Soluciones para evitar las emisiones de CO2 en el hogar

Pequeños gestos en casa pueden tener un gran efecto. Te damos algunas sencillas soluciones para evitar las emisiones de CO2 en el hogar.

María José Montesinos

María José Montesinos

Pequeños gestos en casa pueden tener un gran efecto en el mundo. Un uso eficiente de los electrodomésticos y determinadas buenas prácticas ayudarán a reducir gases de efecto invernadero y luchar contra el cambio climático. Te damos algunas sencillas soluciones para evitar las emisiones de CO2 en el hogar.

VÍDEO: CÓMO AHORRAR ENERGÍA EN CASA SIN PERDER CALIDAD DE VIDA

1. Uso responsable de la climatización

La calefacción representa casi la mitad (45%) del consumo energético de los hogares. Entre los 19ºC y los 21ºC es la temperatura recomendada en invierno para la calefacción. Ese valor será suficiente para tener sensación de confort. Por cada grado que bajamos la temperatura reducimos entre un 5 y un 10% de la factura eléctrica y dejamos de emitir tanto CO2 como para recorrer 1.600 kilómetros por carretera. Además, te servirá también para ahorrar calefacción con la nueva factura por tramos de la luz.

Por cada grado que bajamos la temperatura rebajamos entre un 5 y un 10% el consumo. Fuente: Pixabay

Otras soluciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero son cerrar las persianas y cortinas por la noche -evita pérdidas de calor-, mientras que para ventilar las habitaciones, bastará con abrir las ventanas 10 minutos, tiempo bastante para renovar el aire sin que se enfríen paredes y suelos. No olvides tampoco las opciones de calefacción ecológica que existen en el mercado.

En verano, poner toldos y bajar las persianas en las zonas soleadas, y usar ventilador en lugar de aire acondicionado servirá para reducir emisiones de CO2.

2. Apaga las luces y apuesta por los led

La iluminación representa el 10% del gasto energético de una vivienda. Apagar las luces al salir de una estancia representa importante ahorro eléctrico: apagar cinco luces de pasillos o habitaciones puede suponerte ahorrar 60 euros al año de la factura eléctrica y se evita la emisión a la atmósfera de 400 kilos de CO2 .

Las luces led consumen un 80% menos que las bombillas tradicionales. Fuente: Pixabay

No se gasta más al encender una luz: en las de bajo consumo apenas supone 10 segundos de alumbrado. Cambia todas tus luminarias a luces led: consumen entre un 80 y un 90% menos que las bombillas tradicionales. Siempre que sea posible, aprovecha la luz natural, y pinta las estancias de colores claros, que desprenden más luz.

3. Cocina con la tapa puesta

La energía eléctrica consumida en la cocina puede llegar al 15% del total del hogar. Pon la tapa sobre la olla, ahorrrarás un 25% de energía, como explica este informe de Ecodes. Y si usas vitrocerámica, apaga el fuego cinco minutos antes de acabar, para aprovechar el calor residual, aunque lo mejor es usar placas de inducción, que consumen un 20% menos. Recuerda que todo lo que se caliente será uno de los electrodomésticos que más energía consuman.

Poner la tapa sobre la olla ahorra un 25% de energía. Fuente: Pexels

También el horno (uno de los electrodomésticos que más energía demandan) puedes apagarlo un rato antes de que la comida se haya acabado de cocinar. Y no lo abras innecesariamente, por cada vez que lo hagas se perderá un 20% de calor. Usar el microondas ahorra entre un 70 y un 80% de electricidad. En conjunto, la cocina de una familia de cuatro miembros emite al año unos 400 kilos de CO2 si se usa electricidad, y algo más de 100 kilos si se utiliza el gas natural.

VÍDEO: ELECTRODOMÉSTICOS QUE MÁS ENERGÍA CONSUMEN

4. Agua caliente sanitaria

El agua caliente sanitaria es el segundo consumidor de energía de nuestros hogares, después de la calefacción. Es responsable del 25-30% de las emisiones de CO2 de una vivienda. No dejes el grifo abierto mientras haces otras cosas, dejar el agua correr durante el afeitado, por ejemplo, significa derrochar 75 litros.

Si tienes grifo monomando ¡atención! Colócalo siempre a la derecha. Si lo tienes en el centro, cada vez que lo abras son saldrá agua fría, sino templada, es decir, estarás despilfarrando energía.  

5. El frigorífico, lleno aunque sea de agua

Un frigorífico vacío consume más que uno lleno, porque los sólidos conservan mejor el frío que el aire. Lo mejor es tenerlo a 2/3 de su capacidad. La temperatura ideal son 5ºC, suficientes para conservar los alimentos. Para el congelador se recomienda una temperatura de -18ºC.

