica, especialmente en los entornos urbanos. Una situación que agrava la polinosis.

“Los altos niveles de contaminación aumentan la cantidad de polen que producen algunas plantas con los consiguientes problemas alergénicos e incrementen la inmunogenicidad que es capaz de producir una misma cantidad de polen”, indica este alergólogo. 

En este aspecto, es importante tener en cuenta que, ante unos altos índices de contaminación, los granos de polen se protegen para no resultar afectados por estos agentes con más proteínas. De este modo, al haber estas proteínas en mayor cantidad y más fuertes, se intensifican las alergias a pólenes. 

Las alergias a pólenes van a ser más agresivas en el futuro por el aumento de la temperatura global

Alberto Álvarez-Perea, alergólogo en el Hospital Materno Infantil Gregorio Marañón de Madrid.

“Si la alergia empeora por la contaminación también se agravan los síntomas de asma y rinitis por lo que hay una necesidad de aumentar la medicación para mejorar esos síntomas. Con lo cual, si tenemos a un paciente que se encuentra peor ya de por sí, al haber contaminación, se puede multiplicar aquello que le produce alergia”, recalca Álvarez-Perea.

Además, esta situación se espera que se agrave en las próximas semanas si las lluvias no aparecen y las temperaturas continúan en ascenso. “En función de las condiciones que se den, las proliferación de plantas alergénicas va a depender de la cantidad de pluviosidad y de la temperaturas”, detalla este experto. 

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Alergias y cambio climático 

En lo que respecta a las alergias a pólenes del futuro, las nuevas condiciones ambientales provocadas por el cambio climático van a alterar no solo los niveles de polinosis, también los periodos y el tipo de plantas que afectan a las personas en según qué entornos. “Las alergias van a ser más agresivas en el futuro por el aumento de la temperatura global lo que va a favorecer a las plantas más alergénicas”, subraya el experto. 

De este modo, plantas como las cupresáceas, las gramíneas o la salsola, lo más probable es que se reproduzcan con mayor facilidad por lo que habrá más número de plantas y por tanto más polinosis. 

Plantas como las cupresáceas, las gramíneas o la salsola se reproducirán con mayor facilidad

Además, otra consecuencia del cambio climático es que, debido a las alteraciones, es probable que otras especies que no existen en nuestro entorno puedan crecer y crear nuevas alergias en estas latitudes.

“El cambio climático favorecerá la proliferación de otras plantas que actualmente no nos afectan, como pueda ser el polen de especies como la ambrosía, una planta originaria de América que cada vez tiene una mayor presencia en el este de Europa y que probablemente afecta a España”, detalla Álvarez-Perea.

Consejos para las alergias a pólenes 

A pesar de los altos índices de polinosis que se registran en todo el país, aquellas personas que sufren alergia pueden adoptar una serie de medidas que contribuyan a minimizar las reacciones ante la exposición al polen. Son las denominadas estrategias de evitación

Entre ellas, destacan como las más eficaces el uso de mascarilla y gafas de sol. Unos elementos protectores que evitan que los granos de polen entren en las vías respiratorias o en las mucosas.

Del mismo modo, también se recomienda evitar las horas centrales del día, especialmente si se va a realizar una práctica deportiva al aire libre. Los niveles de polen son más elevados durante estos momentos del día ya que la humedad suele ser más baja y las temperaturas más elevadas. 

En el caso de los hogares, lo más conveniente es ventilar la vivienda de forma frecuente pero siempre a primera hora de la mañana o última de la tarde, cuando los niveles de polen son más bajos. Además, cada vez es más frecuente que en muchos hogares se instalen filtros de aire con el objetivo de limpiar el ambiente y evitar que el polen afecte al interior de las viviendas.