El calor extremo en Europa será mayor por la menor contaminación. ¿Cómo es posible?

A medida que reducimos la contaminación del aire, dejamos de contar con la función de enfriamiento que generan esas partículas en el aire

Mario Picazo

Mario Picazo

Que los veranos en Europa son cada vez más calurosos no es novedad, pero ahora también sabemos que en un futuro podrían serlo más aún a medida que se reduce la concentración de ciertos contaminantes en el aire. Son las conclusiones de un estudio realizado por expertos de la ETH de Zúrich en Suiza que han analizado la situación con detalle. 

Los estudios de cambio climático realizados hasta la fecha con modelos numéricos regionales indican que se ha estado subestimando el aumento de las temperaturas que se espera durante los meses de verano. En ellos no se contempla correctamente la intensificación de la energía solar debido a la reducción de la contaminación del aire.

Aunque sigue siendo elevada la contaminación en muchos lugares del mundo se ha podido reducir cone l consiguiente impacto en la temperatura global. Foto: Unsplash

La contaminación del aire desciende y aumentan las temperaturas

Las predicciones realizadas con modelos climáticos muestran que el futuro de Europa pasa por experimentar un calor más intenso del que se ha estado anunciando durante años. Pero no contemplaban adecuadamente la tendencia de reducción de determinados contaminantes que habitualmente bloquean la radiación de sol

A mayor radiación incidiendo sobre la superficie, mayor es la cantidad de energía que esta absorbe para calentar el aire. Por eso, durante periodos de cielos despejados prolongados, sobre todo en verano, las temperaturas se disparan bien por encima de la media. 

La fuerte contaminación ha funcionado como una especie de «sombrilla» que ha ayudado a enfriar la atmósfera

Si a eso sumamos que la ‘sombrilla’ de la contaminación que nos ha estado echando un cable para enfriar la atmósfera se ha debilitado, el aumento térmico esperado aumenta más aún. Conocer bien cuanto es fundamental para saber que muchos países europeos no habituados al extremo calor del verano planifiquen debidamente como adaptarse y luchar contra las elevadas temperaturas.

Comparando los resultados de un estudio regional y global

Para entender mejor los cambios térmicos que irán llegando y a la vez ahorrar tiempo de ordenador y dinero, los investigadores optaron por hacer estudios regionales de Europa, pero con mayor resolución. Emplear modelos regionales frente a los globales, suele proporcionar información más detallada que permite conocer mejor la magnitud del problema. 

Estos modelos regionales se usan ya en muchos países de Europa para informar a sus respectivos gobiernos de los posibles cambios de temperatura que se pueden registrar en un futuro. Saber con bastante antelación la llegada de periodos más cálidos es muy importante. 

Sin embargo, en estudios de cambio de temperatura realizados entre 2018 y 2022, los modelos globales funcionaron mejor que los regionales a la hora de calcular los cambios. Una explicación es que a los modelos les faltan cambios en los patrones de circulación del aire que están aportando más calor a la región. 

Los modelos regionales subestiman el calentamiento

No solo eso, además la mayoría de los modelos regionales no contemplan el hecho de que la intensidad de la luz solar está aumentando en Europa a medida que disminuyen los niveles de contaminantes del aire. Los pocos modelos que sí tienen en cuenta esto coinciden con el calentamiento observado.

Los modelos regionales están subestimando en 2 grados o más, la magnitud del aumento del calor en Europa para el año 2100. La subestimación de las olas de calor es aún mayor, porque durante las olas de calor suele haber cielos despejados e incluso más sol de lo normal.

Con esto en mente, en un futuro hará falta modificar todos los modelos regionales para tener en cuenta la disminución de la contaminación del aire. Hay estudios recientes que incluso sugieren que el aumento térmico de 2023 con valores históricos podría estar relacionado a la diminución de los niveles de contaminación

Se ha sugerido que la caída de la contaminación del aire es en parte responsable del aumento récord de la temperatura global en el último año, que fue incluso mayor de lo esperado debido al aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero. 

Pese a los hallazgos del equipo de expertos en clima, lo cierto es que el objetivo es seguir reduciendo los niveles de contaminación a nivel global. A pesar de que esa contaminación nos ha estado ayudando a mantener las temperaturas globales más bajas de lo habitual, no hay que olvidar que cada año se cobra la vida de millones. Por eso necesitamos eliminarla y reducir sus concentraciones lo máximo posible.