El campo agoniza ante la falta de agua: las zonas más afectadas
Se están produciendo importantes pérdidas y bajos rendimientos en los cultivos de todo el país.
Redacción
La sequía por falta de lluvias de los últimos meses está dejando un panorama poco esperanzador en la agricultura. En algunas zonas de España no se ha visto caer una gota de agua desde el día 1 de enero. Y es que el tiempo atmosférico reciente ha estado marcado por los anticiclones y la estabilidad.
Estas condiciones meteorológicas no han favorecido las precipitaciones. Un factor que influye y preocupa especialmente al sector primario. «La situación en el campo por la sequía es muy preocupante en todo el territorio nacional. En las zonas más afectadas se puede calificar de panorama agónico», apuntan desde la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) a ElTiempo.es.
¿Cuales son las zonas de agricultura más afectadas por la sequía?
Las zonas más afectadas por la falta de lluvias y la sequía en España en 2023 son la mitad sur y el arco mediterráneo. Estas son las regiones donde la situación es más grave. Cabe destacar que, en general, la situación afecta a todo el país en mayor o menor medida, salvo Galicia.
«Ha llovido muy poco en los últimos meses, y además arrastramos ya varios años de escasez, con lo cual la situación es gravísima en la mayor parte del territorio nacional», recalcan desde UPA.
En el caso de la Comunidad Valenciana, en 2023 apenas está lloviendo. Y a pesar de que de momento no hay restricciones de agua porque las precipitaciones caídas el año pasado. Pero si sigue sin llover puede haber graves consecuencias negativas.
En secano, en cultivos como cereales, olivar o almendro podrían sufrir pérdidas de cosechas debido a la falta de precipitaciones. En regadío, los agricultores tendrían que soportar sobrecostes energéticos para regar sus explotaciones.
Además, «como las lluvias contribuyen a limpiar los árboles, la sequía incentiva los ataques de plagas», detallan desde la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA).
Cultivos y sequía
En cuanto al tipo de cultivos, los de secano, como trigo, cebada o avena necesitan la lluvia para desarrollarse y los registros de precipitaciones han sido mínimos.
«Los cultivos de secano están prácticamente sentenciados en la mitad sur, y agonizando en la mitad norte», inciden desde UPA. Sin embargo, para conocer la afectación real deberán pasar todavía unas semanas.
Por su parte, los cultivos de frutales suelen tener una mejor resistencia a la sequía. Sin embargo, las condiciones de este año son tan anómalas que también muy afectados. «Los cultivos leñosos arrastran varios años de bajas precipitaciones y de intenso calor. Actualmente está en peligro la supervivencia de los árboles», advierte la asociación agraria.
Una situación distinta presentan los cultivos de regadío ya que aguantan mejor. Al menos de momento. No obstante, hay que tener en cuenta que en las zonas más afectadas por la falta de lluvias ya hay restricciones de riego que provocarán pérdidas a los agricultores y menores producciones.
«Los cultivos de secano serán los más afectados pero, si sigue sin llover, todos los cultivos se resentirán. Ya ocurrió la campaña anterior de olivar, que fue bajísima debido a la sequía», añaden.
La relación en la lluvia y la ganadería
Una situación similar podrá darse en el sector ganadero. En concreto, la falta de pastos también puede encarecer los costes de la alimentación animal.
Por ejemplo, en el caso de la ganadería extensiva y semiextensiva se estima que las pérdidas serán millonarias. «Además de adquirir más piensos, estos siguen a precios muy altos, y han de llevar cisternas a sus animales para que puedan beber», inciden desde UPA.
Medidas contra la sequía para la agricultura
Tal es la falta de lluvias y su impacto en la agricultura que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación también reflejó en el BOE la ampliación para recibir subvenciones. Unas medidas urgentes destinadas al apoyo al sector agrario «ante la pérdida de rentabilidad y por causa de la sequía».
«Esta sequía se suma a las de los últimos años, en los que se han sucedido sequías y récords por altas temperaturas, lo que demuestra que el cambio climático es una realidad que ya afecta a nuestra agricultura y ganadería y a toda nuestra cadena alimentaria», apuntan desde UPA.