Una tormenta de arena envuelve Dubái y el Burj Khalifa se difumina entre el polvo
Una densa nube cubrió este miércoles la ciudad emiratí, reduciendo la visibilidad y alterando el funcionamiento de aeropuertos y carreteras.
Redacción
Una tormenta de arena ha cubierto este miércoles Dubái, envolviendo sus rascacielos en una espesa nube de polvo que ha reducido la visibilidad a niveles mínimos. Durante varias horas, el icónico Burj Khalifa, el edificio más alto del mundo, apenas se distinguía en el horizonte, difuminado tras una cortina ocre de partículas en suspensión.
El fenómeno ha obligado a extremar precauciones en las principales vías de acceso a la ciudad y en las operaciones del Aeropuerto Internacional de Dubái. Allí se han registrado retrasos puntuales por motivos de seguridad.
Las autoridades locales han recomendado evitar actividades al aire libre y protegerse con mascarillas en caso de exposición prolongada al polvo. Especialmente en el caso de personas con afecciones respiratorias.
Aunque este tipo de tormentas son frecuentes en primavera en la península arábiga, la intensidad del episodio ha recordado al vivido en Irak a principios de semana, donde más de 3.700 personas fueron hospitalizadas por problemas respiratorios.
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La OMM y la ONU alertan de un aumento global de tormentas de arena
Según la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (UNCCD), la frecuencia e intensidad de las tormentas de arena y polvo han aumentado considerablemente en muchas regiones del mundo, incluyendo el Medio Oriente.
Se estima que al menos el 25% de estos fenómenos se atribuyen a actividades humanas, como la mala gestión del agua y la tierra, la deforestación y la sobreexplotación de recursos naturales.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) también ha señalado que las concentraciones de polvo en las zonas más afectadas en 2023 fueron superiores al promedio a largo plazo, destacando la necesidad de mejorar los sistemas de monitoreo y alerta temprana para mitigar los impactos de estas tormentas.
