Las teorías conspiratorias más famosas de la astronomía
Alejandro Riveiro
La astronomía no se ha librado de verse sujeta a algunas teorías conspiranoicas que, pese a estar ampliamente desmentidas, han perdurado en el tiempo. Las más sonadas, sin duda, son que la Tierra es plana o que nunca se llegó a la Luna.
La forma de la Tierra, una de las teorías conspiratorias más extendida
Una de las teorías conspiranoicas más populares sugiere que la Tierra es plana, en lugar de esférica. Su origen, curiosamente, no es tan viejo como algunos podrían hacer creer. Es cierto que, en la antigüedad, se creía que nuestro planeta podría ser plano.
Sin embargo, también en la antigüedad, se entendió que no era así. La de Eratóstenes es una de las historias más interesantes. Hace más de 2.000 años, comprendió que nuestro planeta es esférico al comprobar una historia curiosa.
Carl Sagan la rescataba en Cosmos. Eratóstenes había escuchado que, en el solsticio de verano, en Asuán, era posible mirar al fondo de un pozo y ver el Sol reflejado en él. Es decir, no había sombras. Sin embargo, en Alejandría, en ese mismo instante, sí las había.
Así que Eratóstenes decidió comprobar si era verdad, así como medir la distancia que separaba ambas poblaciones. Se preguntó cómo era posible que, al mismo tiempo, los rayos del Sol no produjesen sombra alguna en la ciudad de Asuán, pero sí en Alejandría.
La única posibilidad era que la Tierra fuese esférica. No solo eso, a partir de su suposición, calculó la circunferencia del planeta. Aristóteles, igualmente, fue capaz de deducir la forma de la Tierra al observar la forma de la sombra de la Tierra en los eclipses lunares.
En realidad, las conspiraciones modernas que afirman que la Tierra es plana nacen entre finales y principios de los siglos XIX y XX, e intentan convencernos de que hasta hace solo unos siglos se creía que la Tierra era plana, cuando en realidad es mentira.
Y si no es plana, está hueca por dentro, otras teorías conspiratorias
Hay, literalmente, miles de años de evidencias que demuestran que nuestro planeta no es plano. Eso no ha impedido que algunos conspiracionistas se mantengan empeñados en intentar un relato completamente diferente.
La llegada de las nuevas tecnologías ha facilitado que personas de todo el mundo se puedan unir. Esto también abarca a los conspiracionistas, que han encontrado en Internet un refugio donde poder encontrarse con personas que piensan como ellos.
Curiosamente, otra teoría conspiranoica defiende que la Tierra está hueca por dentro. Es decir, consideran que es esférica, pero que por dentro está completamente hueca. Tanto es así que, defienden, en el centro de la Tierra habría una estrella.
El interior del planeta estaría habitado y no sería más que una especie de caparazón hueco. La realidad es que el estudio de la Tierra permite determinar que es sólido. Su densidad, por ejemplo, solo se explica con un interior sólido.
Lo más gracioso de toda esta historia es que terraplanistas y tierrahuequistas no se soportan. Ambos defienden su propia conspiración y la consideran incompatible con la suya. Porque claro, si la Tierra está hueca por dentro, no puede ser plana.
Del mismo modo, si es plana, no puede estar hueca por dentro. Es una historia que resulta de lo más llamativa, porque parece que incluso entre los conspiranoicos hay conflictos. Pueden acusarse a sí mismos de no creer en una teoría conspiratoria.
La llegada a la Luna que SÍ se produjo (y se repetirá)
Una teoría conspiratoria que, sorprendentemente, se mantiene en pie, es la de que nunca se llegó a la Luna. Es algo que resulta llamativo si tenemos en cuenta el contexto en el que se produjo el programa Apolo y la llegada del ser humano a la Luna.
Por un lado, porque los conspiranoicos parecen olvidarse de que se llegó a la superficie de la Luna en seis ocasiones diferentes (con las misiones Apolo 11, 12, 14, 15, 16 y 17). Para ellos, parecería que la única misión a desmentir es Apolo 11.
No podemos olvidar que la Carrera Espacial se desarrolló en plena Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética. No solo eso, era la URSS la que estaba ganando ampliamente a los estadounidenses. Habían logrado muchas hazañas.
Los soviéticos fueron los primeros en enviar un hombre y una mujer al espacio (Yuri Gagarin y Valentina Tereshkova, en las misiones Vostok 1 y 6, respectivamente). También lograron desplegar el primer satélite en órbita terrestre (Sputnik 1).
Si Apolo 11 hubiera sido un montaje, la URSS habría aprovechado la oportunidad para terminar de machacar a un rival al que estaba ganando en la carrera espacial. No solo eso, millones de personas siguieron aquella misión en directo por televisión.
Además, desde otras naciones, como Alemania, Australia o Reino Unido, se realizó un seguimiento de la misión Apolo 11, y se comprobó que la misión realmente estaba allí. Pero, en este sentido, hay un vídeo que resulta particularmente interesante.
La realidad es que, con la tecnología de la época, no era posible fingir en un estudio la llegada a la Luna: