Unos osos polares convierten en refugio una antigua estación soviética en el Ártico ruso

Las imágenes muestran a osos polares explorando casas en ruinas de una estación soviética abandonada en la isla Kolyuchin, en el Ártico ruso.

Natalia Marqués

Una estación polar abandonada en la isla de Kolyuchin, en el mar de Chukotka, se ha transformado en un inesperado refugio para un grupo de osos polares.

Las imágenes, captadas recientemente por el fotógrafo ruso Vadim Makhorov, muestran a los animales entrando y saliendo de los edificios de la antigua base científica, clausurada tras la caída de la Unión Soviética.

Imágenes inéditas en la isla Kolyuchin

El material, grabado con un dron durante una expedición científica a bordo del buque Profesor Khromov, permite observar cómo los osos exploran casas y almacenes en ruinas, asomándose por puertas y ventanas como si se tratara de su propio hogar. La estación había quedado vacía a principios de los años noventa, y desde entonces la naturaleza ha ido recuperando el terreno.

Makhorov explicó que los animales utilizan las instalaciones para protegerse del viento y las precipitaciones, una práctica habitual en varias regiones del Ártico. «Los osos blancos suelen ocupar casas o refugios abandonados. No es raro verlos instalarse en cualquier base polar con acceso abierto», señaló.

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Un fenómeno frecuente en el Ártico

La isla Kolyuchin, situada frente a la costa nororiental de Rusia, se ha convertido en punto de observación de la fauna ártica.

Además de los osos, en las inmediaciones de la estación se encuentra una colonia de morsas, lo que explica la presencia constante de depredadores. Según el fotógrafo, en el área podrían encontrarse simultáneamente más de veinte ejemplares.

Este comportamiento no es un caso aislado. Años atrás, el fotógrafo Dmitri Koch también documentó escenas similares en la misma isla, destacando la peligrosidad de adentrarse en los edificios cuando los osos se encuentran cerca. Para registrar las imágenes, recurrió igualmente al uso de drones silenciosos, evitando alterar a los animales.

Oso polar. Fuente: Banco de imágenes Canva

Lo que se ha hecho al respecto

El encuentro con osos polares representa un riesgo para investigadores y exploradores en la región. Por ello, los equipos que trabajan en bases habitadas aplican diferentes medidas de protección. Entre ellas, se recomienda hacer ruido antes de entrar en una instalación para asegurarse de que los animales no se encuentren en el interior.

También se utilizan barreras improvisadas como rejillas con puntas en las ventanas o las llamadas “zapatillas de oso”, tablones con clavos situados en las puertas que no hieren al animal, pero generan un obstáculo visual que lo disuade de acercarse.

Unas imágenes increíbles sobre el medioambiente (y su situación)

Las imágenes obtenidas por Makhorov se difundieron rápidamente en redes sociales, acumulando cientos de miles de reproducciones en apenas unos días.

Más allá del interés visual, los registros sirven para recordar cómo el cambio climático está modificando el comportamiento de los osos polares, que cada vez dependen más de zonas costeras y asentamientos humanos para sobrevivir a la pérdida de hielo marino.

Los expertos advierten de que la ocupación de infraestructuras abandonadas en el Ártico podría intensificarse en los próximos años, a medida que el deshielo limite las áreas de caza de los osos y aumente su búsqueda de refugios alternativos.