Recorriendo la costa de Cornualles, una joya en Inglaterra

Cornualles es un destino total para el viajero. Arte, playas, pueblos encantadores, senderismo, surf y mucho más en Inglaterra.

David Escribano

David Escribano

En el suroeste de Inglaterra, una bella península atrae la inspiración de los artistas gracias a sus playas vírgenes, encantadores pueblos pesqueros y una cultura celta tan arraigada a la tierra como las rocosas raíces de los dramáticos acantilados que son batidos por las salvajes aguas del mar. Cornualles es un destino total que posee algo para cada viajero.

La mejor manera de recorrer este pedacito del Reino Unido es en coche, ya que así podremos detenernos en los muchos rincones mágicos de complicado acceso con transporte público.

En un viaje que no debe durar menos de una semana, Cornualles nos ofrecerá recuerdos para muchos años.

La reconversión de los pueblos pesqueros

St Ives Cornualles
St Ives. Fuente: Pixabay

Hoy en día, los pequeños pueblos de Cornualles – como St Ives, Mousehole o Marazionviven principalmente del turismo.

Sus pintorescas callejuelas empedradas, que desprenden un inconfundible aire medieval, aparecen repletas de turistas durante los meses de verano, ávidos por aprovechar que esta parte de Inglaterra posee un clima más benigno que el resto del país.

Sin embargo, esto era muy distinto poco más de un siglo atrás.

En St Ives, por ejemplo, era extraño que alguien no fuera familiar de trabajadores en la industria del estaño o de pescadores.

En el caso de uno de los mejores guías turísticos de la localidad, Tony Farrell, toda su familia estaba dedicada a ambas actividades.

Al puerto llegaban barcos pesqueros con más de 9 millones de sardinas en un solo día.

Tony Farrell.

Lo dice, a sus clientes, con total añoranza, pues para él las cosas no han ido especialmente a mejor. Según Farrell, Cornualles se ha convertido en una de las regiones más pobres del Reino Unido y Europa. El turismo no es suficiente, y no hay nada más a lo que agarrarse.

El Monte St Michel de Cornualles

St Michael's Mount Cornualles
St Michael’s Mount. Fuente: Pixabay

Justo frente a uno de esos pueblos pesqueros, Marazion, se halla una de las maravillas de Cornualles, la isla de St Michael’s Mount, donde se encuentra el hermano gemelo del afamado Monte St Michel francés.

Ambos islotes están coronados por imponentes abadías que fueron gestionadas por los monjes benedictinos.

Y también el paso a ambos aparece y desaparece con el caprichoso vaivén de las mareas marinas.

Hoy en día, St Michael’s Mount es un híbrido entre abadía, castillo y jardín botánico. En este último se pueden apreciar incluso especies tropicales, toda una rareza en un jardín británico que se mantiene al aire libre.

Convertido en uno de los lugares más visitados de Inglaterra, el castillo es propiedad, desde hace más de 350 años, de la familia St Aubyn. Sin embargo, por aquí pasaron varias personalidades importantes, incluyendo al hermano de Ricardo Corazón de León.

Arte en Cornualles

Porthcurno Cornualles
Acantilados en Porthcurno, cerca del teatro Minack. Fuente: Pixabay

La romántica silueta de la isla de St Michel’s Mount fue plasmada en lienzos por decenas de pintores que vinieron a Cornualles en busca de inspiración. Y es normal que la encontraran.

Así, el pueblo de St Ives se convirtió, durante las décadas centrales del siglo XX, en un punto de encuentro de artistas de distintas disciplinas. El pintor local Alfred Wallis fue muy célebre, a pesar de comenzar a pintar a los 70 años tras haber sido pescador toda su vida.

También fueron muy conocidos Ben Nicholson y la que fuera su pareja durante trece años, Bárbara Hepworth, una escultora de personalidad arrolladora y un trabajo moderno y adelantado a su época. La importancia que tuvieron las corrientes artísticas en St Ives fue tal que aquí estableció una de sus sedes la prestigiosa Tate Gallery.

El edificio que la alberga también tiene un estilo moderno y se halla frente al mar. De hecho, un buen plan mixto para un día en St Ives es perderse por las salas repletas de arte de la Tate Gallery durante el día, y dar unas clases de surf en la playa durante la tarde.

Otro lugar que ningún amante del arte debe perderse en su visita a Cornualles es el Teatro Minack. El Minack es realmente una oda a la perseverancia, a la cultura y al empoderamiento de la mujer.

Y es que, tanto el escenario como las filas de asientos, fueron labrados en la roca de los acantilados de Minack, por una mujer, Rowena Cade, que quiso traer las obras de teatro de su amado Shakespeare a las gentes de las aldeas cercanas.

Corría el año 1932 cuando se representó ‘La Tempestad’. Era la inauguración de un lugar en el que aún hoy se representa al gran dramaturgo inglés y, además, se celebran otros eventos culturales.

Y, todo ello aderezado con unas vistas impresionantes del mar, la salvaje playa de Porthcurno y sus acantilados.

Senderismo y otros deportes

Perranporth, Cornualles
Surf en Perranporth, Cornualles. Fuente: Pixabay

Para los viajeros activos e inquietos, Cornualles también posee algo que les encantará.

Por un lado, podrán hacer la ruta – o parte de ella – del Sendero del Suroeste de Inglaterra (Sout West Coast Path), que tiene 1.000 km de longitud y pasa por acantilados, praderas, playaas, milenarios yacimientos arqueológicos, ruinas de las antiguas minas de estaño y mucho más. Una auténtica aventura.

Por otro lado, la práctica de los deportes náuticos es también un clásico en Cornualles. Hay varias escuelas de surf en la zona, pero también son célebres las regatas a vela y el coasteering, una actividad de aventura que consiste en explorar un tramo de costa a nado, saltando a pozas y subiendo nuestra adrenalina al máximo.

Y es que en Cornualles hay que ganarse el descanso. Como se hace en los verdaderos paraísos.