¿Por qué hemos visto auroras boreales en España?

Se han llegado a observar en lugares muy lejanos a lo habitual, gracias a la intensa actividad del Sol ¿Por qué?

Alejandro Riveiro

Alejandro Riveiro

Durante este fin de semana, todo el territorio español (desde la Península Ibérica hasta las Islas Canarias) ha sido testigo de auroras boreales. Se han llegado a observar en lugares muy lejanos a lo habitual, gracias a la intensa actividad del Sol.

El Sol se acerca a su máximo solar

La actividad del Sol está gobernada por algo que conocemos como el ciclo solar, que tiene una duración aproximada de 11 años. En ese tiempo, la actividad de nuestra estrella (en forma de manchas solares, responsables de las llamaradas y eyecciones coronales) varía.

Durante el mínimo solar nos encontramos con un nivel de actividad muy bajo. El Sol puede llegar a no mostrar mancha solar alguna. En el máximo solar sucede lo opuesto. Nuestra estrella está repleta de manchas solares y su actividad es mucho más alta.

El pasado viernes, la NOAA (Oficina Nacional de Administración Atmosférica y Oceánica de Estados Unidos) advertía de tres llamaradas emitidas en rápida sucesión y muy potentes. Emitía un aviso de tormenta geomagnética extrema.

Inicialmente, se alcanzó el nivel G4, pero durante varias horas, las condiciones fueron de nivel G5. Es el máximo y no sucedía desde 2003. Estas llamaradas abrían la posibilidad a que se produjeran auroras lejos de la región habitual.

En la noche del viernes al sábado, las auroras boreales se desplazaron mucho más lejos de lo habitual, tanto en el hemisferio norte como el sur. Así, en el hemisferio sur se han llegado a observar auroras en el sur de Chile y Argentina.

También se pudo observar la aurora austral cerca de las costas de Melbourne (las auroras australes son las del hemisferio sur, mientras que las auroras boreales son las que se producen en el hemisferio norte). En muchos casos, hacía cientos de años desde la última ocasión.

tormenta solar auroras boreales 12 de mayo

Auroras en todo el territorio español

España no ha sido una excepción durante este fin de semana. Las auroras han sido visibles en lugares tan dispares como el norte cantábrico (en lugares como Asturias o Cantabria). Así como en Castellón, Mallorca, Cádiz o las Islas Canarias.

El caso de las Islas Canarias es quizá uno de los más atractivos. No se observaban auroras en la región desde el año 1770. En septiembre de aquel año se produjo una tormenta solar que, se ha llegado a plantear, pudo ser más potente que el Evento Carrington.

Hay que recordar que el Evento Carrington, sucedido en 1859, fue una enorme tormenta solar que dejó auroras incluso en Colombia y el Caribe. Los paralelismos con esas grandes tormentas resultan interesantes. En aquella ocasión hubo auroras en Hawái.

En la tormenta de este fin de semana, también, se han vuelto a observar auroras en lugares como el Caribe (Cuba, por ejemplo), México o las islas de Hawái. Estamos ante un episodio que resulta histórico por los lugares donde se han visto estas auroras.

¿Veremos más auroras en el futuro?

Aunque nunca se puede asegurar con certeza, el Sol está entrando en el máximo solar. Durante los próximos meses (y años) la actividad de nuestra estrella va a ser muy intensa. Por lo que no se puede descartar, ni mucho menos, que suceda algo similar.

Es posible que haya un nuevo episodio de llamaradas que permita que las auroras se extiendan muy lejos de sus regiones habituales. ¿Cuándo podría suceder? Eso es algo mucho más complicado de determinar, porque el Sol no deja de ser impredecible.

En el momento de escribir estas palabras, sin ir más lejos, la mancha solar AR3664 (responsable de las llamaradas que nos han dejado estas espectaculares auroras) ha producido una nueva llamarada. Esta es más débil que las anteriores, pero también se dirige a la Tierra.

Se espera que alcance nuestro planeta el próximo 15 de mayo. Si bien esto no quiere decir que debamos esperar observar auroras en nuestro territorio, es una muestra más de que la actividad del Sol, en este momento, es muy intensa.

¿Hay peligro para los habitantes de la Tierra?

Las llamaradas solares son inofensivas para la vida de nuestro planeta. Así que podemos centrarnos en disfrutar del espectáculo de luces que nos brinda el cielo en estas ocasiones. Aunque parte de nuestra tecnología sí se ve afectada.

Por ello, los operadores de plantas de energía (y responsables del tendido eléctrico de alta tensión), así como los operadores de satélites, deben tomar medidas para evitar cortes en el servicio. Una tormenta solar puede provocar sobrecargas e inestabilidad en esas líneas eléctricas.

Las de nuestros hogares, sin embargo, están a salvo y no debemos preocuparnos. En cuanto a satélites, las tormentas solares pueden impactar, temporalmente, en la disponibilidad de servicios como Internet por satélite (con Starlink) o el GPS.

En los próximos meses y años, por tanto, habrá que prestar atención al firmamento y esperar que la meteorología acompañe. No es habitual observar auroras en nuestro país, así que si se vuelve a presentar la oportunidad, no debemos dejarla escapar.