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El poder del sol para iluminar nuestro futuro

La transición energética se ha convertido en uno de los grandes retos a los que se enfrenta el ser humano. Una transición que es innegociable desde un punto de vista climático y que, a la vista de la coyuntura de precios actual, también es imprescindible para los bolsillos de los consumidores.

La era de los combustibles fósiles llega a su fin pero los gobiernos de los países desarrollados siguen reticentes a cortar por lo sano su dependencia, dando pequeños pasos hacia la sostenibilidad del sistema. Nuestro país cuenta con una climatología envidiable para hacer uso de una fuente de energía limpia, renovable e ilimitada: el sol. ¿Cuál es el estado de la energía solar en España y cuáles son sus perspectivas a corto y medio plazo?

Pasados los oscuros años del impuesto al sol, la energía fotovoltaica en nuestro país parece haber despegado. Si echamos un vistazo a las cifras de generación eléctrica de 2021, las renovables aportaron en España un 46,6% de la producción, de la que un 8,1% provenía de placas solares. La solar fue, además, la energía que más creció durante el pasado año, cuya implantación superó en un 37,7% la de 2020, según cifras de la Red Eléctrica.

Según Fernando Hernández, profesor de economía y matemáticas aplicadas de la Universidad CEU San Pablo, nuestro país “está a la vanguardia de la zona euro en cuando a inversiones en renovables”. Y pese a este dato, advierte de que todavía hay mucho margen de mejora: “Recuerdo haber leído un dato que aseguraba que, en proporción, Alemania obtenía más energía fotovoltaica que en España cuando el clima allí no es tan soleado. El desarrollo potencial que tenemos es amplísimo”.

Según el Plan Nacional de Energía, PNIEC 2021-2030, España pasará de contar con 13,4GW de energía solar instalada a 39GW a finales de esta década, un 24% de los 160GW que deberían instalarse en nuestro país. En este contexto, el autoconsumo está llamado también a sumarse a esta transición, no solo en viviendas unifamiliares sino también en comunidades de vecinos. No en vano, España es un país que cuenta con una media de 1.700 horas de sol al año, cifras que superan las 3.000 horas en la mitad sur de la península.

Según Holaluz, estas condiciones deberían permitir añadir 50GW de potencia instalada gracias a los diez millones de tejados (ocho de viviendas unifamiliares, dos de bloques de pisos) disponibles en nuestro país. Esta medida permitiría a España reducir la dependencia de los combustibles fósiles y abaratar los costes de la luz para regresar a unos 30-35 euros el MWh respecto a los 300 euros que pagamos a finales de 2021, o los 700 euros que hemos visto en las últimas semanas.

Ventajas de la energía solar en casa y en la comunidad de vecinos

La principal ventaja y el reclamo más utilizado a la hora de fomentar la instalación de placas solares en viviendas unifamiliares o comunidades de vecinos ha sido la generación distribuida o descentralizada. La generación distribuida permite que no solo la familia que dispone de un tejado se beneficie de la energía verde que producen las placas solares, sino también las personas que viven a 500 metros a la redonda.

A pesar de la creencia de que instalar paneles solares requiere una gran inversión inicial, ahora es posible transformar tu tejado en productor de energía 100% verde sin adelantar ni un solo euro de tu bolsillo gracias a las subvenciones Next Generation de la UE o las subvenciones del IBI en tu ciudad. Además, Holaluz permite financiar tus placas solares hasta 15 años para que los paneles solares se paguen con el ahorro generado en la factura de la luz desde el primer mes.

Y si nos fijamos en el bolsillo incluso podemos hablar de las ventajas relacionadas con los vertidos de excedentes energéticos a la red. Un Real Decreto aprobado en abril de 2019 permite que toda esa energía que no se va a aprovechar se pueda introducir al sistema a cambio de una compensación por parte de las comercializadoras.

Una electricidad descentralizada e interconectada que tendría su epicentro en los tejados permitiría eliminar en gran medida la dependencia de los combustibles fósiles y reducir de manera significativa la factura del mes. Según Holaluz, el ahorro medio se sitúa sobre el 50% y existe la posibilidad de que el recibo llegue a ser de cero euros si se dan las condiciones necesarias. Unas condiciones que, por lo menos en nuestro país, ya existen. 

Para Hernández, “la volatilidad y la incertidumbre espectacular” de los mercados energéticos son un motivo más que suficiente para apostar ya por un cambio que permita acabar con “la dependencia energética derivada, también, de problemas geopolíticos”. Si algo nos está enseñando este 2022 es que el momento de actuar y emprender esa transición energética con ímpetu ya ha llegado.

El futuro de nuestros tejados

Según Holaluz, “en un futuro muy próximo, disponer de placas solares fotovoltaicas en el tejado de casa será tan estándar en nuestra vida como disponer de un cuarto de baño o una lavadora. Porque lo disruptivo es que no hace falta que sea el usuario quien genere su propia energía, ni su vecino, sino que cualquier persona que esté transformando su tejado en producción de electricidad verde ya está cambiando y mejorando el mundo para el conjunto de la sociedad”. Es decir, la energía que producirá no será para autoconsumo, sino también se beneficiará la comunidad al completo de Holaluz.

Al hablar sobre las próximas tendencias en el consumo de fuentes energéticas renovables y las expectativas de futuro, Holaluz lo tiene claro: “habrá una electrificación impulsada, en gran parte, por el impulso del vehículo eléctrico, así como la reducción de la dependencia del gas a través de la electrificación”. En un futuro a corto plazo, se espera que el gas sea una energía transitoria, y se consuma a través de fuentes de energía 100% renovables que permitirán acabar con los problemas de precios y ambientales para siempre. “Por eso es ahora cuando la Revolución de los Tejados tiene más sentido que nunca”, afirman.