La pesadilla del coche eléctrico

Desde que me instale en Los Ángeles hace más de dos años, he visto crecer de manera exponencial el número de vehículos eléctricos que recorren las calles de esta gran urbe. La explicación a tanto coche enchufado es sencilla, los Californianos se han puesto el listón muy alto para recortar las emisiones de gases que favorecen el calentamiento global, y una parte importante de esa estrategia pasa por potenciar y mucho el uso de vehículos eléctricos .

Hasta ahí todo genial, pero parece que el esfuerzo de convertir el estado dorado en un lugar menos contaminado, está transformando a muchos de sus habitantes en personas más impacientes y menos tolerantes. Llamadlo como queráis, pero los malos modales que van brotando entre los usuarios de vehículos eléctricos Californianos tienen una clara causa, el gran reto con el que se enfrentan a la hora de recargar sus baterías. A diferencia de las gasolineras, los puntos de recarga eléctrica no son tan abundantes, y cada vez son más frecuentes los enfrentamientos acompañados de insultos entre propietarios, los actos de vandalismo hacia otros propietarios o incluso el uso de ciertas zonas de aparcamiento, sobre todo en las grandes urbes, para potenciar el mercado negro de la carga eléctrica de vehículos.

Este problema de escasez de puntos de carga, de enchufes, ya lo vivimos a diario muchos para cargar nuestros móviles y portátiles por ejemplo en un aeropuerto o en una cafetería saturada de gente, pero la situación es mucho más crítica cuando después de un largo día de trabajo, uno no puede volver a su casa, porque no ha podido cargar su coche eléctrico.

Número de vehículos eléctricos por cada 1000 vehículos registrados en Estados Unidos. En California se registra el dato más alto de cualquier estado norteamericano con 5.

La mitad de los 330.000 vehículos eléctricos de Estados Unidos están en California, pero sin embargo el número de puntos de carga es bastante inferior a lo que los usuarios demandan para cubrir sus necesidades eléctricas día a día. Aunque la mayoría de los propietarios cargan su batería en casa, la autonomía de muchos de estos vehículos ronda los 120 km, así que, dependiendo de lo lejos que tengas el trabajo o las actividades que vayas a realizar a diario, seguramente necesites una segunda carga en otra ubicación.

Punto de recarga eléctrica.

La solución a medio o largo plazo pasa claramente por instalar más puntos de carga y por regular la manera de uso de los mismos, pero de momento, el que tenga planes de conducir un coche eléctrico por las calles y carreteras de California, que se arme de valor y se prepare para la batalla del enchufe.