El nivel de los embalses de España es malo: seguimos al 44,3%

Las reservas hídricas del país se encuentran al 44.3%, lo que supone estar más de un 19% por debajo del 2021 y de la media en 10 años en la misma fecha.

Roberto Granda

Roberto Granda

Tras un diciembre que fue muy cálido y con menos precipitación de la normal en amplias zonas del país, llegó enero. Este mes fue muy seco, aunque no tan cálido, y ya superamos las 5 semanas sin lluvias apreciables en la mayor parte del país. Estas condiciones meteorológicas, junto al consumo, han provocado que el nivel de los embalses descienda de forma constante.

A fecha de 22 de febrero, el nivel de los embalses es malo

El último boletín hidrológico del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico es contundente. Las reservas hídricas del país se encuentran al 44.3% (embalses de uso consuntivo e hidroeléctrico), lo que supone estar más de un 19% por debajo del 2021 y de la media en 10 años en la misma fecha.

Estado de las cuencas a 22 de febrero

La situación es preocupante en algunas cuencas, como la del Guadalquivir. En este momento apenas tiene un 28.5% de agua embalsada, lo que supone estar más de un 33% por debajo de la media de los últimos 10 años. No es la única cuenca con déficits muy serios, ya que su vecino Guadiana se encuentra al 30.3%, lo que implica estar un 32.6% de la media de los últimos 10 años.

Nuestros embalses están un 31% por debajo del valor de febrero de 2021 y casi un 25% por debajo de 2020

Las únicas cuencas con superávit son las internas del País Vasco, a causa de las fuertes precipitaciones de diciembre y principios de enero, y la del Júcar. Esta última de hecho presenta un buen estado, situándose su valor actual más de un 11% por encima de la media de los últimos 10 años.

Nivel de algunos embalses muy bajo, con diferencias entre zonas de una misma cuenca

La cuenca del Tajo, por ejemplo, se encuentra al 45.4% de su capacidad. No obstante, hay importantes diferencias entre el estado de los embalses en sus dos extremos en España. Mientras en la parte baja del tramo español, en Cáceres, se alcanza el 50% en sus embalses, en Guadalajara apenas supera el 30%.

Lo mismo sucede en el Duero, donde entre Zamora y Soria las diferencias de agua embalsada son casi del 20%, encontrándose los niveles de algunos embalses como Ricobayo (Zamora) en apenas el 33.7%.

Sin duda, como ya se ha comentado, lo peor está en el sur. En Málaga el agua embalsada apenas supera el 32% de la capacidad total, con embalses como el de La Viñuela en el 14.6%.

nivel embalses Iznájar
Embalse de Iznájar

Otro caso muy llamativo en Andalucía es el de Iznájar, en la cuenca del Guadalquivir. Este embalse, cuya capacidad es de 981 hectómetros cúbicos, se encuentra actualmente en 248, lo que supone aproximadamente el 25% de su capacidad.

Los recursos subterráneos también tienen una importante presión

No sólo las masas de agua superficiales son relevantes a la hora de hablar de reservas hídricas. El agua que se encuentra bajo nuestros pies, en acuíferos, es vital, ya que alimenta muchos ríos y manantiales. La situación de muchos acuíferos en nuestro país es preocupante, con niveles en constante descenso a causa de un uso de sus recursos muy superior a la recarga de los mismos.

Debido a sus bajos niveles, hay importantes humedales de nuestro país, como las Tablas de Daimiel o Doñana que están muy afectadas o casi no tienen agua, como es el caso del primero de estos dos Parques Nacionales.

Sin perspectivas de lluvia, la situación es preocupante: posible sequía en ciernes

El año 2021 ya cerró con los embalses de España al 50% de su capacidad. Este año, el nivel de los embalses se encuentra ya en una situación preocupante, pero es probable que vaya a peor. La perspectiva para febrero es que se mantenga la anomalía seca en casi todo el país. A esto se suma que las reservas en forma de nieve son escasas en gran parte de los sistemas montañosos.

Además, las previsiones a largo plazo tanto del centro europeo como de la NOAA apuntan a que la tendencia se mantendría en marzo, con poca mejora en los siguientes meses.

Predicción de anomalías de precipitación para marzo-abril-mayo 2022. Fuente: NOAA

No obstante, hablamos de plazos largos y ya sabemos que la atmósfera es un sistema caótico, cuya predicción se dificulta al aumentar el plazo. No obstante, las señales por ahora no son positivas, y se tendrán que empezar a tomar medidas para reducir el consumo de agua si queremos estar preparados ante la posible sequía.