Cataluña declara por primera vez el estado de emergencia por sequía

24 municipios se verán afectados: se fija una limitación del consumo global de agua por abastecimiento a un máximo de 200 litros por habitante y día

Redacción

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La Agencia Catalana del Agua (ACA) informó este pasado miércoles que las unidades del acuífero del Fluvià Muga y del embalse de Riudecanyes pasarán al escenario de emergencia. Esta situación, que se produce tras 30 meses de sequía continuada y que implicará limitaciones en el consumo de agua, afectará en total a 24 municipios.

La declaración de emergencia afectará a un total de 22 municipios del Alt Empordà que se abastecen del acuífero del Fluvià Muga, una de las principales fuentes de abastecimiento de agua de gran parte de la comarca, y dos municipios del Baix Camp que dependen del agua del embalse de Riudecanyes.

Acuífero del Fluvià Muga

El acuífero del Fluvià Muga se encuentra a 14,4 metros sobre el nivel del mar, por debajo de la cota más baja alcanzada en 2009, que fue de 14,5 metros, debido a la falta de lluvias de los últimos meses en la comarca del Alt Empordà. 

La ACA ha decidido declarar el estado de emergencia, tal y como determina el Plan de sequía, de forma preventiva y con el objetivo de evitar que los municipios que dependen del acuífero tengan problemas de abastecimiento.

 Los 22 municipios afectados, que comprenden una población de 24.399 habitantes, son: Agullana, Armentera, Capmany, Espolla, Garriguella, La Jonquera, Masarac, Mollet de Peralada, Palau-saverdera, Pau, Pedret y Marzà, Peralada, Sant Climent Sescebes, Sant Miquel de Fluvià, Sant Mori, Sant Pere Pescador, Torroella de Fluvià, Ventalló, Vilabertran, Viladamat, Vilajuïga y Vilamacolum.

Embalse de Riudecanyes (Baix Camp)

En cuanto al embalse de Riudecanyes (Baix Camp), que está al 6%, con un volumen de 0,3 hm 3 , se declarará la emergencia para garantizar el agua de boca en los municipios de Riudecanyes y Duesaigües.

La ACA ha propuesto que los municipios que dependen del embalse de Siurana, que se encuentran en una situación similar a la de Riudecanyes, adopten las medidas de la fase de emergencia, a pesar de ser competencia de la Confederación Hidrográfica de la Ebro (CHE).

Limitaciones en el consumo de agua

Con la declaración de emergencia se fija una dotación global de agua de 200 litros por habitante y día de media por municipio. Hay que tener en cuenta que, de los 22 municipios del Alt Empordà situados en la unidad de explotación Fluvià Muga, sólo un 41% cumple con las dotaciones que fija el Plan de sequía, mientras que el 50% las incumple y el 9% restante no aporta los datos de consumos.

Por lo que respecta al resto de usos, en el escenario de emergencia se suprime el riego agrícola (se podrá autorizar sólo el riego de supervivencia de cultivos leñosos), se debe reducir un 25% los consumos de agua de los usuarios industriales y también el consumo de agua en los usos recreativos (25% en usos asimilables a urbanos y supresión total del riego). 

Se prohíbe el uso de agua para el riego de jardines y zonas verdes (públicos y privados), la prohibición total del llenado total o parcial de fuentes ornamentales, lagos artificiales, piscinas de agua dulce y la prohibición de limpiar cualquiera vehículo, salvo en establecimientos de limpieza específicos.

Las administraciones locales, a través de sus planes de emergencia, pueden establecer limitaciones/prohibiciones adicionales al uso del agua en instalaciones deportivas, públicas/privadas y en espacios lúdicos.

Seguimiento de la calidad del agua

El director de la ACA se ha referido a los protocolos de seguimiento de la calidad del agua que, desde hace meses, la Agencia ejecuta en coordinación con los diferentes operadores, responsables de su seguimiento, y que en esta época de el año se intensifican a raíz de la subida de las temperaturas y la escasa pluviometría.

Hay que tener presente que en los embalses se producen procesos biológicos y físicos a lo largo del año que condicionan y modifican la calidad del agua en distintas profundidades. La reducción en los volúmenes embalsados ​​de agua afecta a esta calidad debido a su interacción con los sedimentos depositados durante años. 

Además, durante la época de más calor, y en el actual contexto de sequía, la calidad del agua se resiente.