¿Qué esfuerzos está haciendo la OTAN contra el cambio climático?

La OTAN ha anunciado en Madrid sus objetivos de lucha contra el cambio climático. En su primer discurso en la cumbre española, el secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg, ha cuantificado los esfuerzos de la OTAN contra el cambio climático.

Según sus declaraciones, se van a reducir las emisiones de CO2 en «un 45% hasta 2030». También se ha comprometido a llegar a las «cero emisiones en 2050».

Junto a estos objetivos, desde la Alianza se ha enfatizado la necesidad de disminuir la dependencia del petróleo. Una dependencia cuyas consecuencias han quedado patentes en la guerra de Ucrania. Stoltenberg ha afirmado que los «ejércitos más resistentes serán aquellos que no dependan de los combustibles fósiles».

Diversificar las fuentes de energía

«La forma en que Rusia está utilizando la energía como arma de coerción destaca la necesidad de alejarnos rápidamente del petróleo y el gas rusos». Así lo ha advertido el secretario general de la OTAN, quien ha subrayado que «debemos diversificar nuestras fuentes de energía y nuestros proveedores».

La OTAN apuesta por incorporar tecnologías verdes en los ejércitos.

En esta línea, la Alianza Atlántica insta a los aliados a la implementación de tecnologías verdes en los ejércitos. También a compartir las buenas prácticas con el resto de los socios. Por su parte, la OTAN asegura que también estudiará ampliar equipos y material de tecnologías innovadoras bajas en carbono en sus próximas adquisiciones.

Un cambio de estrategia

Tras ver el desastre ambiental, además de humanitario, que la invasión de Ucrania está produciendo, las palabras del secretario general sobre los planes de la OTAN contra el cambio climático serían un cambio de paradigma radical en la concepción de las políticas militares, si de verdad tienen efectos reales y no se quedan en declaraciones.

Ya en su informe ‘NATO 2030‘ de 2020, la organización señaló «la transición verde» como una solución «beneficiosa para todos». El estudio recalca que las reducciones de emisiones, junto con tecnologías verdes, pueden «aumentar el alcance y eficacia» de las operaciones.

Además, explica que «equipos con menos demanda energética suponen menor dependencia de los convoyes de suministro en áreas de alta inseguridad, así como menos gasto».

Se apuesta por el desarrollo de biocombustibles y combustibles sintéticos en la industria militar.

En la lucha de la OTAN contra el cambio climático también se apuesta por el desarrollo de biocombustibles y combustibles sintéticos dentro de la industria militar. Es un impulso a la innovación civil en tecnologías verdes, según su recién publicado informe ‘Evaluación del Cambio climático y el impacto en la seguridad’.

En su discurso ante los socios de la coalición defensiva, el secretario general de la OTAN ha enfatizado que «tenemos que reducir el impacto de nuestros ejércitos y actividades militares sobre el clima».

Pero sin comprometer «nuestra efectividad y eficacia militar». Stoltenberg ha reconocido que «no va a ser fácil, pero se puede hacer».

Primera metodología para medir las emisiones militares

Entre los esfuerzos de la OTAN contra el cambio climático, el secretario general ha anunciado algo muy destacable. Y es que, la Alianza ha desarrollado «la primera metodología para medir las emisiones de gases de efecto invernadero. Tanto civiles, como militares».

Se pondrá a «disposición de todos los aliados para ayudarlos a reducir sus propias emisiones militares».

Se trata de una metodología de mapeo y análisis de las emisiones de gases de efecto invernadero de las actividades e instalaciones militares. Las herramientas desarrolladas ayudarán a los programas de evaluación de emisiones de los aliados.

De esta manera, podría contribuir a formular objetivos voluntarios para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de las fuerzas armadas.

Se diseña un mapeo y análisis de las emisiones de las actividades e instalaciones militares.

Además, los datos sobre la demanda y el consumo de energía en las fuerzas armadas darían más información a los aliados. Especialmente, a la hora de decidir sus inversiones. Sin olvidar que arrojaría luz sobre el papel de las tecnologías disruptivas emergentes y las estrategias de eficiencia energética innovadoras.

Los efectos sobre la seguridad del cambio climático

Los desastres ambientales (pero en especial el cambio climático) son causa de conflictos en diversas partes del mundo. La sequía provoca guerras por el agua, la pérdida de cultivos y tierras fértiles lleva a la hambruna y desatan las luchas. También están en el origen de grandes migraciones. La crisis climática es una amenaza para la paz.

Por eso, «la crisis climática es una amenaza para la paz», según la OTAN. Por primera vez, se refiere al cambio climático como un «desafío general de nuestro tiempo». Un problema que aumentará «considerablemente» los riesgos para la seguridad y «empeorará a medida que el mundo se caliente más».

La seguridad empeorará a medida que el mundo se caliente más.

Pero el cambio climático no sólo es un multiplicador de amenazas que afecta a la seguridad. También vuelve más complejas las operaciones y las misiones de la OTAN. El calentamiento global hace que sea más difícil para los militares llevar a cabo sus tareas.

«El cambio climático afecta profundamente el entorno en el que operan nuestras mujeres y hombres. Desde el calor extremo en nuestra misión de entrenamiento en Irak hasta el deshielo en el Ártico», así lo ha ejemplificado Stoltenberg.

La lucha de la OTAN contra el cambio climático

La Alianza lleva tiempo estudiando estas circunstancias. En el Plan de Acción de Cambio Climático y Seguridad que aprobó en 2021 señala aspectos importantes. Por ejemplo, cómo los aumentos de la temperatura ambiente, junto con el cambio de la densidad del aire, afectan al rendimiento de algunos aviones.

Problemas de sobrecalentamiento consumen más energía y aumentan el esfuerzo logístico.

Del mismo modo, la subida de temperaturas ha generalizado los problemas de sobrecalentamiento de los equipos electrónicos de las aeronaves militares. También de las instalaciones de las bases aéreas. Como consecuencia, esto lleva a un mayor consumo de energía y a aumentar el esfuerzo logístico.

Por otra parte, muchas rutas de transporte están ubicadas en caminos costeros, que son particularmente vulnerables a los extremos climáticos. Por coherencia con esta postura, la OTAN ha pedido a sus aliados reducir al máximo el impacto de maniobras. Así como otras prácticas militares sobre el medio ambiente.

Stontelberg ha reafirmado la unión entre el clima y la seguridad.

Para la OTAN, la influencia del cambio climático pide una transformación radical en materia de defensa. En la cumbre de Madrid, Jens Stoltenberg ha reafirmado la «unión entre el clima y la seguridad».

Mejorar la eficiencia de los equipamientos y aprovechar las nuevas tecnologías verdes ayudará a luchar contra el calentamiento global y «aumentará nuestra resiliencia».