Las arrugas en los dedos mojados siguen siempre el mismo patrón
Las arrugas que se forman en los dedos tras estar en el agua siguen siempre el mismo patrón, según un estudio de la Universidad de Binghamton.
Redacción
Con la llegada de la temporada de baños, es habitual observar un curioso fenómeno tras pasar tiempo en el agua: los dedos se arrugan. Durante años se pensó que estas arrugas eran el resultado de la piel absorbiendo agua, pero un nuevo estudio ha demostrado que esto no es del todo cierto.
Investigadores de la Universidad de Binghamton (Estados Unidos) han descubierto que la causa real de estas arrugas es la contracción de los vasos sanguíneos bajo la piel, lo que provoca que la superficie se pliegue de forma característica. Y no solo eso: las arrugas siempre se forman siguiendo un patrón casi idéntico cada vez que se repite el proceso.
Esto se debe a que los vasos sanguíneos de los dedos no cambian de posición, lo que genera una especie de «mapa» constante de arrugas.
Para llegar a esta conclusión, los científicos sumergieron los dedos de varios voluntarios durante 30 minutos y fotografiaron las arrugas que se formaron. Repitieron la prueba al día siguiente, compararon las imágenes y constataron que los patrones eran prácticamente iguales.
Además, hicieron un descubrimiento adicional: las personas con daños en el nervio mediano de la mano no desarrollan arrugas en los dedos al estar en contacto con el agua.
Estos hallazgos podrían abrir nuevas posibilidades en campos como la medicina forense y la identificación de cuerpos, especialmente en situaciones en las que una persona ha estado sumergida en agua durante largos periodos.
Así que la próxima vez que estés en la piscina, en la bañera o incluso fregando los platos, recuerda que las arrugas en tus dedos son una especie de huella dactilar acuática.
*Información y vídeo original de Cheryl Santa Maria // Imagen destacada: Stock photo from Canva Pro. Hands: Brenderous/Flickr/CC-BY-2.0.