Llamaradas y tormentas solares: ¿Por qué el sol está tan activo?

Hemos oído hablar de llamaradas y tormentas solares más intensas de lo normal, pero no es motivo de alarma.

Alejandro Riveiro

Alejandro Riveiro

En los últimos meses y semanas hemos oído hablar de llamaradas y tormentas solares más intensas de lo normal. Hace no mucho, de hecho, pudimos llegar a ver auroras en la Península Ibérica, muy lejos de su región habitual. Pero no es motivo de alarma.

La actividad del Sol es normal

El Sol es una estrella cuya actividad varía de una manera cíclica, a lo largo de aproximadamente 11 años. Es lo que se conoce como un ciclo solar. En la actualidad, nuestra estrella se encuentra en el ciclo solar 25 (el primero se comenzó a contar en 1755 y concluyó en 1766).

Algunas previsiones, como la de la NASA, apuntaba a que en este ciclo actual, que comenzó en 2019 y concluirá 2030, se alcanzaría el pico de actividad (llamado máximo solar) en 2025. Sin embargo, es posible que se produzca algo antes.

Las tormentas solares no suponen ningún tipo de peligro para la vida en el planeta.

Cada ciclo solar comienza en el mínimo solar. Es el momento de menor actividad en el Sol. La cantidad de manchas solares en su superficie es menor (en ocasiones llega, incluso, a no presentar ninguna) y su actividad es mucho más baja.

Durante el mínimo solar, las llamaradas y las tormentas solares son mucho menos frecuentes, porque se producen, precisamente, a través de las manchas solares. Ahora, sin embargo, el Sol se muestra mucho más activo.

El máximo solar, como quizá supongamos, es cuando podemos encontrar la mayor cantidad de manchas solares. Una vez superado, la cantidad de manchas solares que podemos observar en el Sol va disminuyendo, a medida que se dirige a un nuevo mínimo solar.

Hay que recordar que las tormentas solares no suponen ningún tipo de peligro para la vida en el planeta. Si bien es cierto que pueden afectar a nuestra tecnología. Su manifestación más espectacular, sin embargo, está en las auroras.

Las auroras pueden ser visibles más lejos de lo habitual por las tormentas solares

En condiciones normales, cerca de ambos polos de la Tierra, podemos observar uno de los fenómenos más espectaculares de la atmósfera. Las auroras se producen cuando las partículas del viento solar, procedentes del Sol, chocan con la atmósfera.

En condiciones normales, la mayoría de esas partículas son desviadas por nuestra atmósfera, y solo algunas quedan atrapadas (provocando las auroras). Durante una tormenta solar, la cantidad de partículas atrapadas es mucho mayor.

Esas partículas atrapadas son arrastradas por el campo magnético hacia los polos. Allí, entran en la atmósfera y golpean los átomos que la forman, provocando la emisión de luz (el color depende del tipo de átomo golpeado).

Durante una tormenta solar, la cantidad de partículas atrapadas en el campo magnético terrestre es mucho más grande y, en consecuencia, el anillo auroral (la región en la que se producen las auroras) crece de igual manera.

Esto provoca que, cuando se produce una tormenta suficientemente fuerte, se puedan llegar a observar auroras mucho más al sur (o al norte, si estamos en el hemisferio sur) de lo habitual. En ocasiones, siendo visible incluso desde el sur de la Península Ibérica.

Es lo que está sucediendo en estos momentos. Algunas de las tormentas solares, que han afectado a la Tierra, han sido tan intensas que el anillo auroral se ha expandido hasta el punto de permitir que las auroras sean visibles desde nuestra región.

El máximo solar podría llegar antes de lo esperado

Lo más intrigante es que, ahora, un grupo de investigadores dice que el máximo solar podría llegar a finales de 2024. Esta predicción lo adelantaría un año respecto al de la NASA (que lo sitúa en 2025). Hay motivos para darles credibilidad.

Este mismo equipo es el responsable de un modelo, para predecir la actividad solar, que parece ser más preciso que el que utiliza la NASA. Así que su predicción no se está tomando en vano. No sólo eso, calculan cómo será el nivel de actividad.

Durante el máximo solar, explican, el Sol podría llegar a tener 185 manchas solares cada mes. Está dentro de la actividad típica del Sol durante el máximo solar, si bien es más baja que la predicción inicial que ellos mismos habían hecho.

tormentas solares
Fuente imagen: Pexels

Al mismo tiempo, es sensiblemente más alta que la predicción de NASA, que calcula que en el máximo solar se producirían en torno a 115 manchas solares al mes. En ese escenario, sería un máximo solar mucho más suave que en otras ocasiones.

Así que, en realidad, no hay de qué alarmarse, ni está sucediendo nada atípico. El ciclo solar es un proceso muy bien entendido del Sol, que rige su actividad. En 2023, estamos en pleno rumbo al máximo solar y su actividad seguirá siendo elevada.

Así que en los próximos años, probablemente, tendremos más oportunidades de ver alguna que otra aurora muy lejos de sus latitudes habituales, siendo visibles incluso desde la Península Ibérica.