¿Se podría agotar el agua dulce en España?

Los recursos de agua dulce en España cada vez son más limitados debido al Cambio Climático pero también a la manera de gestionarlos

Mario Picazo

Mario Picazo

El agua dulce disponible en muchos países del planeta ha ido disminuyendo con el paso del tiempo, y entre ellos se encuentra también España. A medida que aumenta la población global y cambia el clima, también lo hace el estrés hídrico, es decir, el agua que usamos respecto a la cantidad de la que disponemos.

En España la disponibilidad de agua dulce ha ido disminuyendo debido a varios factores. El aumento de la población se ha ido traduciendo en una mayor urbanización, un factor que supone un aumento del consumo de agua. Por otra parte, también han aumentado las intensas y prolongadas sequías al igual que las olas de calor que entre otras cosas potencian la evaporación de agua dulce.  

La escasez de agua dulce se acentúa cada vez más en muchos rincones del planeta y España no es una excepción. Foto: Unsplash

España es un país con limitados recursos de agua dulce

A pesar de ser uno de los países más grandes Europa, España tiene limitados recursos de agua dulce. La escorrentía media anual, es decir, el agua de lluvia que recorre la superficie, ronda los 220 milímetros. Traducido a aporte de agua, supone cerca de 111.000 hectómetros cúbicos al año.

Casi toda esa cantidad llega a través de la red fluvial, y una pequeña parte, en forma de agua subterránea. Aun así, nuestro país es uno de los más ricos en aguas subterráneas, y estas abastecen de forma directa a cerca del 15 por ciento de la población, aunque la mayor parte la usamos para nuestras cosechas.

En España el agua subterránea juega un papel fundamental abasteciendo de forma directa al 15 por ciento de la población pero también en la agricultura

España es un país donde la variada climatología del territorio, hace que haya importantes diferencias de disponibilidad de agua entre unas regiones y otras. Mientras en el norte de la península abunda, en zonas del interior, sur y Canarias la escorrentía es mucho más baja. 

Escorrentía Total Media Anual en España. Fuente : Ministerio de Formento

Por su situación geográfica es uno de los países más secos de Europa

En España el Cambio Climático de origen humano está teniendo un importante impacto sobre los recursos de agua dulce. Menos precipitación y temperaturas más elevadas hacen que el agua disponible en algunas regiones haya ido menguando con el paso de los años. 

De hecho, la situación geográfica de nuestro país ya hace que sea uno de los más secos de Europa al encontrarse en una zona dominada por altas presiones. La distribución orográfica propia de España también hace que algunas regiones sean por naturaleza especialmente secas debido a su ubicación a la sombra de sistemas montañosos. 

Por eso, cuando se producen fluctuaciones en el régimen de precipitaciones o temperatura, algunas zonas son especialmente vulnerables al cambio. Los registros de los últimos años han servido para demostrar que España es un país especialmente vulnerable a esos periodos de sequía o intenso calor que cada vez son más frecuentes.

El Cambio Climático ha ido reduciendo la disponibilidad de agua dulce

Solo está última década, España ha vivido 4 de los años más cálidos de su registro meteorológico. Esa tendencia hace que el estrés hídrico sea cada vez mayor debido a que los recursos de agua dulce son cada vez más escasos. 

Según informes climatológicos recientes, las precipitaciones a nivel nacional ya son un 25 por ciento menores que hace 50 años. A la vez que llueve menos, también hemos visto como las temperaturas medias han aumentado hasta 8 grados centígrados en algunas regiones.

En España las precipitaciones a nivel nacional son un 25 inferiores a las de hace 50 años

El factor de amplificación térmica se traduce en una mayor evaporación de agua de las superficies expuestas y ese exceso de vapor de agua a su vez hace que las precipitaciones sean más torrenciales. Cuando llueve con intensidad, se pierde más agua, y mucha que habitualmente acabaría en los acuíferos acaba directamente en el mar y océano. 

El aumento de la frecuencia de periodos más secos y de temperaturas elevadas, también ha ayudado a reducir el volumen de hielo en los glaciares de los Pirineos. A la vez se ha observado como ha bajado el nivel de agua en muchos de nuestros embalses. 

