Los bosques tropicales ya no absorben dióxido de carbono al ritmo que lo hacían

Los bosques tropicales de la tierra han bajado el ritmo al que absorben dióxido de carbono. ¿Có
mo afectará ese cambio al clima terrestre?

Mario Picazo

Mario Picazo

Los bosques de todo el mundo están absorbiendo grandes cantidades del dióxido de carbono que emitimos los humanos a la atmósfera, un proceso que ayuda a mitigar el cambio climático debido al aumento de las concentraciones de carbono. Solo el año pasado, los bosques de la Tierra secuestraron cerca de 37,000 millones de toneladas, lo que equivale al 30 por ciento de las emisiones anuales de carbono.

Sin embargo, un reciente estudio muestra que la manera en la que el carbono se absorbe en la superficie terrestre está cambiando. Los bosques tropicales absorben menos que antes, y los bosques boreales situados en latitudes altas se están convirtiendo en sumideros de carbono cada vez más eficientes.

Mapa de la distribución de los principales biomas terrestres., Fuente: Targesson et al vía Nature Ecology and Evolution.

El estudio publicado en la revista Nature Ecology and Evolution, usa una nueva técnica analítica diseñada por el grupo de investigadores que dirige Torbern Tagesson. La percepción remota y los datos generados con modelos numéricos, son las principales fuentes de información para entender cómo se han producido las pérdidas y ganancias de carbono en los biomas del planeta durante el período de 1922 a 2015.

Dos ecosistemas principales, los bosques tropicales y boreales, son responsables de almacenar hasta un 53 por ciento de carbono, aunque últimamente parecen estar funcionando a ritmos diferentes.

Los bosques tropicales y boreales, almacenan hasta un 53 por ciento del carbono

El carbono de la atmósfera llega a la superficie terrestre a través de árboles y otras formas de vegetación cuando se llevan a cabo procesos fotosintéticos para construir nuevos elementos vegetales como hojas, raíces o ramas. Esto ocurre constantemente en todos los principales biomas mundiales, como los bosques tropicales o los bosques boreales de latitudes altas.

Los bosques boreales de la tierra son cada vez más eficientes a la hora de absorber dióxido de carbono.

El año pasado, los bosques mas septentrionales del hemisferio norte absorbieron la mayor parte de las emisiones de carbono, principalmente porque cubren una mayor superficie terrestre.

Sin embargo, los bosques tropicales, suelen ser más eficientes a la hora de ingerir carbono, debido a que las condiciones atmosféricas suelen ser favorables en esas regiones, como por ejemplo, el hecho de recibir más horas de sol.

Más allá de la extensión que tengan o la capacidad de ingerir carbono mencionada, Tagesson y su equipo han descubierto que el principal impulsor de la pérdida de carbono en los bosques tropicales durante el período estudiado, fue la deforestación.

Amplias zonas de la Amazonía, Indonesia u otras áreas del sudeste asiático, están experimentando una rápida extracción de bosques con el fin de proporcionar tierras para nuevos cultivos o la cría de ganado.

Mientras tanto, los bosques boreales han aumentado su capacidad de secuestrar carbono, aunque no está completamente claro por qué. Según el equipo de investigación, la causa más probable es una mayor fertilización debido al aumento de los niveles del dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera.

Una mayor concentración atmosférica de gases como el dióxido de carbono, potencia el crecimiento de las plantas y, a su vez, aumenta la cantidad de dióxido de carbono que estas pueden absorber.

Tendencia de la absorción de carbono en bosques tropicales (línea roja) y boreales (linea negra) durante los últimos 25 años. Fuente: Targesson et al vía Nature Ecology and Evolution.

Una mayor extensión de bosques boreales explica el aumento de la absorción de dióxido de carbono, durante el período 1992 – 2015. El gráfico anterior muestra un claro aumento de los valores del carbono consumido por bosques boreales, en comparación con la reducción en los bosques tropicales. Los datos también proporcionan una imagen más clara de cómo los ciclos de carbono terrestre están cambiando en las regiones boscosas del planeta.

Según los autores, la singularidad de este estudio en comparación con estudios previos, es que antes solo se examinaba el llamado ¨verdor» de la superficie para estudiar la actividad forestal, y este analiza la biomasa aérea. Este tipo de datos proporciona información más sólida de toda la materia vegetal viva que se extiende por la superficie, un dato más exhaustivo del carbono almacenado en los bosques. 

El constante aumento de las concentraciones de dióxido de carbono en el siglo XXI, está cambiando la forma en la qué los bosques gestionan la absorción de carbono. La sequía, las olas de calor y otros cambios impulsados ??por el nuevo clima en el que vivimos, podrían alterar aún más la manera en la que los bosques terrestres interactúan con futuras concentraciones de carbono en la atmósfera.