Movilidad sostenible: receta perfecta para mejorar la salud y la del planeta
La movilidad sostenible es un conjunto de estrategias y acciones destinadas a solucionar los problemas medioambientales y sociales de transporte.
Pablo Ramos
El transporte de viajeros y mercancías se ha convertido en uno de los grandes retos de la sociedad actual. Tanto a nivel local como a nivel global. Las emisiones de gases contaminantes, la demanda de combustibles, los atascos y otros problemas relacionados como las patologías respiratorias hacen esencial el fomento de una movilidad sostenible.
¿Qué es la movilidad sostenible?
La movilidad sostenible es un conjunto de estrategias y acciones destinadas a solucionar los problemas medioambientales y sociales. Especialmente los originados por el transporte de personas y de mercancías.
Estos problemas de movilidad se producen, principalmente, en las grandes ciudades. Espacios en los que se concentra mucha población con necesidades de desplazamiento. Y entre ellos destaca, por encima de todo, la contaminación.
Por un lado, unos elevados niveles de contaminación en las ciudades son los responsables de innumerables problemas de salud en la sociedad. Es más, los gases procedentes de los tubos de escape aumentan la incidencia de muchas patologías respiratorias. También la intensidad de las alergias, problemas de salud mental y otras enfermedades.
Por otro lado, la emisión de los gases procedentes del transporte contribuyen de manera considerable al calentamiento global y el cambio climático. Se estima que el transporte es el responsable del 25% de las emisiones de CO2, según el informe de la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA). Unas emisiones que deben reducirse para cumplir con los objetivos marcados por el Pacto Verde Europeo.
¿Cómo tener una movilidad sostenible?
Para tener una movilidad sostenible se deben tener en cuenta diversos aspectos. Por un lado, a nivel particular, promover una movilidad sostenible se puede hacer de una forma sencilla.
Por ejemplo, una persona puede desplazarse de manera sostenible durante los trayectos cortos en ciudad haciéndolos andando o en bicicleta. De esta manera, reduce el uso del coche particular y puede recurrir al transporte público para los viajes urbanos o interurbanos más largos.
De otra parte, a nivel general, el fomento de una movilidad sostenible requiere de un plan global. En este tipo de estrategias, el diseño de los trayectos, del urbanismo y del fomento de alternativa, como los coches eléctricos, son solo algunas de las claves que se deben potenciar para conseguir los objetivos marcados.
«La movilidad es esencial para que las personas puedan acceder al trabajo y a los servicios públicos esenciales como la educación y la sanidad. Además, está íntimamente vinculada a la libre circulación y a la facilidad de los desplazamientos».
Impacta de manera relevante en la calidad de vida de las personas. Además, el reto climático y la salud exigen la adaptación del sistema de transporte hacia una movilidad limpia. Esto es, menos vinculada a la utilización del vehículo privado», apuntan desde el Ministerio de Transportes.
¿Qué beneficios tiene la movilidad sostenible?
En los últimos tiempos la movilidad sostenible ha dejado de ser un objetivo para ser una auténtica necesidad global, especialmente en entornos urbanos.
La movilidad sostenible que abogue por el desarrollo de una red de transporte público óptima (con un correcto funcionamiento) favorecerá su uso por parte de la población. Descongestionando, de esta manera, el tráfico de las ciudades.
Por otro lado, la movilidad sostenible que potencia el uso de la bicicleta y de los paseos como alternativa a los trayectos urbanos más cortos contribuye a mejorar la salud y el estado físico de la ciudadanía. Es decir, contribuye a mejorar el nivel de salud general.
Como consecuencia, un mejor estado de salud de los ciudadanos desatasca el sistema público de sanidad.
Por último, y a nivel ambiental, la movilidad sostenible contribuye de manera directa a reducir el impacto del transporte en el entorno. Y es que, mediante el uso de estas alternativas se reduce la contaminación por emitir un menor nivel de gases procedentes de los motores de combustión.
Este tipo de gases son uno de los grandes problemas de contaminación a nivel mundial pero, de manera destacada, en las grandes ciudades. Y son unos de los principales causantes de los problemas respiratorios y circulatorios que sufren millones de personas.
Ley de Movilidad Sostenible
En España, vistas todas estas necesidades, en los últimos meses se ha puesto en marcha el anteproyecto de Ley de Movilidad Sostenible.
Según el Ministerio de Transportes, esta norma «tiene por objeto principal constituir un marco normativo. El objetivo es que permita que las políticas públicas de transporte y movilidad de las administraciones en España respondan mejor a las necesidades reales de los ciudadanos y a los retos del siglo XXI».
Todo ello, en base a los criterios de sostenibilidad, digitalización y la cohesión social y territorial. «Además, se reconocerá la movilidad, por primera vez, como un derecho y un elemento de cohesión social que contribuye al Estado del Bienestar. Se especifica la necesidad de que las administraciones faciliten el ejercicio de este derecho. Se establecen los principios rectores de las administraciones públicas en esta labor», apuntan desde el Ministerio.
En abril de 2022 se cerró el periodo de opiniones y aportaciones sobre el contenido de la nueva Ley de Movilidad Sostenible a ciudadanos, organizaciones y asociaciones. Fuentes del gobierno comentan que se espera elevar el texto al Consejo de Ministros para su aprobación definitiva antes de fin de 2022. Y que la ley quede aprobada antes de finalizar 2023.
Con ello, el proyecto de la nueva Ley de Movilidad Sostenible se basa en 4 pilares. Los dos primeros son la movilidad como un derecho social y el fomento de una movilidad limpia y saludable. Las dos últimas son la promoción de un sistema de transporte digital e innovador y la inversión de una mejoría al servicio de los ciudadanos.