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El satélite, la mirada hacia el futuro del campo

Descubrimos una de las herramientas más utilizadas por los agricultores en la actualidad. Ahora los campos cobran vida a través de imágenes por las que se toma el control de los cultivos.

La agricultura de precisión está presente en la mayoría de los campos de cultivo de nuestro país. Durante los últimos años, el sector agrario ha incorporado múltiples avances tecnológicos que les ha permitido optimizar los procesos más complejos y tradicionales, así como obtener datos más precisos del estado de sus cosechas.

La agricultura de precisión ayuda a optimizar el rendimiento de los cultivos así como de reducir el impacto ambiental y los costes de producción que conllevan

Comisión Europea, 2021

Una de las soluciones más punteras son los satélites utilizados como medio de monitorización de los cultivos de factores esenciales, como la meteorología, el estado del suelo y la zona geográfica en la que se sitúe, entre otros. Y expertos en la materia avalan su eficacia. Repasamos todos los detalles.

¿Es posible prevenir los fenómenos climatológicos?

Los satélites empleados dentro del mundo de la agricultura permiten mantener un control exhaustivo de los diferentes parámetros que afectan a los cultivos en las zonas rurales. De esta forma, mediante imágenes satelitales, el agricultor puede evaluar la situación de sus diferentes cosechas en base a datos actualizados.

Mónica López, representante española en el Comité Copernicus y Delegada en el Earth Observation Program Board de la ESA, afirma que están desarrollando aplicaciones específicas para usos concretos de los satélites, ya que «el agricultor, en muchas ocasiones, no quiere recibir una imagen, sino un producto que le ayude a optimizar su trabajo y en la toma de decisiones».

Existen múltiples fenómenos meteorológicos que pueden poner en peligro las cosechas, como las fuertes rachas de viento, precipitaciones que desemboquen en inundaciones o sequías, entre otros. Por esta razón, los satélites pueden ayudar a los agricultores a anticiparse a estos eventos y actuar para minimizar las consecuencias.

¿Cómo son los satélites que controlan nuestros cultivos?

Actualmente, existen dos fuentes de datos esenciales en el sector. Por un lado, encontramos multitud de elementos en campo que son susceptibles de controlarse mediante sensores en el terreno. Por otro lado, encontramos las herramientas de teledetección como los satélites de observación terrestre equipados con cámaras específicas.

Los satélites de constelaciones públicas como Copernicus con sus Sentinel, permiten mantener un control de forma generalizada de los campos desde el espacio. Aunque están a una gran distancia, monitorizan las zonas de forma precisa y optimizada, ofreciendo imágenes de 10 metros/ píxel que son idóneas para analizar gran parte de los cultivos.

El uso del satélite como herramienta se ha extendido en gran medida debido a que resulta fácil, mediante escalas de colores intuitivas, obtener información de rápida consulta sobre si un cultivo tiene un determinado estrés o le está afectando una enfermedad en una zona de la parcela.

Maite Rodríguez, especialista en teledetección de Corteva

Desde Corteva, Maite también comenta que «se han desarrollado índices de vegetación muy extendidos que permiten una gran escalabilidad en la monitorización. El poder observar grandes extensiones de terreno en un dispositivo móvil de forma cómoda y rápida, ha sido un paso muy importante en la incorporación de tecnología al sector. Nunca antes habíamos tenido la posibilidad de tener en nuestra mano tanta información relativa al cultivo, al suelo y a la meteorología como ahora». Esto ha revolucionado un sector que se abre al uso de datos y a una gestión más eficiente y rentable.

¿Cuáles son los usos prácticos de los satélites en el campo?

Desde el período de siembra hasta la posterior recogida de las cosechas, estas son algunas de las funciones más importantes que realizan los satélites en el ámbito de la agricultura:

Una opción a largo plazo

Las múltiples funciones de los satélites no terminan una vez se cosechan los cultivos. España es uno de los países que más está impulsando el desarrollo y expansión de los satélites en el sector agrario. Esto permite que la información y datos precisos que se recopilen se puedan emplear para crear planes de mitigación y políticas a nivel nacional en materia alimentaria y de salud, como la prevención ante fenómenos meteorológicos extremos, la inflación en el precio de los alimentos o situaciones de crisis sanitarias, entre otros.

A nivel económico, establecer el uso de la monitorización mediante imágenes satelitales permite que los productores puedan anticipar qué zonas pueden tener un potencial productivo mayor, y por tanto mejor rendimiento económico y distinguirlas de zonas menos productivas a priori. Así, se puede llevar a cabo una mejor planificación de costes/beneficios y optimizar el uso de recursos según le convenga.

En clave sostenible, la tecnología que aportan los satélites en sus diferentes utilizaciones en el campo permite mejorar la gestión de los nutrientes, lo que contribuye a estar más alineados con el medioambiente y actuar de forma responsable en la planificación de estrategias de mantenimiento del campo de cultivo, el mercado y la distribución de las cosechas.

¿Quieres aplicar estas herramientas en tu zona de explotación?

Descubre Corteva