El Ártico registrará más lluvia que nieve en un futuro no muy lejano

Un reciente estudio avala que el futuro Ártico será más húmedo y con más lluvia durante el año que nevadas. Este cambio ocurrirá décadas antes de lo que se indicó anteriormente.

Mario Picazo

Mario Picazo

El Ártico es la región del planeta que más sufre el impacto del cambio climático humano. El calentamiento en algunas zonas ha sido hasta tres veces más intenso que en muchas otras regiones del planeta. El deshielo, el cambio de la meteorología local y el impacto sobre la biodiversidad de la región son solo algunas consecuencias de este nuevo escenario más cálido. 

En relación a ese calentamiento, un nuevo estudio realizado por científicos de la Universidad de Manitoba (Canadá) y del Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo (NSIDC) prevé que con el paso de los años, en e Ártico, las precipitaciones en forma de lluvia serán más habituales que las de nieve. Además, esta transición ocurrirá décadas antes de lo que se predijo inicialmente hace ya unos años.

Las modelos numéricos avalan las lluvias más frecuentes en un futuro

Las últimas proyecciones de los modelos climáticos, publicadas en la revista Nature Communications, muestran un importante aumento en la tasa y rango de precipitación que se espera que caiga en el Ártico. Además, la mayoría de estos episodios de precipitación en un futuro serán en forma de lluvia. 

Según los expertos, este cambio se produce debido al rápido calentamiento, la pérdida de hielo marino y el transporte de calor hacia los polos, incluyendo la región del Ártico.

Entre los cambios más importantes, los autores del estudio destacan una reducción de la capa de nieve, un mayor derretimiento del permafrost, más episodios de lluvia que de nieve y mayores eventos de inundaciones debido al aumento de la descarga de los ríos.

El deshielo en el Ártico se acelera y afecta al regimen y tipo de precipitación en la región.

La transición de nieve a lluvia llegará antes de lo inicialmente previsto

Se prevé que esta transición hacia un escenario climático dominado por las lluvias en el Ártico, varie su comienzo según la estación del año y la región. En otoño, por ejemplo, los modelos de cálculo predicen que el cambio ocurrirá entre 2050 y 2080. Con anterioridad esas predicciones situaban el cambio entre 2070 y 2090. 

Como aperitivo a futuras predicciones, en Agosto de 2020, mientras el equipo de investigación preparaba su informe, llovió por primera vez desde que hay registros en el punto más alto de la capa de hielo de Groenlandia.

En agosto de 2020 el punto más alto de la capa de hielo de Groenlandia midió la primera lluvia desde que hay registros

“El hecho de que llueva en la cima de Groenlandia a estas alturas, y de que tal vez tengamos más lluvias en el futuro, me asombra un poco”, dice Michelle McCrystall, la principal investigadora del proyecto. 

Hasta hace nada se hablaba de que todo esto sucedería sobre el año 2100, y parece que falta mucho tiempo, pero solo son 80 años. Si continuamos con la trayectoria actual, muchos de los problemas derivados de esa transformación de nieve por agua, podrían suceder incluso más rápido de lo que hemos proyectado.

Los autores advierten que la reducción de la capa de nieve amplificará aún más el calentamiento del Ártico y del planeta en general a través de la retroalimentación del albedo, el aumento de los flujos de dióxido de carbono en invierno, la liberación de metano del suelo y el deshielo del permafrost.

VÍDEO: ¿DESHIELO EN EL ÁRTICO, SE QUEDARÁ SIN HIELO A FINALES DE SIGLO?

Importante impacto para la biodiversidad y los habitantes de la región

El cambio de precipitación también afectará la humedad del suelo, las aguas subterráneas, y las redes de hongos subterráneos que sustentan toda la flora aérea. 

Si se registran más episodios de lluvia que de nieve, la situación podría ser devastadora para las poblaciones silvestres de caribúes, renos y bueyes almizcleros.

Mark Serreze, coautor del estudio y director de NSIDC comenta que «el problema al que nos enfrentamos hoy, es que el Ártico está cambiando tan rápido que la vida silvestre de la región no será capaz de adaptarse”. ”No es solo un problema para los renos, el caribú o el buey almizclero, también lo es para la gente del norte que depende de ellos”.

Estos cuatro gráficos del estudio muestran el cambio gradual de nevadas a lluvias en el Ártico para el año 2100. Cada uno representa a una de las cuatro estaciones meteorológicas (invierno = DJF, primavera = MAM, verano = JJA y otoño = SON). Juntos, los cuatro muestran un cambio hacia un predominio de la lluvia para finales de siglo. Los cambios más dramáticos se dan en el otoño.
Crédito: McCrystall, et al., 2021 / Nature Communications

El equipo de investigación resalta que si conseguimos limitar el calentamiento global a 1.5 grados centígrados, existe la posibilidad de que algunos de los cambios proyectados (la transición a una precipitación dominada por lluvias) puede que no ocurra en algunas regiones del Ártico. 

Sin embargo, de continuar con la trayectoria actual, basada en las políticas globales actuales, podríamos alcanzar un calentamiento global de 3 grados para finales de siglo. Ese escenario se traduciría en una transición hacia un ártico más lluvioso con cambios mucho más drásticos

El nuevo Ártico afectará el clima de otras regiones

James Screen,  otro colaborador del estudio y miembro del Instituto de Sistemas Globales de la Universidad de Exeter, afirma que; «A menos que se detenga el calentamiento global, el futuro Ártico será más húmedo; los mares en su día congelados serán aguas abiertas y la lluvia reemplazará a la nieve». 

Aún es una incógnita que supondrá este cambio de precipitación para el hielo marino, el elemento característico del paisaje del Ártico. Cuanta más lluvia caiga, más agua dulce se acumulará en la superficie del océano. Eso podría ayudar a aumentar el volumen de hielo marino. Sin embargo, que caiga más lluvia se asocia con temperaturas más cálidas, una situación que disminuiría el crecimiento del hielo marino.

La cantidad de agua dulce disponible para fabricar lluvia dependerá del grado de calentamiento global que alcancemos debido a nuestras actividades.

Para muchos, este cambio de nieve a lluvia puede parecer lejano y difícil de relacionar con lo que pueda ocurrir en otras regiones como por ejemplo la península Ibérica. 

La gente necesita entender que vivimos en una sociedad global donde todo está interconectado, y eso es especialmente cierto cuando hablamos de clima. Tenemos un clima global, interconectado, y lo que suceda en una región como el Ártico, afectará a lo que suceda en el resto del planeta.