Santa Olalla, la última laguna permanente de Doñana, se seca
La ausencia de precipitaciones y las actividades humanas han reducido al mínimo el volumen de agua registrador en la laguna Santa Olalla.
Pablo Ramos
La sequía en Doñana ha alcanzado niveles históricos. La única laguna permanente del Parque Nacional de Doñana, conocida como la laguna de Santa Olalla, está seca. A principios del mes de septiembre las 93 hectáreas de superficie acuática se han visto reducidas a un charco.
Así lo ha comunicado la Estación Biológica de Doñana – CSIC. Esta entidad ha recordado que esta es la tercera vez que ocurre desde 1970. Fue en este año en el que se iniciaron los registros y mediciones. «Las cosas han cambiado. A Doñana ya no le quedan lagunas permanentes mientras que la superficie de arrozal plantado este año es una tercera parte de la normal debido a la falta de agua», explica Eloy Revilla, director de la Estación Biológica de Doñana-CSIC.
Causas de la sequía en Doñana
Según los expertos, la falta de precipitaciones en 2022 junto con la sequía vivida durante el verano y la continua explotación del acuífero por parte de la agricultura intensiva (así como las extracciones para consumo humano) son los principales factores de la ausencia de agua en la laguna.
Todas estas circunstancias hacen que «no sólo las lagunas temporales hayan desaparecido de Doñana, sino que también las permanentes estén amenazadas», detallan desde la Estación Biológica de Doñana – CSIC.
«Sabemos, por las veces que ha ocurrido con anterioridad, que no sólo es la sequía la causa de que las lagunas permanentes de Doñana hayan desaparecido. La sobreexplotación del acuífero de Doñana es también responsable», recuerda Revilla.
Es más, se sabe que las lagunas se ven afectadas por las captaciones de agua de la localidad de Matalascañas. Una población que en verano dispara su consumo debido al turismo. El consumo de agua por los turistas es tan intenso que hasta se pueden diferenciar los fines de semana de los días laborales. Incluso identifican la diferencia entre el día y la noche, cuando la gente duerme y gasta menos agua.
«Esta es la tercera vez que la laguna de Santa Olalla se seca completamente desde que tenemos registros. Ocurrió también en 1983 y en 1995, en ambos casos coincidiendo también con períodos de sequía intensa», explica Revilla.
Consecuencias de la falta de agua en la laguna
El Parque Nacional de Doñana es considerado una de las grandes joyas ambientales del país y una reserva de fauna y flora única en Europa. Este entorno (Reserva de la Biosfera) cuenta con un importante sistema de lagunas que sirven de hábitat a ciertas aves limícolas. Estas migran al sur tras criar en el norte de Europa.
Sin embargo, la sequía de 2022 que está afectando a toda Europa ha provocado importantes daños al conjunto. «Hace ya años que no llueve de manera normal. Doñana lleva diez años consecutivos con niveles de precipitación inferiores a la media», comenta Revilla.
Por tanto, ante la falta de lluvias y la sobreexplotación acuífera, las zonas húmedas y las especies acuáticas se ven especialmente afectadas. Una circunstancia que obliga a las aves a desplazarse a zonas con mayor volumen de agua. «No puede ser que mientras se sigue regando el césped en Matalascañas, las lagunas de Doñana se sequen completamente», concluye Revilla.
Características de la laguna de Santa Olalla
La laguna de Santa Olalla es la más grande de todas las lagunas costeras de Doñana. Esta laguna adquiere su volumen de agua gracias a los acuíferos colgados en las dunas activas. En total, tiene una superficie estimada de más de 93 hectáreas.
Además, la laguna de Santa Olalla tiene un especial valor ambiental y ecológico por ser una de las pocas reservas de agua permanentes ya que sirve de refugio para decenas de aves.