¿Qué es la vibración atmosférica inducida y por qué se ha relacionado con el apagón?
No existe evidencia científica que relacione una vibración atmosférica inducida con un apagón eléctrico de esta magnitud
Redacción
En las horas posteriores al gran apagón eléctrico del 28 de abril que dejó sin suministro a España, Portugal, Andorra y parte del sur de Francia, algunas voces en redes sociales y medios de comunicación apuntaron la posibilidad de que el origen estuviese en un fenómeno natural o atmosférico.
Entre las hipótesis naturales –que han sido ya descartadas todas por los datos disponibles–, también se ha mencionado otro concepto menos conocido: la vibración atmosférica inducida. ¿Qué significa realmente este término y puede estar relacionado con un evento eléctrico de esta magnitud?
Una perturbación oscilatoria del aire
La vibración atmosférica inducida hace referencia a oscilaciones o perturbaciones del aire en la atmósfera, provocadas por fuentes externas. Estas fuentes pueden ser tanto naturales como artificiales, y generan ondas mecánicas que se propagan en el fluido atmosférico.
En condiciones muy específicas, este tipo de fenómenos puede influir en determinados sistemas de comunicaciones o medición de ondas, pero no existe evidencia científica de que pueda inducir apagones eléctricos generalizados.
Para que una vibración atmosférica afectara la red eléctrica, tendría que desencadenar una cadena de efectos muy complejos, capaces de alterar simultáneamente infraestructuras críticas de alta tensión, distribución y automatización en varios países.
La AEMET no ha registrado oscilaciones atmosféricas anómalas que puedan explicar el corte del suministro eléctrico
Sin registros anómalos ni señales meteorológicas extremas
Además, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha confirmado que no se han registrado oscilaciones atmosféricas significativas en las horas previas ni posteriores al corte del suministro. No se han detectado cambios bruscos de temperatura, fluctuaciones de presión, ni otros indicadores que apunten a una perturbación de este tipo.
Por tanto, la vibración atmosférica inducida no puede considerarse una causa plausible del gran apagón. Su uso en algunas explicaciones recientes carece de fundamento técnico contrastado y responde, más bien, a la necesidad de buscar causas alternativas antes de que se publique un informe oficial con conclusiones técnicas definitivas.
A la espera de los resultados de la investigación, todo apunta a un fallo técnico o humano en la red eléctrica de transporte o interconexión. La magnitud del suceso, que afectó a millones de personas y dejó fuera de servicio infraestructuras esenciales, hace pensar en una interrupción sistémica de carácter no natural.