¿Hay una gran reserva de hidrógeno bajo la corteza terrestre?

El hidrógeno es uno de los elementos fundamentales y más abundantes de nuestro planeta. Se combina fácilmente con otros elementos y moléculas para formar, por ejemplo, algo tan necesario como el agua.

Sus reacciones químicas pueden producir innumerables cosas. Incluida la energía de la que tanto dependemos día a día. 

La tecnología del uso de hidrógeno como proceso de almacenamiento de energía crece cada año y se investigan maneras de hacer que esa fuente de energía sea cada vez más eficiente. Es especialmente atractivo porque el hidrógeno a la larga se va a convertir en una alternativa a los combustibles fósiles.

Los geólogos creen que nuestro planeta tiene grandes depósitos de hidrógeno bajo su corteza. Hidrógeno que se podría recuperar para generar grandes cantidades de energía que, de alguna manera, ayude a acelerar la transición de los combustibles fósiles a esta fuente de energía limpia.

Lo que sabemos de esos potenciales depósitos de hidrógeno

Dado que es el gas más ligero de todos, los expertos saben que el hidrógeno no es fácil de atrapar y que se escapa fácilmente de la superficie terrestre. Por eso, durante años se ha asumido que la reserva del gas bajo tierra no sería habitual. 

Lo que no se escapa a la atmósfera se transforma bajo el suelo vía diferentes reacciones químicas en otros componentes o incluso se lo comen los microbios. Sin embargo, una reciente estimación del hidrógeno que hay bajo la corteza terrestre podría cambiar la forma de ver su potencial como alternativa energética. 

Se estima que bajo la superficie terrestre podrían existir depósitos de con millones de mega toneladas de hidrógeno

Geólogos del Servicio Geológico de Estados Unidos han creado un modelo numérico que extrapola lo poco que se sabe sobre el hidrógeno natural para estimar cuánto hay y cuánto podría extraerse como combustible.

Los datos generados indican que es bastante probable que bajo la superficie terrestre estén almacenados en depósitos decenas de millones de megatoneladas de hidrógeno. No es un dato exacto, pero la cantidad es significativa, oscilando entre decenas de miles y decenas de miles de millones de megatoneladas. 

Hidrógeno para abastecer la mitad de la demanda mundial

A pesar de las incertidumbre del estudio, los expertos creen que hay suficiente hidrógeno natural bajo la superficie para generar una gran cantidad de energía. 

Cierto es que hay que desarrollar la tecnología para su extracción y transporte, pero de evolucionar de manera similar a la que en el pasado lo hizo el gas natural, podría suministrar cientos de millones de toneladas anualmente para finales de siglo. 

Además si las fuentes existentes se renovarán a traves de procesos geológicos podría traducirse en una extracción de cientos de millones de toneladas cada año durante siglos. En las simulaciones realizadas se considera que 2.500 millones de toneladas de hidrógeno se fugan a la atmósfera cada año.

El dato actual es muy diferente y ronda los 23 millones de toneladas, pero según el equipo de investigación no hay mediciones suficientes para considerar que los valores sean reales. En cualquier caso, habría que cuantificar el volumen real de esos depósitos para saber si es factible invertir en tecnología de extracción. 

El gran reto de almacenar el gas más ligero del universo

Diferentes centros del mundo siguen buscando e investigando la manera de conseguir que la extracción de este preciado gas siga aumentando a buen ritmo. A la cabeza de este tipo de investigación se encuentran equipos de países como China, Australia, Estados Unidos y Malí. 

Los que se han volcado con el hidrógeno saben que tiene muchas ventajas como elemento generador de energía. Sin embargo, el proceso se topa con algunos problemas importantes, ya que si bien contiene mucha energía por unidad de masa también ocupa mucho espacio. 

Además, las moléculas de hidrógeno son tan pequeñas, que pueden escaparse de un recipiente fácilmente. Por eso, a pesar de su potencial como fuente natural de energía, llegar a ese punto óptimo de su utilización puede ser un auténtico rompecabezas.