Igualmente consume menos si está lleno. Si no tienes tanto para guardar, mete botellas con agua para completar la carga. Descongela la comida con un día de antelación subiéndola al frigorífico, y el frío que desprenda hará que nuestra nevera gaste menos en mantener una temperatura baja, como explica este estudio de la Universidad de Cádiz.

Un frigorífico vacío consume más energía que uno lleno. Fuente: Pexels

No metas comida caliente para guardar, espérate a que se haya enfriado. Asegúrate de que cierran bien las gomas de las puertas para que no se pierda frío. Comprueba que esté a 3 centímetros de la pared, para favorecer el intercambio de temperatura, y limpia la parte trasera al menos una vez al año, ya que la suciedad puede incrementar el consumo energético hasta un 30%. 

6. Lavadoras con carga completa

El 80% de la energía que consume una lavadora se utiliza en calentar el agua, por eso una de las soluciones para evitar las emisiones de CO2 en el hogar es no usar los programas más calientes con el fin de hacer coladas sostenibles y eficientes. Uno de 40ºC es bastante ya que nuestra ropa no acumula tanta suciedad como para necesitar lavar en caliente, y consumirás 4 veces que con uno de 90ºC, que además estropea las prendas mucho más rápido.

Una lavadora a media carga consume tanto como una completa. Fuente: Pexels

No es bueno sobrecargar el aparato, pero tampoco es aconsejable lavar con media carga: consume tanto como con una completa. Tampoco hay que abusar del jabón, ya que obligará a un ciclo de aclarado más largo. Sigue leyendo si quieres conocer más soluciones para evitar las emisiones de CO2 en el hogar

7. Secar la ropa al aire

Tender la ropa al aire libre es la opción más ecológica y sostenible, ya que la secadora, como todos los electrodomésticos cuya función se basa en aportar calor, es uno de los aparatos que más energía consumen. Cada uso de la secadora se traduce en la emisión de 3 kilos de gases de efecto invernadero.

Si la lluvia impide tender en el exterior, procura no poner la secadora hasta tener una carga completa. Y antes, centrifuga al máximo la ropa en la lavadora para acortar el tiempo de secado.

Cada vez que usamos la secadora emitimos 3 kilos de CO2 a la atmósfera. Fuente: Pixabay

Al cambiar el agua embotellada por la que sale del grifo una persona evita la emisión de 36 kilos de CO2 en un año

8. Lavavajillas a baja temperatura

Los programas de baja temperatura y de ahorro de tiempo ayudan a reducir consumos y emisiones, ya que el 90% de la energía que gasta un lavavajillas se va en calentar el agua, y solo el 10% en hacer funcionar el motor. Úsalo a carga completa y revisa el nivel de los depósitos de sal y abrillantador, ya que reducen el tiempo de secado y de lavado. Limpia con frecuencia los filtros, ya que los residuos acumulados disminuyen la eficiencia del aparato.  

Beber agua del grifo en vez de embotellada también combate el cambio climático. Fuente: Pixabay

9. Mejor agua del grifo para reducir emisiones

Beber agua del grifo en lugar de consumirla en botellas es más importante de lo que crees si quieres saber cómo reducir emisiones de CO2. Al cambiar el agua embotellada por la que sale del grifo una persona evita la emisión de 36 kilos de CO2 en un año. El agua de nuestras ciudades cumple con todos los parámetros sanitarios y no es necesario el proceso de producción, llenado, etiquetado y transporte que conlleva el agua embotellada.

10. Stand by, el consumo fantasma

Al apagar el televisor desde el mando, el aparato queda en stand by: si lo vemos 3 horas durante las 21 horas que está desconectado consumirá un 40% de la electricidad gastada en total. Sucede también con otros electrodomésticos. En conjunto, el consumo de energía en stand by o en espera supone en 10% de un hogar.

Para no tener que desenchufar cada vez, lo mejor es tener los aparatos (televisor, portátil,…) conectados a una regleta con interruptor y apagarlo cuando acabemos con su uso. Lo mismo hay que decir de desenchufar el cargador del móvil: si el 10% de las personas que usan teléfono móvil lo quitara tras cargar el aparato, se ahorraría el equivalente al consumo de 60.000 hogares.

El cargador enchufado a la corriente continua consumiendo energía. Fuente: Pixabay

Cuando necesitemos renovar nuestros electrodomésticos, es preferible optar por los de etiqueta energética ‘A’, evitaremos emisiones y a la larga, ahorraremos mucho en facturas. Recuerda entender bien el etiquetado de los aparatos y electrodomésticos para apostar por los mas eficientes. También contar con un buen aislamiento de la vivienda evitará gastos de climatización en invierno y en verano.