El Cambio Climático agrava una situación de estrés hídrico que se ve acentuada por el aumento de la población, especialmente en los grandes núcleos urbanos. Sin embargo, más allá de la vida urbanita, preocupa que el agua dulce tan necesitada para el campo se quede corta.

Anomalías de la temperatura media anual en superficie en la España peninsular respecto al periodo de referencia 1971-2000. También se incluyen los datos históricos de los modelos climáticos y sus proyecciones de las anomalías de la temperatura para las trayectorias de concentración representativas RCP 8.5 (escenario de altas emisiones) y RCP 4.5 (emisiones intermedias) Fuente: AEMET

El futuro clima de España pondrá en jaque los recursos de agua dulce

Los escenarios de clima futuro para España auguran una mayor escasez de agua dulce. Durante las próximas décadas se espera que la temperatura media siga aumentando a la vez que disminuyen las precipitaciones. No solo eso, los veranos se extenderán en el tiempo aumentando el estrés hídrico en muchas zonas.

La región del sudeste peninsular es a priori la más vulnerable a los mencionados cambios, tanto a nivel de agua embalsada como de agua subterránea. Esos cambios harán que el clima semiárido que en la actualidad se extiende por amplias zonas del interior y sur de la península, se torne mas árido

Optimizar el uso de agua dulce en un futuro, será uno de los puntos clave para poder abastecer a la población. Foto: Unsplash

En los próximos años, la disponibilidad de agua en nuestros acuíferos va a ser fundamental para la población rural. Muchas personas del campo dependen de esa agua para uso doméstico, pero también para muchas de las actividades que realizan a diario dentro de sus respectivos trabajos.

El optimizar tanto los recursos de agua subterránea como los del agua embalsada, pasa entre otras cosas, por implantar un sistema de gestión que controle mejor su uso y distribución. De momento los acuíferos en muchas zonas de España se sobre-explotan y contaminan deteriorando la calidad de las aguas subterráneas.

Hora de pensar en otros recursos para abastecer a la población

A pesar de los cerca de 1.300 embalses que forman parte de la red hidrológica de España, en un futuro, el abastecimiento de agua que de ellos llega se va a ver reducida. En la actualidad el Plan Hidrológico Nacional contempla el trasvase de agua de unas cuencas hidrográficas a otras, y en algunos casos sirve para asegurar el suministro. 

En un futuro, una gestión más optimizada del agua ayudaría a mejorar el abastecimiento, especialmente durante esos años en los que las sequías acechan. A medida que aumentan las temperaturas y llueve menos, toca adaptarse mejor e introducir otras formas para obtener agua dulce. 

Si la captura, el almacenamiento y el traslado de agua dulce no llegan a cubrir las necesidades de una zona, una solución de futuro puede ser el potenciar desalinizar el agua de mar. Es una opción que ya se emplea en algunas comunidades, aunque sigue teniendo un elevado coste.

Quitarle la sal al agua para transformarla en agua dulce, es un proceso caro. El proceso cuesta cerca del doble de lo que supone usar agua dulce de otras fuentes convencionales. Además su uso va destinado más el uso municipal y no tanto al necesitado sector de la agricultura.

Desalinizar el agua de mar es una solución de futuro para disponer de más agua dulce aunque la tecnología tiene un coste elevado

Este sector que tanta agua dulce demanda, cerca del 70 por ciento del total, en el futuro no podrá funcionar solamente con agua desalinizada. A la vez requerirá de una importante transformación que contemple entre otras prácticas la mejora de los sistemas de riego y la limitación de cosechas que requieran un exceso de agua

Consumo de agua por persona en Europa. Fuente: Eufau/ Gráfico: Locken

El uso de aguas residuales recicladas también puede sumar al abastecimiento de agua dulce para uso agrícola. Pero tecnologías aparte, una solución que ya se ha puesto en marcha en algunas cuencas hidrográficas como la del Guadalquivir, es aumentar el precio del agua para que los agricultores adopten una política de consumo más responsable. 

Gestionar mejor el agua que tenemos, optimizar su uso, aumentar su precio e introducir nuevas tecnologías que ayuden a sumar más hectómetros cúbicos de agua dulce al total. Las cuatro son prácticas que se deben implementar con urgencia dado que España, cada año será mas vulnerable a la escasez de agua dulce debido al Cambio Climático.