Muerte dulce: ¿Qué es y cómo prevenirla al usar chimeneas en invierno?

Pablo Ramos

La llegada de las bajas temperaturas trae consigo la puesta en marcha de los sistemas de calefacción y climatización. Pero algunos sistemas para calentar el hogar, especialmente en las zonas rurales y zonas más desfavorecidas, tienen unos riesgos importantes para la salud. 

De hecho, en algunos casos, el uso de ciertos tipos de combustibles en unos entornos inadecuados y con unos sistemas de evacuación de gases o salidas de humos deficientes pueden llegar a causar el fallecimiento. Unos casos que se conocen como la muerte dulce. 

¿Qué es la muerte dulce?

La muerte dulce es el nombre con el que se conoce a los fallecimientos causados por la intoxicación de monóxido de carbono. Es decir, cuando una persona respira monóxido de carbono durante tanto tiempo que impide que los pulmones capten el oxígeno derivando en la muerte de la persona. 

Según la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) “el fallecimiento por inhalación de monóxido de carbono, conocida como la muerte dulce, se produce sin que los afectados se den cuenta del peligro, ya que se van quedando “dormidos” poco a poco, sin sensación de ahogo ni de asfixia”.  Debido a esta pérdida de consciencia con una sensación parecida al sueño, se conoce como la muerte dulce. 

¿Por qué es un riesgo en invierno?

La muerte dulce es un riesgo en invierno ya que se produce por la mala combustión o la insuficiente ventilación de combustibles como el gas natural, la gasolina, el propano, la madera o el carbón. 

Todos ellos materiales o materias primas que sirven para calentar la casa o algunas de las estancias en invierno, especialmente algunas estancias y en zonas más aisladas, como las áreas rurales.

Aunque también puede producirse en algunas casas de las ciudades, en especial, en aquellas casas que tienen que recurrir a estos sistemas para lograr un temperatura confort en el hogar, ya que estos combustibles y sus sistemas de calefacción son más baratos. 

Se estima que cada año fallecen una media de cerca de 120 personas al año en España por intoxicación por monóxido de carbono. Además, hay que tener en cuenta que la inhalación de monóxido de carbono también es un hábito habitual que utilizan algunas personas para quitarse la vida de una forma menos agresiva y violenta. 

Síntomas de la muerte dulce o intoxicación por monóxido de carbono

La muerte dulce es muy peligrosa porque el monóxido de carbono es un gas inoloro e invisible. Además, se dispersa con facilidad, no huele, no se saborea y no irrita. Por ello, su detección es muy difícil si no se dispone de medidores concretos. 

Los síntomas de la muerte dulce o la intoxicación por monóxido de carbono son el dolor de cabeza, las náuseas o vómitos, palpitaciones, mareos, somnolencia y decaimiento general.

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Fuente de imagen: Pixabay

¿Qué hacer? Consejos prácticos para evitar la muerte dulce al usar chimeneas 

En caso de intoxicación por monóxido o muerte dulce, lo primero que se debe hacer es apagar el aparato o el elemento de combustión que genera este gas. Seguidamente, salir de la estancia y abrir puertas y ventanas.

De este modo, se consigue eliminar el monóxido de carbono del ambiente. Y tras ello, llamar al 112 en caso de que los problemas de salud persistan. Además, otro aspecto a tener en cuenta es que se recomienda no dormir con este tipo de aparatos encendidos con el objetivo de reducir las probabilidades de intoxicación. 

“Las medidas preventivas incluyen la revisión periódica de los sistemas de combustión del domicilio, mantenimiento de una ventilación adecuada e impedir la inhalación de los productos de combustión de los motores o vehículos en garajes y espacios cerrados. El empleo de alarmas para detección de CO puede ser una medida efectiva”, apuntan desde SEMES. 

Revisar sistemas de combustión, ventilar bien y usar alarmas de CO previene intoxicaciones.

Chimeneas y monóxido de carbono: lo que necesitas saber

Las chimeneas son unos elementos habituales en las casas de pueblo y viviendas adosadas o chalets que se utilizan para calentar el hogar y las estancias los días fríos

Como norma general, las chimeneas necesitan de un combustible como la madera o el carbón para generar calor y dar temperatura. Unas materias primas que es un combustión emiten gases, como el monóxido de carbono, el principal responsable de la muerte dulce. 

Por ello, es importante realizar una inspección regular de la chimenea, de su caja y de su sistema de evacuación y salida de humos. Los principales peligros asociados a las chimeneas de leña, carbón, gas o pellets son los problemas de combustión incompleta debido al uso de leña húmeda, el gas mal quemado y las obstrucciones en el tiro de la chimenea.

En este aspecto, la ventilación juega un papel crucial en la seguridad de la vivienda. Una inadecuada ventilación puede incrementar la presencia de este gas en una estancia y disparar el riesgo para la salud de las personas que se encuentran en ella. 

¿Cómo limpiar una chimenea para evitar problemas de seguridad? 

Antes de poner en marcha o una chimenea es fundamental prepararla para evitar riesgos para la salud y problemas de seguridad. Lo primero de todo es limpiar el interior y el frontal para eliminar el posible hollín. 

También es fundamental limpiar el tubo de salida de humos y observarlo para ver si hubiera algún tipo de fuga. En estos pasos, se recomienda limpiar en profundidad el interior de la chimenea y eliminar cualquier rastro de suciedad.

Tras ello, se recomienda realizar un encendido de prueba, con las ventanas y puertas abiertas. De este modo, se puede comprobar si el humo evacúa correctamente y no revoca a la estancia. Con estos sencillos pasos, se puede disfrutar de una chimenea de una forma segura. 

Detectores de monóxido de carbono: ¿son realmente efectivos?

En el mercado existen numerosos productos capaces de identificar una presencia peligrosa en el ambiente de monóxido de carbono. Los más conocidos son los detectores de monóxido de carbono y detectores de humo

En función de la calidad de cada dispositivo son más o menos efectivos. Pero los expertos de la Sociedad Española de Medicina de Emergencias y Urgencias consideran que “el empleo de alarmas para detección de CO o monóxido de carbono puede ser una medida efectiva”. 

¿Qué otros aparatos en casa pueden generar monóxido de carbono?

Las chimeneas no son los únicos aparatos que pueden producir CO. Las estufas de gas, las estufas de leña o de otro combustible fósil también son susceptibles de generar monóxido de carbono en su funcionamiento si no queman bien la materia prima.