¿Radiador o periódico? Cómo secar mejor tus zapatos de invierno mojados

Las condiciones de diciembre, enero y febrero, están marcadas por el frío, la humedad y las precipitaciones. Estos factores pueden dañar una parte fundamental de nuestra vestimenta, como el calzado. Más aún cuando las botas o zapatos de invierno están mojadas. Para poder mantenerlas en las mejores condiciones, desde Eltiempo.es te ofrecemos un listado de consejos para saber cómo cuidar mejor las botas de invierno mojadas y las claves para que puedas preservar sus características durante más tiempo.

Pautas para cuidar las botas de invierno mojadas 

Uno de los primeros aspectos a tener en cuenta es el material en que están fabricadas y los materiales que las componen. Esto es, porque las botas de invierno mojadas requieren de un mantenimiento distinto en función de sus características.

Por ejemplo, las botas de cuero pueden demandar un recubrimiento leve de alguna crema grasa. Por su parte, la piel sintética necesita otro tipo de hidratación. En cambio, en las botas de ante el agua puede llegar a deteriorar el tejido. 

Además, hay que tener en cuenta que la humedad puede dañar zonas claves del calzado como las suelas y las plantillas. En este aspecto en preciso saber que la humedad puede producir bacterias y hongos. Por ello se deben cuidar las botas de invierno mojadas y secarlas de forma correcta. 

Claves limpiar el calzado de invierno 

Independientemente del tipo de material, para secar unas botas de invierno hay que evitar situarlas cerca de una fuente directa de calor intenso. Ya sea un radiador, un calefactor o una chimenea, hay que evitarlo.  Es decir, los zapatos mojados nunca deben colocarse sobre la calefacción ni someterse a un secador de pelo. El problema con esto es que los contrastes de temperatura tan bruscos pueden quebrar las botas de invierno y agrietarlas.

En un primer momento, los calzados mojados se pueden secar con una toalla y retirar los restos de barro. También se puede introducir papel de periódico u otro tipo en el interior de las botas de invierno para que ayuden a quitar la humedad.

La humedad puede dañar zonas claves del calzado como las suelas y las plantillas

Eso sí, tras un periodo de unas horas o incluso un día, se recomienda quitar el papel y dejar secar las botas de forma natural en un lugar seco.   Por ejemplo, se estima que los zapatos de cuero necesitan hasta unas 20 horas para secarse por completo. 

Una vez eliminada toda la humedad, en función del material del calzado, las botas de invierno pueden tratarse con betún u otros productos de cuidado. Este tipo de mantenimientos requieren un tiempo para que funcionen y secarse de forma correcta antes de usarse de nuevo. 

VÍDEO: CONSEJOS PARA VESTIRSE EN INVIERNO

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Consejos para mantener las botas en invierno o piel sintética  

Ya estando secas, se recomienda guardar las botas de invierno o el calzado para los meses de frío en algún tipo de soporte que les permita mantener su forma natural como un zapatero amplio o un “árbol”. Igualmente, si se dispone de espacio, guardarlas en su propia caja puede ser una buena opción. 

Por otro lado, uno de los errores más comunes que comete la gente es guardar las botas de invierno en bolsas de plástico, ya que esta es una forma que favorece la aparición de moho. Si realmente se quieren guardar en bolsas, es mejor guardarlas en bolsas de tela de algodón.

En lo que respecta al uso del calzado, en el mercado existe un gran cantidad de productos que ayudan a impermeabilizar las botas de invierno y contribuyen a evitar que el agua penetre en el interior del pie. Si se opta por esta opción, hay que leer con atención el modo de empleo y el tejido para el que están recomendados este tipo de productos. 

No obstante, lo más adecuado es disponer de varios pares de calzados de invierno para utilizar los pares que no estén húmedos. 

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