Mediterráneo muy cálido: ¿nos espera un otoño de lluvias torrenciales?

Este verano gran parte del Mediterráneo es un auténtico caldo. De mantenerse las elevadas temperaturas del agua hasta la recta final del verano, en otoño podríamos experimentar intensas tormentas.

Mario Picazo

Mario Picazo

  • Este verano casi la totalidad del mar Mediterráneo presenta temperaturas del agua muy por encima de la media.
  • Si se mantienen esas anomalías positivas de la temperatura del mar, en otoño, podrían traducirse precipitaciones inetnsas en el litoral Mediterráneo.
  • Las precipitaciones más intensas en las costas Mediterráneas suelen producirse principalmente entre los meses de septiembre y noviembre.

Estamos en julio y el Mediterráneo, como cada año, se va calentando a medida que absorbe largas horas de intensa radiación solar y energía del cálido aire que está en contacto con su superficie. Este año, sus aguas registran temperaturas muy por encima de lo que estamos acostumbrados a medir. En junio ya se registraron anomalías muy positivas de temperatura y este mes todo apunta a que algunas zonas incluso podrían sumar algún que otro grado más.

Anomalías de temperatura de la superficie del mar el 3 de julio de 2017. Todo el Mediterráneo presenta anomalías ppositivas que en muchos casos oscilan entre los 2 y 4C.

Desde las costas de nuestra península Ibérica pasando por las de Italia, Grecia, o las del norte de África hasta oriente medio, la superficie del mar este año ha alcanzado valores históricos positivos de temperatura que, a lo largo del verano, y sobre todo durante los meses de otoño, afectarán el régimen de precipitaciones en nuestra región.

Imagen de satélite captada sobre la península Ibérica durante una situación de DANA.

En muchas de las mencionadas zonas, las anomalías positivas de temperatura oscilan entre los 2 y los 4oC. Si eso es lo que tenemos ahora arrancando julio en septiembre, después de un largo verano de calor seguramente registremos anomalías más intensas. No es que el agua no haya alcanzado valores tan elevados de temperatura en otras ocasiones, pero lo que llama la atención es que prácticamente todo el Mar Mediterráneo presente anomalías positivas.

Inundaciones en Ademúz consecuencia de la gota fría.

Ahora a medida que se acerque el otoño tendremos que mirar al cielo con especial atención porque arranca uno de los periodos del año en los que la meteorología en España, y especialmente en el litoral Mediterráneo, se torna más extrema. No hay fechas exactas, pero habitualmente desde mediados de septiembre hasta principios de noviembre, es más frecuente que se produzca ese fenómeno ya conocido por muchos y que popularmente se denomina ¨Gota Fría¨ (¨DANA¨, o lo que es lo mismo Depresión Aislada en Niveles Altos de la atmósfera para los que seguís la meteorología de manera habitual).

Situación sinóptica correspondiente a una DANA.

Las DANAS, son las encargadas de fabricar nubes de gran desarrollo vertical que a su vez descargan ingentes cantidades de agua sobre un mismo lugar en un espacio de tiempo relativamente corto. Para que eso ocurra, tiene que haber una borrasca en la superficie, a ser posible cerca de una fuente importante de vapor de agua. Una situación clásica de DANA en nuestro Mediterráneo, es aquella en la que la borrasca se posiciona entre el litoral norte de Argelia y las costas del sudeste peninsular, aunque en otras ocasiones puede aparecer más al norte o incluso por ejemplo hacia el este en el Golfo de Cádiz.

Esquema de la formación clásica de intensas tormentas en el litoral Mediterráneo español durante situaciones de DANA.

Para que esa borrasca situada sobre la superficie llegue a generar lluvias torrenciales, necesitamos que en niveles más altos de la atmósfera (entre uno 5000 y 8000 metros) sobre esa misma posición, el aire esté más frío de lo habitual.  Esa bolsa de aire frío aislado (de ahí el nombre DANA) ayuda y mucho a que el vapor de agua se condense rápidamente al ascender favoreciendo la rápida formación de nubes y liberando una gran cantidad de energía en la atmósfera.

Las trombas marinas son frecuentes en el Mediterráneo durante situaciones de extrema inestabilidad relacionadas con la presencia de una DANA. Esta fue captada frente a las costas de la ciudad Italiana de Génova en octubre de 2015.

Para potenciar aún más el efecto ascendente del aire húmedo, en España tenemos muchas montañas costeras, el conocido pre-litoral, contra ellas choca el aire húmedo del mar, favoreciendo aún más su ascenso y potenciando su efecto devastador.

A parte del aire frío en altura, y del aire cálido y húmedo en superficie, hace falta la presencia de un factor fundamental que contribuye y mucho a que haya vapor de agua en el aire, o por ponerlo de otra manera, gasolina para las nubes, la temperatura del agua del mar. Cómo se encuentre de temperatura por estas fechas previas al otoño nuestro mar Mediterráneo, dice mucho de cómo podrían llegar las siguientes semanas en cuanto a la formación de tormentas intensas. Si se acaban formando, son capaces de descargar cientos de litros de agua en menos de 24 horas desde Andalucía, Ceuta o Melilla, pasando por Murcia y la Comunidad Valenciana, hasta Cataluña y Baleares.

Riadas en Benidorm durante un episodio de lluvias intensas en septiembre de 2015

Que el Mediterráneo esté más bastante más caliente de lo normal no quiere decir aún que vayamos a tener un otoño de intensas lluvias, pero si llegamos con tanta anomalía positiva al final del verano la probabilidad de que eso ocurra si aumentará de forma significativa. Estaremos muy pendientes de esa evolución y de las primeras incursiones de aire frío que vayan llegando hacia el final del verano.