El deshielo de Groenlandia y Antártida es hoy 6 veces más rápido que hace dos décadas
Groenlandia y Antártida se deshielan a un ritmo frenético. Algo que podría aumentar el nivel del mar hasta el peor de los escenarios previstos.
Mario Picazo
Preocupan las cifras por el aumento del nivel del mar que podría impactar a millones de personas
VÍDEO: ¿Por qué me afecta el deshielo del Ártico?
Desde hace años sabemos que tanto Groenlandia en la región del Ártico, como Antártida en el hemisferio sur, han ido perdiendo hielo a un ritmo cada vez más rápido. Mucha gente se pregunta porque cada año los datos de deshielo son mayores y se corrigen al alza. La explicación tiene mucho que ver con el hecho de que cada año tenemos datos más exactos. Gracias a ellos, científicos de varios centros de investigación del mundo pueden hacer predicciones mucho más reales de la relación que existe entre calentamiento global y deshielo.
A eso también hay que añadir que el calentamiento del planeta es mayor de lo inicialmente previsto, un factor que acelera el deshielo.
Un ritmo de deshielo que nunca se había medido
Ahora mismo hay 11 misiones de satélite que monitorean las diferentes capas de hielo de Groenlandia y Antártida. Con los datos que nos envían, recientemente hemos descubierto que estas regiones cercanas a los polos están perdiendo hielo a un ritmo seis veces mayor que en la década de los 90. No solo eso, si la tendencia de deshielo actual se mantiene en el tiempo, vamos camino de alcanzar el «peor de los escenarios» previstos por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) en su último informe.
Las regiones cercanas a los polos están perdiendo hielo a un ritmo seis veces mayor que en la década de los 90
Los resultados de la investigación que relaciona el ritmo de deshielo y el aumento del nivel del mar, se han publicado en la revista Nature. Es un exhaustivo estudio avalado por un equipo internacional de 89 científicos dedicados a investigar los polos a través de 50 organizaciones. La metodología empleada, se ha basado en calcular los cambios en la masa de las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida entre 1992 y 2019. Para conseguir el máximo número de observaciones se han unido agencias tan relevantes como la NASA y la Agencia Espacial Europea entre muchas otras.
De los cálculos obtenidos se extraen conclusiones relevantes, como que las dos capas de hielo juntas han perdido 81 mil millones de toneladas por año en la década de 1990. Un dato muy inferior a las cerca de 475 mil millones de toneladas de hielo perdidas por año en la década de 2010, o lo que es igual, en esa década se ha perdido seis veces más hielo. En total, entre Groenlandia y Antártida han visto desaparecer 6.400 millones de toneladas de hielo desde la década de 1990.
¿Qué supone todo ese hielo para nuestros océanos y mares?
Esas cifras astronómicas de deshielo, traducidas a aumento del nivel global del mar suponen 17.8 milímetros. Aunque suena a poco, es un valor significativo, dado el corto espacio de tiempo en el que se ha producido y que se trata de un dato global. Juntas, la fusión de hielo de las capas de hielo polar aportan un tercio de todo el aumento del nivel del mar. De ese aumento total, el 60 por ciento viene del deshielo de Groenlandia y el otro 40 por ciento de Antártida.
En su quinto informe publicado en 2014, el IPCC ya pronosticó que los niveles mundiales del mar aumentarían 71 centímetros para el año 2100. Algo que es muy probable que se cumpla de acuerdo con los resultados presentados en este estudio.
Por otra parte, las proyecciones del IPCC indican que para finales de este siglo, un aumento del nivel del mar de esa magnitud, podría poner en riesgo a cerca de 400 millones de personas que viven en zonas potencialmente inundables. Cada centímetro de aumento del nivel del mar provoca inundaciones costeras además de una intensa erosión que favorece futuros aumentos de esos niveles. Es un escenario que acaba alterando la vida de millones de habitantes pero también la de los múltiples ecosistemas que les rodean.
No hay que olvidar, que a la vez que el deshielo de Groenlandia y Antártida se acelera, los océanos absorben cada vez más el exceso de energía que generamos los humanos, sobre todo quemando combustibles fósiles. Esa energía extra hace que el agua de mares y océanos se expanda, provocando un mayor aumento del nivel del mar. Conclusión, al deshielo masivo de las regiones polares estamos sumando más centímetros por la expansión del agua, una suma nada positiva para las regiones costeras del planeta donde cada día quiere vivir más gente.