Obstáculo en las estaciones de esquí: el coste de la nieve artificial se dispara

El aumento del precio de la energía y electricidad causará previsiblemente un importante coste a las estaciones de esquí en la producción de nieve artificial.

Pablo Ramos

Pablo Ramos

En las semanas previas al invierno, las estaciones de esquí y otras instalaciones deportivas invernales se preparan para la temporada. Un tiempo en el que se adecuán las instalaciones y se realizan los últimos preparativos para la llegada de los esquiadores, snowboarders y turistas.

Tras una pandemia y las limitaciones a la movilidad de los últimos años, este año las estaciones de esquí van a tener que enfrentarse a un nuevo obstáculo como es el incremento del coste de la nieve artificial, de su producción y de la puesta en marcha de los remontes.

Además de los costes de mantenimiento y de personal, los gastos principales para el funcionamiento de una estación de esquí son la electricidad y el combustible. Electricidad para hacer funcionar los remontes, los telesillas, los telecabinas o teleféricos así como los cañones de nieve y combustible para que las máquinas pisanieves realicen su trabajo cada tarde.

nieve-artificial-cambio-climatico

Por ello, el precio de la luz afecta en especial a un sector que necesita la nieve para funcionar. Ya sea en forma de precipitaciones o de manera artificial. De hecho, se estima que los últimos cañones para producir nieve artificial tienen un consumo medio de unos 30 kWh/m3 cuando están conectados a una red normal.

Se estima que los cañones para producir nieve artificial tienen un consumo medio de unos 30 kWh/m3

Hasta ahora, los costes de energía resultaban asumibles para las instalaciones invernales. Sin embargo, con los precios actuales, muchas instalaciones se plantean limitar ciertos servicios y horarios, en especial en países como Francia y Suiza.

En el caso de España, las estaciones de esquí han mostrado su preocupación por la escalada de precios. De hecho, actualmente se encuentran estudiando adoptar alguna medida para intentar paliar esta subida de la luz.

En estados como Alemania, las asociaciones de deportes de invierno ya han dado la voz de alarma. Es más, debido al incremento de los costes, no se pueden descartar cancelaciones en algunas de las pruebas de las Copas del Mundo de deportes de invierno.

Por ejemplo, se estima que hacen falta más de un millón de kilovatios hora cada temporada para congelar las pistas del popular deporte de invierno llamado «bobsleigh«. Un consumo de energía similar al de un pueblo de 250 hogares con cuatro personas durante un año.

No obstante, hay que recordar que varias investigaciones ya han advertido desde hace años que la fabricación de nieve artificial requerirá más energía. Y con ello, un incremento de los costes de producción y de electricidad para que los cañones de nieve funcionen.

En este sentido, la Asociación Americana de Química (ACS por sus siglas en inglés) detallan que “operar cañones de nieve requiere energía” y lo más probable es que “esa energía provenga de combustibles fósiles como el gas.

“Es posible que la producción de nieve esté contribuyendo aún más a las emisiones relacionadas con la energía por lo que es probable que la propia generación de nieve artificial se convierta en parte del problema energético”, apuntan desde esta entidad.