Pablo Ramos
La presencia de medusas en las playas españolas es una de las preocupaciones más habituales en verano. Y es que, sin picaduras pueden ser muy molestas y causas daños importantes. No obstante, hay que tener en cuenta que la presencia de medusas en el mar Mediterráneo y en otros puntos de las costas españolas son situaciones recurrentes.
Es decir, suceden con cierta frecuencia. Por ello, resulta interesante conocer qué factores son lo que influyen en una mayor (o menor) presencia de medusas en las costas españolas.
Factores que influyen en la mayor presencia de medusas en verano
Los factores que determinan la presencia de medusas en un lugar principalmente son:
Las corrientes de viento y las marinas
Las corrientes oceánicas «deciden» hacia donde se mueven las medusas, ya que se mueven con ellas. Bien es sabido que lo que condiciona a las corrientes del mar son precisamente los fenómenos meteorológicos que se produzcan durante el verano.

La dirección y la intensidad del viento, que mueve las mareas y el mar en general, es, por lo tanto, un factor determinante. Según este, variará el número de medusas que se acercan a nuestras playas.
La temperatura del agua y la salinidad
Las medusas suelen habitar unos 30-60 kilómetros de la costa, donde el agua del mar es más cálida y presenta mayor nivel de salinidad. Por el contrario, en la costa el agua tiende a estar más fría y «menos salada». Esto actúa como barrera protectora.
Cuando por determinadas circunstancias, durante el verano, el agua del mar se sobrecalienta o tiene mayor nivel de salinidad, es probable que haya más medusas en las playas.
El nivel de precipitaciones previo en primavera, clave para prever si habrá medusas en verano
En Meteorología, todo está muy relacionado. La presencia de medusas en la costa depende también de la primavera. Si en los meses previos al verano el nivel de precipitación es alto o las nevadas frecuentes, por los ríos bajará más cantidad de agua dulce durante el deshielo.

Teniendo en cuenta que las medusas habitan en aguas con niveles de salinidad altos, este agua dulce que bajar por los ríos y acaba en el mar, actuará como barrera de protección frente a esos incómodos animales.
La presencia de depredadores
La cadena alimentaria de los animales marinos también es fundamental en una mayor (o menor) presencia de medusas en nuestras costas.

Y es que, estos celentéreos son el alimento de otros animales que habitan los mares. Por ejemplo, de atunes, caballas o incluso tortugas. La desaparición de sus depredadores por prácticas como la pesca favorecen que haya superpoblación de medusas y aparezcan con más asiduidad por las costas.