Cómo protegerse del sol en primavera

La piel también recibe radiación solar en primavera, por lo que es importante protegerla debidamente.

Pedro Soriano

Pedro Soriano

Aunque la mayoría de la población pone especial atención en la protección solar durante la estación estival, los rayos del sol en primavera son lo suficientemente fuertes como para usar protección solar con el mismo rigor y precaución que durante el verano.

¿Cambia el sol en primavera?

Existen diferentes factores a tener en cuenta en primavera que alertan que tomar el sol en exceso puede ser perjudicial para la salud. Hay que tener en cuenta que los días se hacen más largos y, por tanto, la exposición al sol también se ve aumentada.

La dosis de radiación recibida en un momento determinado depende de múltiples factores. Estos son la latitud, la altura sobre el nivel del mar, la época del año, la presencia (o no) de nubes, las partículas en suspensión y el espesor de la capa de ozono.

También se debe considerar el riesgo de la exposición solar indirecta. Esa exposición es emitida por las superficies reflectantes como la nieve, arena o agua de mar.

protección solar primavera
Imagen del sol. Fuente: Foto de Rajiv Bajaj en Unsplash

Protegerse del sol: ¿qué función tiene la piel?

Con el buen tiempo, apetece estar más tiempo al aire libre y en ocasiones, tiende a olvidarse que la piel se encuentra más sensible a los efectos del sol. La protección solar en primavera es primordial para evitar problemas de salud.

Hay que tener en cuenta que la piel es el órgano más extenso del organismo con una función principal: la protección. Además, está expuesta de manera constante a factores ambientales o externos que pueden provocarle daño.

La luz ultravioleta puede dañar las células de la epidermis. En concreto el material genético, ADN

En la piel hay melanina, un pigmento natural de la piel que protege de los efectos de la radiación ultravioleta del sol. La melanina es la responsable de que la piel se oscurezca y evita que la piel se queme o que se dañen los núcleos celulares de la epidermis.

Es común escuchar los principales problemas que conlleva la exposición solar sin protección de manera prolongada, como son las quemaduras y el cáncer de piel.

La radiación ultravioleta es la principal responsable de los efectos nocivos derivados de la exposición solar. Y esto a pesar de suponer únicamente el 5% de la exposición a radiaciones en la superficie terrestre.

Las radiaciones UVA pueden provocar también envejecimiento prematuro (fotoenvejecimiento) como arrugas, manchas solares (pigmentación) o pérdida de elasticidad en la piel.

La luz visible supone el 44% del total de la radiación solar

La protección solar en primavera es muy importante. Tras el invierno, los niveles de melanina en la piel son bajos. Se activa la síntesis de melanina en nuestra piel cuando se expone al sol. Así se evitan quemaduras o daños celulares que provoquen un problema mayor como el cáncer de piel o melanoma.

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Algunas medidas para protegerse del sol. Fuente: Foto de Antonio Gabola en Unsplash

¿Cómo se debe proteger la piel frente a las radiaciones solares?

Se denomina fotoprotección a las medidas que se pueden emplear para disminuir la interacción entre la radiación ultravioleta y la piel. El objetivo es el de reducir los efectos nocivos de la misma.

El 50% de la radicación UVA sucede a la sombra o dentro de los edificios a través de las ventanas

Las recomendaciones para abordar la fotoprotección más efectivas son:

– Cambios en el estilo de vida. Enfocados en disminuir el daño en la piel, reduciendo la exposición a la radiación.

– Evitar la exposición directa. Buscando áreas de sombra, en especial entre las 10:00 y las 16:00 horas.

– Fomentar el uso de ropa que cubra la mayor superficie corporal posible. Además, que sea de material fotoprotector. Sin olvidar el uso de gafas de sol y de sombreros con ala ancha.

– Utilizar de manera regular fotoprotección (cremas solares) de amplio espectro para las radiaciones tipo UVA y UVB, con un factor de protección solar (SPF) mínimo de 30.

– Reaplicar de manera regular el fotoprotector cada 2 horas, especialmente tras el baño para asegurar la protección.

Protección solar tópica ¿qué tenemos que saber?

Aquí surgen dudas como qué tipos de protección tópica son las más reconocidas o cuándo se debe aplicar la crema solar. También es muy común preguntarse con cuánto tiempo de antelación a la exposición solar debe aplicarse.

La protección solar tópica es la que más se conoce dentro de la fotoprotección y la más común. Presenta una gran eficacia demostrada frente a procesos de daño celular, por su función protectora frente a la radiación UVB.

Existen 32 tipos de sustancias aprobadas para su uso como filtros protectores en la UE

Tipos de protección solar tópica

La protección solar tópica la podemos dividir en tres. Los filtros inorgánicos, los orgánicos y fotoprotección oral.

Filtros inorgánicos

Son los que se conocen como pantalla opaca que reflejan y dispersan la luz visible, ultravioletas e infrarroja. Se puede decir que son vestimentas más recomendadas para los niños, personas mayores y pacientes con enfermedades fotosensibles como por ejemplo, lupus.

Filtros orgánicos

Interaccionan y absorben la reacción solar de las radiaciones. Presentan mayor riesgo de reacciones cutáneas de contacto. Como mínimo, hay que utilizar una crema solar de amplio espectro que cubra las radiaciones UVA, UVB y con un factores de protección mínimo de 30.

Un reciente estudio sobre las indicaciones y tratamiento fotoprotector del servicio de Dermatología del Hospital Universitario Ramón y Cajal, recomienda el uso diario aplicando 2mg/cm2 de crema, 15 minutos antes de la exposición solar.

Sumado a esto, las replicaciones deben ser cada dos horas. Sin olvidar que hay que hacer hincapié en su uso más frecuente en situaciones de sudoración o inmersión en el agua.

Fotoprotección oral

La fotoprotección oral es la más novedosa. Consiste en la administración de principios activos a través de una medicación. Está generalmente compuesta por antioxidantes que ayudan a modular los efectos de la radiación ultravioleta.

Esta protección vía oral ayuda también a favorecer la reparación del daño del ADN a causa de la radiación ultravioleta. No existe una pauta estandarizada, su prescripción por parte de los dermatólogos es más extensible durante los meses de verano.

Sólo se dispone de una sola piel y esta es para toda la vida. Por esta razón hay que que concienciarse de cuidarla y protegerla de agentes externos.

Estos agentes pueden provocar problemas de salud importantes que impacten de manera negativa. Protegerse del sol es necesario, por lo que no hay que dudar en consultar a las enfermeras expertas en temas de la piel y, por supuesto, a los dermatólogos.