México afronta las lluvias más intensas del año: 44 muertos y miles de afectados
El temporal golpea con fuerza el centro y oriente del país. Veracruz, Hidalgo y Puebla concentran los mayores daños tras días de precipitaciones ininterrumpidas.
Javier Castaño
El agua no ha dejado de caer. México vive una de las jornadas más críticas de la temporada húmeda.
Las lluvias torrenciales que se extienden desde el Golfo hasta el altiplano han dejado, de momento, 44 muertos y 27 desaparecidos, según el último balance oficial de la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC).
Casi todo el país está afectado. Treinta y un estados, según el recuento del Gobierno federal.
Veracruz, Hidalgo y Puebla son los más golpeados. Allí los ríos desbordados han anegado calles, puentes y cultivos. El paisaje es el mismo en todas partes: barro, silencio, cables caídos y miles de familias sin luz.
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Veracruz: el agua sube, los accesos se cortan
En Veracruz, el río Cazones se desbordó con una violencia que nadie esperaba. Poza Rica amaneció el viernes convertida en un laberinto de agua. El Ejército ayudó a evacuar a más de dos mil personas.
Dieciocho muertos confirmados, 55 municipios afectados y unas 16.000 viviendas dañadas. Las cuadrillas trabajan a contrarreloj entre derrumbes, carreteras colapsadas y zonas incomunicadas. «El agua llegaba a las ventanas», contó una vecina en una radio local. No había manera de salir, ni siquiera a pie.
Hidalgo y Puebla: la montaña se vino abajo
Más al norte, en Hidalgo, los deslizamientos de tierra sepultaron varias viviendas en comunidades de la Sierra Madre Oriental. Protección Civil confirma 16 víctimas. Hay caminos cerrados, 150 comunidades sin acceso y centros de salud dañados. La lluvia se ha llevado parte del terreno, arrastrando postes, tejados, escuelas.
En Puebla, el balance es también grave: nueve fallecidos, decenas de derrumbes, más de 30 municipios con daños. Los equipos de rescate siguen activos en la Sierra Norte, donde el terreno no deja de moverse.
«Llevamos tres días sin electricidad», explicaba un vecino de Huauchinango. CFE ha logrado restablecer el servicio en parte del estado, pero la tarea sigue lejos de terminar.
Operativo nacional
El Gobierno federal mantiene un despliegue de más de 10.000 efectivos entre Marina, Ejército y Guardia Nacional.
Se distribuyen víveres, se abren caminos y se instalan plantas potabilizadoras en los puntos críticos.
Claudia Sheinbaum, presidenta de México, supervisa la respuesta sobre el terreno. En Veracruz y Puebla ha recorrido varias zonas aisladas y asegura que “nadie quedará desamparado”.
Los trabajos de restablecimiento eléctrico avanzan lentamente. 320.000 usuarios resultaron afectados.
En algunos municipios, apenas se ha recuperado un tercio del servicio. Conagua mantiene vigilancia sobre los ríos Moctezuma y Axtla, todavía al límite.
Lo que explica este temporal
Los meteorólogos del Servicio Meteorológico Nacional relacionan el episodio con la interacción de la tormenta tropical Raymond, los remanentes de Priscilla y un frente frío que cruza el norte. Una combinación que ha dejado lluvias históricas en el Golfo y en el altiplano central.
En ciertas zonas de Veracruz se han acumulado más de 300 milímetros en dos días.
Y el terreno no absorbe más. De ahí los deslizamientos, las inundaciones súbitas y la magnitud del desastre. La humedad persiste, y las autoridades advierten de que el riesgo aún no ha pasado.
Lo que viene
El pronóstico apunta a una mejora parcial en las próximas horas, aunque persistirán los chubascos en el occidente. Los estados de Jalisco, Colima y Michoacán podrían recibir nuevas lluvias asociadas al mismo sistema. Mientras tanto, el Gobierno inicia el censo de daños para planificar la reconstrucción.
En los refugios temporales, las familias intentan descansar. Algunos perdieron todo. Otros solo esperan poder volver a casa cuando el agua lo permita. Las imágenes que llegan de Poza Rica o Huehuetla son el retrato de un país que resiste, una vez más, al poder del agua.