Los vientos de Santa Ana: qué son y cómo generan grandes incendios en California

Los vientos de Santa Ana, con rachas de hasta 160 km/h, avivan incendios en California, convirtiendo vegetación seca en combustible y creando un entorno crítico.

Redacción

Los vientos de Santa Ana, un fenómeno meteorológico característico del sur de California, se han convertido en un factor determinante en los incendios forestales que azotan la región.

Durante la última semana, estos vientos, con rachas que han superado los 150 kilómetros por hora, han avivado fuegos devastadores en Los Ángeles, obligando a la evacuación de decenas de miles de personas y dejando una huella de destrucción.

Una amenaza que desciende de las montañas

Los vientos de Santa Ana, también conocidos como vientos catabáticos, son corrientes de aire seco y cálido que soplan desde el interior del continente hacia la costa del sur de California.

Este fenómeno se genera cuando un sistema de altas presiones se forma sobre la Gran Cuenca, una vasta región desértica que abarca Nevada, Utah y parte de California. A medida que el aire desciende hacia las áreas costeras, su temperatura aumenta y su humedad disminuye drásticamente, creando condiciones ideales para la propagación de incendios.

Estos vientos pueden reducir la humedad relativa a niveles inferiores al 5 %, dejando la vegetación extremadamente seca y vulnerable al fuego. Este año, las condiciones han sido particularmente peligrosas debido a una sequía persistente tras dos inviernos de lluvias abundantes, que dejaron atrás una vegetación ahora reseca.

El poder destructivo de los vientos de Santa Ana

El poder destructivo de los vientos de Santa Ana no solo radica en su capacidad para secar la vegetación, sino también en su fuerza para transportar brasas a largas distancias, provocando nuevos focos de incendio. Actualmente, al menos cuatro de los seis incendios activos en Los Ángeles, incluidos los de Palisades y Eaton, están fuera de control y han quemado más de 11.000 hectáreas.

Estos vientos convierten cualquier chispa en un incendio incontrolable. Los bomberos enfrentan una tarea monumental, ya que la fuerza del viento ha impedido incluso el uso de aeronaves para rociar agua desde el aire.

Cambio climático: un agravante silencioso

El papel del cambio climático en la intensificación de los incendios forestales es un tema recurrente. Desde 1980, la temperatura media del estado ha aumentado en un grado Celsius, prolongando los periodos de sequía y acortando la temporada de lluvias.

Aunque los estudios no han vinculado directamente el cambio climático con el aumento de la frecuencia de los vientos de Santa Ana, el entorno más cálido y seco amplifica sus efectos destructivos. Esto también ha provocado que incendios devastadores ocurran en meses atípicos, como enero, en lugar de concentrarse exclusivamente en el verano.

La topografía que acelera la amenaza

Los vientos de Santa Ana se forman cuando un sistema de altas presiones en la Gran Cuenca impulsa el aire hacia un sistema de bajas presiones frente a la costa del Pacífico.

Este movimiento crea un flujo de aire descendente que, al comprimirse, aumenta su temperatura y reduce su humedad. La topografía de California, con sus cadenas montañosas y cañones, actúa como un canal que acelera el viento, alcanzando velocidades de hasta 160 kilómetros por hora en algunas zonas.

Estos vientos también pueden intensificarse por fenómenos como la “onda de montaña”, que genera ráfagas huracanadas al cruzar las cumbres de las montañas y descender hacia las áreas costeras. Este fenómeno ha sido observado en incendios históricos como el de Marshall en Colorado en 2021, donde las llamas avanzaron a velocidades inusitadas debido a vientos descendentes similares.

Vientos de Santa Ana: un panorama de incendios todo el año

Los incendios en California están evolucionando hacia una amenaza perenne. El crecimiento urbano en zonas silvestres y la expansión de la red eléctrica han aumentado las posibilidades de ignición, mientras que las condiciones meteorológicas extremas facilitan su propagación. Cada vez se observa un comportamiento del fuego mucho más extremo en diferentes épocas del año.

En este contexto, los vientos de Santa Ana seguirán siendo un catalizador de incendios forestales en el sur de California. Aunque son un fenómeno natural, su impacto se ve amplificado por la acción humana y el cambio climático, dejando tras de sí un panorama cada vez más crítico para la región.

Los vientos de Santa Ana se forman cuando un sistema de altas presiones en la Gran Cuenca impulsa el aire hacia un sistema de bajas presiones frente a la costa del Pacífico. Fuente: Banco de imágenes Canva