Hablar del cierzo es hablar de forma sine qua non del valle del Ebro. Un viento que no deja indiferente a nadie cuando sopla, ya que lo acostumbra a hacer con violencia, es molesto en muchas ocasiones y siempre va asociado a un descenso brusco de las temperaturas.
¿Qué es el cierzo?
Cierzo es el nombre que recibe el viento que sopla del noroeste en todo el valle del Ebro. Proviene de Navarra y el País Vasco y es un clásico de todo el valle del Ebro, pero especialmente en Aragón.
Normalmente, acostumbra a ser frío, seco y, a menudo, sopla con rachas muy fuertes. Va asociado a situaciones post frontales (después del paso de un frente frío) o a situaciones meteorológicas de nortes persistentes.
Zonas afectadas por el cierzo
La provincia de Zaragoza es la más afectada por el cierzo sin lugar a dudas, aunque también sopla mucho en el norte de Teruel o el sur de Huesca.
Fuera de Aragón, destacan también Navarra y, especialmente, las comarcas del sur de Tarragona y todo el Delta del Ebro, donde se acostumbran a registrar las rachas de viento más fuertes, debido al efecto Venturi que producen las sierras del interior de Tarragona, en Cataluña. A menudo se pueden superar fácilmente los 100 km/h.
Valle del Ebro: Zaragoza y su entorno
La geografía del valle del Ebro y la configuración de su relieve es clave a la hora de explicar porqué sopla tanto viento en esa zona. El factor determinante es el efecto embudo que se produce en el valle del Ebro por las cordilleras y numerosas sierras existentes en el norte y en el sur de Aragón.
En su centro, prácticamente, se ubica Zaragoza. Así pues, no es de extrañar que la ciudad se vea constantemente afectada por estos episodios constantes de fuertes vendavales que condicionan la vida cotidiana en la ciudad, aunque la mayoría de sus habitantes ya están acostumbrados.
Influencia en otras áreas cercanas del noreste de España
Otras zonas donde el cierzo se deja sentir y de que manera es en el litoral de Tarragona, en Castellón y también en las islas Baleares. También destaca el norte de Cataluña, en el Ampurdán, por sus rachas fuertes en episodios de cierzo, pero en ese caso y debido a los Pirineos, el viento de noroeste se ve obligado a canalizarse por el Golfo de León y gira a norte, llamándose allí y en Baleares, tramontana.
¿Cómo se forma el cierzo?
Factores meteorológicos que lo generan
Hay varios factores que determinan la intensidad y la aparición o no del cierzo. El primero y el más determinante es el gradiente de presión entre el Atlántico y el Mediterráneo.
El viento se genera, por normal general, entre una zona de altas presiones (que muchas veces es el Atlántico) y una zona de bajas presiones (en el Mediterráneo). Siempre va de altas presiones a bajas. Entonces, este diferencial de presiones es lo crea el viento de noroeste, el cierzo. Como más diferencial de presión haya entre ambas áreas, más fuerte será el viento.
Canales orográficos: Pirineo y Sistema Ibérico
Los Pirineos y el sistema ibérico actúan de barreras orográficas naturales y la masa de aire se ve forzada a canalizarse por el extenso valle formando el mítico Efecto venturi. Además, al ser una llanura, la falta de obstáculos, hace que el viento aún se acelere más. De esa forma, el valle se transforma en un corredor natural de viento.
Estacionalidad del cierzo
El viento de noroeste tiene una estacionalidad destacable en todo el valle del Ebro y es durante los meses de invierno cuando sopla más días y de forma más destacable.
También puede soplar en primavera y durante el otoño durante unos días, pero no es tan fuerte ni dura tantos días como si puede hacerlo en invierno.
Durante el verano, en España acostumbra a dominar la baja térmica estival y el cierzo desaparece casi por completo, excepto si llega algún frente frío muy activo que pueda llegar por el norte, pero no es lo más habitual. Si esto ocurre se agradece y de que manera, ya que produce un respiro y una refrescada importante en medio del verano tórrido de toda la cuenca del Ebro.
Características del cierzo
Velocidad y fuerza
Este cierzo acostumbra a soplar, como decíamos, más fuerte en invierno que en otras épocas del año. Mientras que, en otoño o primavera, hay muchos días que puede ser hasta casi una brisa que ni molesta, en invierno, puede haber episodios de auténticos vendavales peligrosos que incluso superen los 80 o 100 km/h en zonas elevadas y libres de obstáculos con situaciones de norte potentes.
Efectos térmicos
Por características de las masas de aire, al venir de noroeste, es un viento que siempre provoca un descenso brusco de las temperaturas en todo el valle del Ebro, ya que proviene del Cantábrico. Acostumbra a soplar después del paso de un frente frío y la masa de aire posterior, de por si, ya es más fría que la existente. Aun así, hay algunas excepciones.
A medida que el cierzo va avanzando por el valle del Ebro y llega a las montañas de Tarragona o Castellón, se produce un fenómeno orográfico, llamado «Efecto Foehn», que recalienta y seca la masa de aire y hace que el viento llegue más cálido al Delta del Ebro y otras zonas del litoral del sur de Cataluña o norte de Castellón donde, de forma transitoria, se disparan las temperaturas.
