Las mejores cosas que ver en el Algarve

Explorando una de las más bellas costas de Europa. Playas, acantilados, pueblos encantadores y gastronomía.

David Escribano

David Escribano

En el extremo suroccidental de la península ibérica, una accidentada costa atrae a viajeros de todo el mundo. Y es que, entre las mejores cosas que ver en el Algarve podemos encontrar dramáticos acantilados de colores, calas y playas de aspecto salvaje. También encantadores pueblos pesqueros y de interior, y una gastronomía de ensueño.

Si a estos atributos le añadimos un tiempo agradable durante todo el año y una gente local extremadamente hospitalaria, su éxito como destino turístico está más que explicado.

¡Cojamos la maleta y vayámonos de viaje por el Algarve!

La Ruta de los Siete Valles Colgantes

Praia da Marinha. Fuente: David Escribano

Cuando, a la hora de preparar nuestro viaje, comenzamos a buscar información sobre los mejores lugares que ver en el Algarve. Muchas de las fotos que vamos a encontrar han sido tomadas en algún punto de la Ruta de los Siete Valles Colgantes.

No existe una ruta más bella que ver en el Algarve.

Además, cuenta con el valor añadido de ser un sendero que puede ser abordado casi por cualquier persona que tenga un mínimo de forma física.

La Ruta de los Siete Valles Colgantes tiene un recorrido lineal, de unos 11,5 km, y une las playas de Marinha y Vale do Centeanes.

La mayor parte de la ruta discurre sobre acantilados de roca caliza, repletos de cuevas y cubiertos de vegetación. Entre los que se acomodan playas y calas de ensueño bañadas por unas aguas de porte caribeño.

Recomendamos comenzar por la playa de Marinha, que es una de las más hermosas que ver en el Algarve. Y por supuesto, no debemos dejar de llevar gafas de bucear y toalla. Nunca sabremos dónde nos apetecerá darnos un baño.

La cueva de Benagil

Fuente: Pixabay

Un lugar de la Ruta de los Siete Valles Colgantes en el que las aguas están más calmadas y son aptas para el baño es la playa de Benagil.

Aunque, si la comparamos con otras del Algarve, esta playa no es particularmente bella, desde ella podemos partir – a nado, en SUP o en kayak – para conocer la famosa cueva de Benagil, uno de los lugares más fotografiados de Portugal.

Esta particular cueva posee también un gran orificio en la parte del techo y puede ser admirada desde arriba mientras realizamos la ruta de los Siete Valles Colgantes.

Otra de las formas habituales de visitar la cueva es con alguna de las muchas excursiones en barco que salen cada día desde las poblaciones de los alrededores.

Sin duda, es uno de los lugares más espectaculares que ver en el Algarve.

Ponta da Piedade

Praia do Camilo, junto a Ponta da Piedade. Fuente: David Escribano

Otra de las zonas de playas y acantilados más impresionantes que ver en el Algarve se encuentra algo más al oeste, muy cerca de la población de Lagos.

Se trata de Ponta da Piedade. Aquí nos volveremos a encontrar con un sistema de acantilados y farallones de roca caliza que parecen haber sido abandonados a su suerte en el mar, a unos metros de la costa.

Aunque puede resultar tentador quedarnos tumbados al sol en algunas de las magníficas playas de esta zona – como la playa do Camilo -, es imprescindible recorrer a conciencia la maraña de senderos que unen a esta playa con el faro de Lagos.

Al hacerlo, podremos admirar esta preciosa zona del Algarve desde distintas perspectivas, siendo testigos de una combinación cromática que quita el habla.

Los acantilados destilan tonos rojizos, ocres, naranjas y amarillos. Las arenas son doradas. La hierba verde, que se combina con muchos otros colores, si visitamos el lugar en primavera y lo hallamos florecido. Y las aguas del mar muestran una miríada de tonalidades entre el azul y el verde.

En definitiva, un espectáculo inolvidable.

Por supuesto, la zona de Ponta da Piedade también puede ser visitada desde el mar con excursiones en embarcaciones de distintos tipos.

Silves, la antigua capital del Algarve

Castillo de Silves. Fuente: David Escribano

Nos alejamos momentáneamente de la costa para pasear por las calles de uno de los pueblos más encantadores que ver en el Algarve.

Se trata de Silves, una localidad que llegó a ser capital de la región en los tiempos de dominación árabe.

De aquella civilización queda el legado de las calles estrechas y serpenteantes que predominan en su casco histórico.

También se pueden admirar antiguas murallas medievales y el antiguo castillo, que tiene el honor de ser la fortaleza medieval mejor conservada del sur de Portugal.

Pero lo que más embruja de Silves es su aire tranquilo, con esos huertos repletos de cítricos, los viñedos, las antiguas casas de bellas puertas, y las cafeterías y restaurantes decorados con mucho gusto.

Para completar la estampa, el arte ha tomado la ciudad para dar color a las cajas de la luz de las calles del centro, en una iniciativa original que es muy aplaudida por visitantes y locales.

Lagos, una buena base para visitar el Algarve

Fuente: Pixabay

La costa del Algarve posee una longitud de 240 km, por lo que siempre está bien tener una base para visitarla, salvo que queramos hacerlo con un viaje itinerante.

Si escogemos la primera opción, Lagos es la mejor ciudad donde asentarnos.

En ella encontraremos el equilibrio perfecto entre cercanía a las playas, monumentos históricos y planes nocturnos y diurnos.

Además, posee una de las mayores ofertas de alojamiento en el Algarve, y con una excelente relación calidad-precio. Sobre todo, si no viajamos en temporada alta y reservamos con cierta antelación.

Pasear por su puerto deportivo, visitar la muralla del Castelo dos Governadores, darnos un baño en las playas de Doña Ana o Camilo, o tomarte algo en los alrededores de la plaza de Luís de Camões son algunas de las cosas que podemos hacer en Lagos.

Sin duda, tendremos que regresar, una y otra vez, a esta maravilla portuguesa, porque en un solo viaje no podemos abarcar las muchas cosas que ver en el Algarve.