Los accidentes más comunes en las piscinas: precaución este verano

La llegada de las altas temperaturas y el calor marca el inicio de la temporada de piscinas en ciudades y pueblos de España. Un espacio de diversión, ocio y deporte para adultos y menores que no está exento de riesgos.

Los accidentes en las piscinas son muy habituales y pueden tener distintas consecuencias: desde más leves hasta más graves. Algunos, incluso, pueden acabar en fallecimiento.

Según el último informe Ahogamiento en España, siempre que hay un medio acuático existe la posibilidad de un ahogamiento. Por lo tanto, es fundamental llevar a cabo medidas de precaución y prevención. 

¿Cuáles son los accidentes más comunes en piscinas?

Los accidentes más comunes en las piscinas son lesiones y cortes. Las lesiones se suelen producir por correr cerca del borde del vaso de la piscina o por caídas en zonas resbaladizas que se mojan por el agua de la piscina.

No hay que despreciar las contusiones derivadas de este tipo de accidentes: pueden ser pequeños golpes o traumatismos leves, pero también roturas óseas, luxaciones e incluso traumáticos craneoencefálicos. 

Tal y como se ha dicho, otro de los accidentes más habituales son los cortes leves. Durante el baño, la piel está mucho más expuesta. Esta circunstancia incrementa el riesgo de sufrir lesiones, roces y cortes en zonas como los pies y los brazos.

Otra complicación muy común en las piscinas es el conocido corte de digestión. Se produce cuando el cuerpo sufre un cambio brusco de temperatura o por intoxicaciones por elementos químicos utilizados en la piscina, como el cloro.

Accidentes graves en piscinas

Desafortunadamente, las piscinas también pueden ser un lugar en el que se produzcan accidentes mucho más graves. La mayoría de ellos, por imprudencias y falta de vigilancia.

Uno de los accidentes más graves que se producen en las piscinas son las lesiones medulares por zambullidas incontroladas. Este tipo de lesión ocurre cuando al lanzarse a la piscina el cráneo o alguna parte de la columna impacta de forma violenta contra el fondo de la psicina y daña la médula espinal. 

«Las zambullidas imprudentes en playas, piscinas, ríos y pantanos suponen una de las principales causas de lesiones medulares, junto a las caídas y los accidentes de tráfico. En España se producen entre 800 y 1.000 lesiones medulares al año», indican desde el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM) y la Fundación del Lesionado Medular (FLM). De hecho, se estima que las zambullidas imprudentes causan cerca del 6% de lesiones medulares.

Y por último, el accidente más grave (y mortal) en una piscina es el ahogamiento. La causa de un ahogamiento es, generalmente, la falta de habilidades de natación. También las conductas de riesgo o las patologías propias de la persona. En todas ellas, la falta de supervisión o vigilancia es un factor de riesgo.

Se estima que el 7% de los ahogamientos se producen en piscinas. En la gran mayoría de los casos, en piscinas particulares o domésticas. Así lo detalla el informe Ahogamientos, que especifica que hay una media de unos 50 fallecidos al año en piscinas o instalaciones acuáticas. 

¿Cómo evitar accidentes en la piscina?

Con el objetivo de evitar los accidentes más comunes en las piscinas se recomienda llevar a cabo unas medidas de precaución para disfrutar de un verano seguro en el agua. De este modo, se logra crear un entorno más seguro para todos. 

Uno de los primeros aspectos a tener en cuenta para evitar accidentes en las piscinas es la supervisión de los bañistas. Principalmente por los propios compañeros de baño y por los adultos responsables de los menores que se vayan a bañar o de los socorristas de la instalación .

Otra medida de precaución es aprender las habilidades básicas de seguridad en el agua como la flotabilidad y la natación. Con ello, se reducen de forma drástica las posibilidades de ahogamiento y otras lesiones. Y conocer maniobras básicas de primeros auxilios para actuar en caso de necesidad. 

Igualmente, se deben extremar las precauciones en el entorno del vaso de la piscina. En esa zona hay que evitar correr y reducir las posibilidades de caídas inesperadas a la piscina. 

En lo que respecta a las instalaciones, se debe disponer de unas barreras de seguridad para prevenir el acceso no autorizado a la piscina y de una señalización clara con carteles de advertencia e instrucciones sobre el uso seguro de la piscina, profundidad del agua y cualquier peligro específico.

Estos carteles sirven también para identificar con rapidez el equipo de seguridad, como un flotador de rescate y un gancho para emergencias, unos elementos útiles en caso de emergencia en la piscina. 

Por último, se aconseja llevar un mantenimiento adecuado del agua para evitar infecciones, intoxicaciones y enfermedades con unos niveles de PH y cloro idóneos para la seguridad. 

Consejos para evitar accidentes en las piscinas 

Por su parte, desde la fundación Stop Ahogados llevan años trabajando con el objetivo de reducir al mínimo el número de accidentes en los entornos acuáticos. En base a su experiencia y datos han desarrollado una serie de consejos para evitar los accidentes en las piscinas como: 

• Disponer de elementos protección para acudir a la piscina.
• Leer las normas de seguridad de la piscina.
• Disponer de un contacto de un familiar o responsable cerca.
• Ducharse antes y después de cada baño.
• No correr por el borde de la piscina.
• Mirar antes de tirarse al agua.
• No empujar ni realizar juegos peligrosos.
• Protegerse del sol con loción solar y en la sombra.
• No hacer ejercicio después de comer.
• Vigilancia por responsables o socorristas.
• No utilizar flotadores en los espacios en los que no está permitido.
• Llamar al socorrista en caso de emergencia.

 ¿Qué hacer en caso de accidente en piscina?

En caso de producirse un accidente, se debe avisar a los responsables y a los servicios de emergencias de la propia piscina. En función de la tipología del accidente, actuarán de una forma concreta. 

Ante una lesión leve como un corte o una quemadura, se aconseja acudir al puesto de socorro para recibir un tratamiento instantáneo.

En lo que respecta lesiones graves, en el momento del suceso, también se debe actuar rápido, pero con seguridad y, sobre todo, conocimientos. Si no se dispone de la formación y experiencia adecuada, es mejor dejar actuar a los profesionales.