Meteopedia

Amplitud térmica

¿Qué es la amplitud térmica?

La amplitud térmica hace referencia a la diferencia entre la temperatura máxima y mínima que se registra en un lugar en un cierto periodo de tiempo. También se denomina oscilación térmica.

La amplitud térmica diaria (diferencia entre la máxima y mínima en un día) es la más comúnmente utilizada y la que suele aparecer en las previsiones meteorológicas.

Sin embargo, también resulta de interés climático la amplitud térmica anual (diferencia entre la temperatura media del mes más cálido y la del mes más frío). Su estudio es muy importante, ya que nos permite conocer más detalles acerca de los diferentes climas.

¿Qué provoca la amplitud térmica diaria?

En general, la temperatura máxima del día se alcanza durante las horas centrales del día, mientras que el valor mínimo se registra a últimas horas de la madrugada, justo antes del amanecer o poco después de éste. Esto se explica principalmente por la rotación de la Tierra.

Durante el día, la radiación solar entrante es muy superior a la radiación infrarroja emitida desde la superficie (la superficie se calienta); por el contrario, durante la noche, en ausencia de radiación solar, sólo actúa la emisión de radiación terrestre, y consecuentemente, la superficie se enfría.

No obstante, esto no siempre es así, ya que hay días en los que debido a los propios cambios en la situación meteorológica, las máximas y mínimas diarias se den a diferentes horas. Por ejemplo, con una entrada de aire frío durante el día, puede ocurrir que la máxima se dé a primeras horas y la temperatura vaya bajando paulatinamente. En el caso opuesto (entrada de aire cálido), ocurre lo contrario, con la máxima temperatura al final del día.

En alta montaña, por ejemplo, la temperatura de la masa de aire presente en capas medias suele tener mayor relevancia que el grado de insolación en la temperatura registrada.

¿Qué provoca la amplitud térmica anual?

La variación de la temperatura entre las distintas estaciones se debe fundamentalmente al grado de inclinación del eje terrestre, el cual afecta al ángulo de incidencia de la radiación solar.

Cuanto más perpendicular incida la radiación solar, más calor. Esto sucede en los meses de junio, julio y agosto en el hemisferio norte. Por el contrario, en los meses de invierno boreal cuando es verano en el hemisferio sur, se dan allí las temperaturas más altas.

La variación estacional de la temperatura es menor en los trópicos debido a la menor variación en el grado de incidencia de la radiación solar a lo largo del año.

¿Qué parámetros afectan a la amplitud térmica?

La oscilación térmica diaria depende de factores geográficos, astronómicos y meteorológicos como la cercanía al mar, la época del año, la masa de aire presente, la nubosidad, etc…

  • Distancia al mar

En las zonas costeras la amplitud térmica es menor que en las zonas interiores, donde pueden darse enormes diferencias de temperatura (de hasta más de 30 grados).

El mar actúa como un regulador térmico, ya que se calienta y enfría más lentamente que la superficie terrestre. De ahí que las temperaturas de las zonas costeras no sean tan extremas.

  • Nubosidad

Su efecto es particularmente acusado en las mínimas que puedan darse por la noche. En noches con nubosidad, parte de la radiación infrarroja emitida desde la superficie queda retenida en la baja atmósfera por lo que la temperatura no cae tanto como en noches de cielo raso, en las que dicha radiación escapa al exterior sin impedimento alguno.

Además, la presencia de nubosidad durante el día hace que las temperaturas no suban tanto como en su ausencia al impedir que parte de la radiación solar llegue a calentar la superficie.

Por tanto, en general la nubosidad modera tanto las temperaturas diurnas como las nocturnas, reduce la amplitud térmica.

  • Topografía

La amplitud térmica diaria puede resultar mayor en los valles y mesetas que en las zonas elevadas y en ladera en ciertas ocasiones. Esto se debe principalmente al mayor enfriamiento nocturno que se produce en las zonas más llanas y “recogidas”, en las que las temperaturas mínimas pueden ser bastante más bajas que en zonas colindantes más elevadas. A este fenómeno se le denomina inversión térmica.

La inversión térmica es más común en las noches anticiclónicas de invierno, en las que el suelo se enfría rápidamente al emitir radiación. El suelo a su vez enfría la capa de aire más superficial, volviéndose más densa y pesada que la capa que tiene por encima. Al haber una gran estabilidad (ausencia de viento) se impide la mezcla de capas, quedándose el aire más frío retenido en las zonas deprimidas.

En ocasiones, la estabilidad atmosférica es tan acusada (muy altas presiones y ausencia total de viento) que incluso durante el día las temperaturas máximas son más bajas en las zonas bajas que en las zonas más elevadas.

Un ejemplo muy ilustrativo de este fenómeno se da en Madrid, donde muchas veces las mínimas alcanzadas a orillas del Manzanares son hasta 5 grados (o más) inferiores que las registradas en barrios altos de la ciudad.

Tanto en las proximidades de los polos (latitudes altas) como en la franja tropical (latitudes bajas) es donde se tienen las menores oscilaciones térmicas, siendo en las latitudes medias donde se dan las mayores diferencias de temperatura.

Amplitud térmica en España

En España la oscilación térmica diaria es mayor en todo el interior peninsular, debido principalmente al factor de la continentalidad. En promedio, la variación diurna en estas zonas es superior a los 10 grados, mientras que en zonas costeras en inferior a los 8 grados.

Es a principios del otoño y a principios de la primavera cuando se tienen las mayores amplitudes térmicas, pudiéndose superar holgadamente los 20 grados de diferencia entre la máxima y la mínima en días anticiclónicos en zonas interiores propicias a la inversión térmica. No obstante, prácticamente en cualquier época del año se tienen registros de amplitudes superiores a dicha cifra.

Por otro lado, la amplitud térmica anual oscila desde valores superiores a los 20 grados en zonas interiores a apenas 5 grados en las Islas Canarias.