Viajar sin plástico estas vacaciones: por dónde empezar

Sabemos cómo llega el plástico al mar. Unos cuantos consejos para no dejar huellas contaminantes en nuestros viajes.

María José Montesinos

María José Montesinos

Sabemos cómo llega el plástico al mar. Unos pocos consejos para no dejar huellas contaminantes en nuestros viajes.

Cada año llegan a los océanos más de 8 millones de toneladas de piezas de plástico  que, acumuladas por las corrientes marinas forman islas cuya superficie es superior, por ejemplo, a la de toda España. Sabemos cómo llega el plástico al mar, pero es difícil saber cómo librarlo de él, ya que  puede tardar entre 400 y 500 años en desaparecer.

Una botella de plástico tarda unos 500 años en desaparecer. Fuente: Pexels

Muchas veces, esos restos plásticos están en las playas llevados por los turistas que las disfrutan. Una investigación dirigida por la Universidad Autónoma de Barcelona advierte de que el turismo genera el 80 % de los desperdicios que se amontonan en las arenas de las islas mediterráneas en los meses de verano.

Los viajes son multiplicadores de plástico

Un viaje puede ser un generador continuo de plásticos: el botellín de agua, el embalaje del sándwich comprado en la máquina de vending, el palito de remover el café, las toallitas de la comida del avión… que viene servida entre plásticos. Por no hablar de los botes de productos higiénicos. Por otra parte, casi cualquier compra que hagamos generará residuos por los precintos plásticos.

Con un poco de responsabilidad se puede viajar sin dejar una huella contaminante tras nuestro paso

No es fácil pero, con un poco de responsabilidad se puede viajar sin dejar una huella contaminante tras nuestro paso. Es importante intentarlo, sobre todo en las zonas del mundo en las que no existe el reciclaje, y podemos ver cómo llega el plástico al mar o, si va vertedero acaba enterrado o se quema generando carbono, y dañando igualmente la naturaleza.

Trata de no dejar nada más huella que la de tus pies en la tierra. Fuente: Pexels

Ahí van unos cuantos consejos que os pueden ayudar a dejar un rastro de plásticos  tras vuestro paso. El primero y más útil: no uses botellas de plástico desechables o de un solo uso. Cada minuto se compran un millón de botellas de plástico en el mundo. Que una no sea la tuya.

Usa botellas rellenables de agua, envoltorios reutilizables y bolsas de tela

Compra una botella para llevar agua que puedas rellenar. Lo ideal sería una de vidrio, pero pesan y resultan incómodas a la hora de viajar. Es preferible por eso usar una de aluminio, o mejor aún, de acero inoxidable, aunque sea un poco más cara. También puedes elegir plástico, siempre que sea reutilizable, aunque, ya sabes, al final… es plástico. En este blog encontraréis recomendaciones muy útiles sobre distintos modelos.

Para los bocadillos y sandwiches existen envoltorios para evitar usar papel film o papel aluminio

Si es posible, elige envoltorios de papel al comprar comida. En algunos sitios la embalan en cartón, que es siempre más sostenible y sus residuos no van a generar el peligro para el mar que provoca el plástico. Para los bocadillos y sandwiches existen envoltorios para evitar usar papel film o papel aluminio. Los de  Boc ‘n’ Roll  son reutilizables.  Y los de Beecool están hechos de cera de abeja.

Los envoltorios de papel son preferibles a los de plástico. Fuente Pexels

Rechaza las bolsas de plástico y usa tu propia bolsa de tela. Parece que todo el mundo nos quiere regalar la bolsa de plástico con su logo. No caigas en la pereza, y aprovecha para lucir una bolsa de tela con mensaje ambiental.

Cubiertos reutilizables o pajitas metálicas

Ahora que ya tienes tu botella rellenable y llevas tu bolsa de tela preparada, da un paso más: usa cubiertos reutilizables. Los hay de bambú, de madera… especialmente tratados para que los puedas lavar sin problema. No pesan nada y apenas ocupan sitio. No te dé corte sacar tus propios cubiertos, a lo mejor quien te mira raro acaba tomando tu ejemplo. Y, ¿has probado los cubiertos comestibles?

Solo en España se consumen 13 millones de pajitas de plástico al día.

Colillas, pajitas y latas de bebida son el 65 % de la basura almacenada en las playas. Solo en España. se consumen 13 millones de pajitas de plástico al día. ¿No crees que eso se tiene que acabar? Existen pajitas metálicas, no pesan y se pueden lavar, así que es fácil llevar una en el bolso o la mochila y usarla cuando tengamos necesidad.

Las pajitas metálicas evitan usan plástico desechable. Fuente: Pexels

Botes de champú reutilizables y jabones sólidos

Botecitos de champú, cremas, pasta de dientes… nuestro neceser es a veces una barra libre de recipientes de plástico, por no hablar de las microesferas y microplásticos de geles y cosméticos. Busca donde comprar jabones sólidos, o anímate y fabrícalos con tus manitas.  

Un último consejo: Trata de planificar todo lo posible. Si no tienes que improvisar no acabarás teniendo que recurrir a la solución que incluye plástico, porque no te queda más opción.

VÍDEO: 10 ALTERNATIVAS PARA QUE USES MENOS PLÁSTICO