Beneficios y desventajas del cierzo
Es un viento que puede molestar bastante, por no decir mucho, en invierno, debido a que aumenta considerablemente la sensación de frío. Sin embargo, no todo son aspectos negativos.
Disminución de la contaminación atmosférica
El movimiento de las masas de aire y el viento, en general, ayuda a dispersar las partículas contaminantes, limpia la troposfera y mejora la calidad del aire. En zonas rurales no se nota tanto, pero en ciudades como Zaragoza se agradece para evitar episodios de contaminación elevada como cuando hay anticiclón y nieblas.
Impacto en la agricultura
El cierzo, al ser un viento seco, ayuda a secar los cultivos rápidamente después del paso de un frente que haya dejado algo de lluvia. Así pues, este rápido secado hace que los cultivos permanezcan más sanos y disminuye el riesgo a que puedan aparecer hongos o otras plagas vegetales.
Evidentemente, como todo en este mundo, hay beneficios, pero también desventajas. Una de ellas y la más lógica es la incomodidad que genera en la vida cotidiana, ya que dificulta las actividades en el aire libre, entre otros aspectos.
Erosión del suelo
Por otra parte, en el sector rural, el fuerte viento puede ocasionar erosión significativa del suelo y es capaz de arrastrar diversas capas de superficie, sobre todo en campos sin cultivos que están recién cosechados. Además, en episodios donde el cierzo es persistente, seca extremadamente el suelo y afecta a los cultivos que necesitarán regadío para seguir sobreviviendo.
Impacto en infraestructuras
En episodios de fuertes vendavales cuando las rachas superan los 80 km/h, por muy acostumbradas que estén todas esas zonas del valle del Ebro a este viento, igualmente puede causar daños en tejados, árboles y mobiliario urbano generando un peligro real para la población e incluso también en la movilidad y la conducción.
Curiosidades científicas sobre el cierzo
Su relación con el Mistral y la Tramontana
El mistral, o también llamado «mestral» en Cataluña, no deja de ser el mismo viento de noroeste que afecta en todo el valle del Ebro y también llega a la provincia de Castellón, el Delta del Ebro y norte de la provincia de Tarragona, lo que según en que provincia estemos adopta un nombre u otro.
En cambio, la tramontana si que es otro viento totalmente diferente y sopla más de componente norte puro, aunque también tiene relación con el cierzo. La relación entre ambos se basa en que aparecen al mismo tiempo en casi siempre, aunque según la situación de norte, siempre hay uno que sopla más que el otro. Si es más de componente oeste, soplará más cierzo.
En cambio, si es más norte, soplará más tramontana. Aun así, los dos vientos coinciden en ser secos y fríos, aunque la tramontana en situaciones peculiares también se puede recalentar, igual que ocurre con el cierzo cuando llega en el Delta del Ebro o Castellón.
Además, ambos vientos son dos claros característicos del Mediterráneo occidental y se generan igual, a causa de la compresión de las masas de aire que generan los Pirineos.
Por otra parte, en lo que a extensión se refiere, uno afecta el valle del Ebro, zonas bajas del Delta, Castellón y el mar Balear, mientras que el otro, la tramontana, afecta la provincia de Girona y especialmente, el Empordà y Menorca. Por lo tanto, podríamos decir que el cierzo es mucho más extenso que la tramontana.
Menciones históricas al cierzo
Es un viento con una gran historia, ya que ha sido mencionado en varios textos literarios y culturales debido a su impacto en la vida cotidiana y en diversos acontecimientos históricos.
Por ejemplo, destaca la Guerra de la Independencia Española, entre 1808-1814, que fueron años de mucho cierzo. Los vendavales complicaban las condiciones a las tropas francesas y la propagación del humo y el polvo dificultaba la visión y el avance en combate.
Hablando ya de cultura popular, no faltan tampoco los refranes que se refieren a este mítico viento. De los más comunes: «Cuando el cierzo sopla, a la gente no le falta ropa», que hace referencia al frío que hace cuando sopla.
También hay jergas de la población del Pirineo hacia la población de Zaragoza, los cuales les llamaban «cheposos». Este mote despectivo hace referencia a cuando los forasteros llegaban a la ciudad y veían a los zaragozanos encorvados por el viento mientras cruzaban el puente de Piedra.
El cierzo en la energía eólica
La energía eólica juega un papel fundamental a la hora de aprovechar el viento del valle del Ebro. El cierzo genera unas condiciones que son óptimas para los aerogeneradores, un viento constante, duradero y no racheado o puntual.
La constancia y recurrencia con la sopla el viento hace que las turbinas funcionen sin parar durante muchas horas al año, excepto en episodios cuando sopla muy fuerte que por seguridad, se paran y se bloquean.
El aprovechamiento de esta energía renovable en el valle del Ebro ha traído muchos beneficios sociales y económicos para la región, generando trabajo y aprovechando las tierras donde se ubican para que los propietarios tengan ingresos extras.
En definitiva, el cierzo es un viento clave que dinamiza la toda la zona afectada, genera beneficios y crea energía eléctrica de forma limpia y renovable. De hecho, la comunidad de Aragón es una de las comunidades de España punteras en la producción de energía eólica.
