La ola de calor ya ha causado 360 fallecidos

Las olas de calor son un fenómeno meteorológico extremo que deja unas cifras importantes de muertes y otras consecuencias en la población.

Pablo Ramos

Pablo Ramos

Las olas de calor no sólo perturban la vida de las personas. También tienen una importante incidencia en la población. Incluso pueden llegar a ser las responsables de miles de muertes al año.

La ola de calor de julio, una de las más intensas y prolongadas de los últimos años, está produciendo un aumento significativo de los fallecimientos. Todos ellos vinculados o derivados de las altas temperaturas. 

 ¿Cuántas muertes podría causar esta nueva ola de calor de julio?  

El último informe de la Monitorización de la Mortalidad Diaria por Todas las Causas (MoMo) refleja lo que se comentaba con anterioridad. En lo que va del mes de julio han fallecido 360 personas debido a las temperaturas. Unas cifras que aumentarán notablemente.

Y es que aún no se han registrado los efectos de la ola de calor actual. Para contextualizar, en junio, mes en el que hubo otra ola de calor, se estima que más de 800 muertes en España fueron atribuibles a la temperatura. 

Los grupos especialmente susceptibles son las personas mayores de 65 años.

«En gran medida, la morbi-mortalidad asociada a las olas de calor no se debe de forma directa a las altas temperaturas. O lo que es lo mismo, “golpe de calor”. El mayor impacto atribuible a las olas de calor se relaciona con el agravamiento de otras patologías ya existentes», señala Cristina Linares Gil.

Linares es la Codirectora de la Unidad de Referencia en Cambio Climático, Salud y Medio Ambiente Urbano de la Escuela Nacional de Sanidad. Una organización perteneciente al Instituto de Salud Carlos III. «Estas patologías ya existentes son, fundamentalmente, cardiovasculares y respiratorias», añade Cristina.

Además, esta mortalidad vinculada a las altas temperaturas también tiene relación con otras enfermedades. Por ejemplo, renales, gastrointestinales e incluso neurológicas. De hecho, los grupos especialmente susceptibles son las personas mayores de 65 años.

Los grupos especialmente susceptibles son las personas mayores de 65 años. Fuente imagen: Pixabay

Dentro de este grupo destacan las mujeres mayores de 75 años. Fuera de él, las embarazadas y aquellos profesionales que trabajan en el exterior. 

«Normalmente los efectos del calor ocurren a muy corto plazo. Desde el mismo día que se produce la ola de calor hasta 4 ó 5 días después», recalca Linares. 

¿Se han incrementado los fallecimientos por las olas de calor?

La muertes por olas de calor en Europa en personas mayores de 65 alcanzaron un máximo histórico estimado en 345.000 muertes en 2019. A pesar de estos datos, los planes de prevención en salud pública implantados en España y en Europa han conseguido minimizar los efectos de las temperaturas extremadamente altas sobre la salud.

«Estas medidas han conseguido que las muertes atribuibles al calor en Europa en personas mayores de 65 años no se vean incrementadas en los últimos años». Por ejemplo, en la década 2000-2009, en las 52 provincias y ciudades autónomas españolas, se produjeron 4.400 días con ola de calor.

Estos tenían una mortalidad atribuible de 13.000 muertes. Una media de media de 3 muertes por día atribuible a las olas de calor, de media provincial. Es decir, si hay 30 provincias con ola de calor hay un exceso de 90 muertes sólo en un día.

«El reto se basa ahora en que esa mortalidad atribuible a las altas temperaturas no se incremente. Especialmente con el aumento de la temperatura debido al calentamiento global. Deberíamos articular las medidas de mitigación y adaptación que sean necesarias. Hay que evitar que el impacto de las olas de calor sobre la población vulnerable aumente», esgrime la experta. 

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Fuente imagen: Pixabay

Consejos ante una ola de calor 

Para combatir los efectos de una ola de calor, los expertos recomiendan evitar la exposición al sol. También intentar no realizar ejercicio físico durante las horas centrales del día. Además, se aconseja mantener una hidratación abundante y permanente sin esperar a tener sed. 

Del mismo modo, lo más adecuado es protegerse del sol, tanto con gafas de sol, sombreros y protector solar y utilizar ropa ligera. Igualmente, se aconseja permanecer en espacios ventilados o frescos. Sin olvidar bajar las persianas y cerrar las ventanas durante día y abrirlas por la noche para ventilar.

Las condiciones de salud de cada persona determinarán la incidencia de la ola de calor.

«Las personas de riesgo, como ancianos, personas con enfermedades crónicas, niños pequeños o embarazadas, deben cumplir estas normas con especial cuidado. Además, las personas mayores o enfermas que viven solas deben ser visitadas de forma diaria», apunta la investigadora del Instituto de Salud Carlos III. 

Las condiciones de salud de cada persona son factores que van a determinar la incidencia de la ola de calor en la salud. Así, los pacientes que presentan algunas patologías tienen mayor posibilidades de sufrir los efectos de la ola de calor.

Algunas de ellas son la diabetes, la hipertensión, el asma o EPOC, la insuficiencia renal, la obesidad o enfermedades como el Parkinson, la epilepsia o la demencia.

Estudio/fuente:

  • ​​​​​​​​​INFORMES MoMo 2022/Instituto de Salud Carlos III/Ministerio de Ciencia e Innovación