¿Se puede convertir la orina en agua potable?

Novedosas técnicas permiten convertir la orina en agua potable como una posible solución a la falta de este recurso en algunas zonas del planeta.

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Novedosas técnicas permiten convertir la orina en agua potable como solución a la falta de este recurso en algunas zonas del planeta

VÍDEO: CONVERTIR LA ORINA EN AGUA POTABLE ES POSIBLE

El agua es probablemente el recurso más preciado del planeta, y desde luego sobre el que más se incide en la necesidad de ahorrar, no malgastar y no contaminar. De ahí que la posibilidad de convertir la orina en agua potable, aunque en un primer momento pudiera sonar descabellada, cada vez cobra más peso entre los investigadores.

Desde hace años se vienen experimentando técnicas para conseguir reutilizar aguas residuales con un muy buen resultado. Grandes ciudades de todo el mundo ya utilizan las aguas grises, regeneradas, para el riego de parques y jardines o para la limpieza de las calles, o incluso para la agricultura. Una técnica que sirve para ahorrar millones de litros.

¿Se podría convertir la orina en agua potable?

Desde tiempo inmemorial se ha buscado esta solución, ya que, en las regiones áridas, la falta del líquido elemento ha provocado millones de víctimas. También era necesario para marineros que pasaban largas temporadas en alta mar y se quedaban sin provisiones de agua dulce. Hoy en día es algo más posible de lo que podamos imaginar e incluso usado diariamente por algunas personas.

La Universidad de Gante (Bélgica) desarrolló una máquina que permite convertir el orín en agua 100% potable. El proceso es simple: la orina se calienta en un depósito mediante energía solar, después se filtra a través de una membrana especial y se eliminan nutrientes como el nitrógeno, el potasio o el fósforo. El resultado final es agua cristalina y refrescante.

El equipo de investigación probó la máquina durante diez días en un festival de música en su misma ciudad, consiguiendo recuperar 1.000 litros de agua a partir de la orina de los asistentes, y por cierto, con la que luego se pretendía fabricar cerveza. Fue un rotundo éxito.

La Universidad de Gante (Bélgica) desarrolló una máquina que permite convertir el orín en agua 100% potable

Antes, toda el agua que bebían los astronautas tenía que ser enviada a la Estación Espacial por cohetes, lo que tenía un alto coste y además ocupaba gran espacio.

Por eso, decidieron diseñar un nuevo método que consiste en un»destilador centrifugal», parecido al tambor de una lavadora. Un mecanismo sencillo que mueve la orina muy rápidamente, separando sus componentes y quedándose con el agua, ya que cada uno tiene una masa diferente; algo parecido a cuando mezclamos agua con aceite.

En la Estación Espacial Internacional además se ven obligados a reciclar el sudor y el agua de la ducha a través de un complejo sistema. Por no decir lo que la NASA ha comenzado a hacer con los excrementos de los astronautas.

Lo que no cabe duda es que reutilizar el agua es cada vez más importante, y aún lo será más en el futuro.

Aunque nos puede parecer algo novedoso, en el espacio utilizan sus aguas corporales desde hace años

Grupos de investigadores se plantean la instalación de este tipo de máquinas en lugares donde exista una gran aglomeración de personas (conciertos, eventos deportivos, aeropuertos…). Serviría para sacar el máximo partido a una fuente de agua novedosa y que se podría emplear en regar, limpiar o incluso beber en momentos de escasez.

Primer objetivo: no desperdiciar agua

Antes de llegar a estas situaciones dentro de unos años, lo que sí debemos plantearnos ahora es cuánta agua desperdiciamos cada día y cuánto podemos hacer nosotros por ahorrar. El aumento de la demanda, una población mundial en aumento y cada vez unos recursos hídricos más contaminados, nos deberían hacer replantearnos seriamente si somos sostenibles.

Quizá en unos años nos veamos obligados a decir que “somos lo que bebemos y quién sabe si al igual que los astronautas, superaremos esa barrera psicológica que por ahora nos lo impide.

Así explicaba el Comandante astronauta Chris Hadfield cómo se recicla el agua en el espacio.