El invierno se apaga en España: se ha reducido 3 semanas desde 1960

Sabemos que el verano se ha alargado en España desde los años 60, de forma muy notable además, alcanzando el mes de incremento en muchas regiones. No obstante, ¿qué ocurre con el invierno? ¿Existe también alguna tendencia? Los datos indican que, efectivamente, el invierno ha cambiado: su duración se ha reducido en todo España.

Un invierno en formato reducido: la tendencia es generalizada

Sabemos que el número de heladas se ha reducido en amplias zonas del país. En línea con esto, el invierno también muestra una tendencia decreciente, viendo su período reducido y abarcando cada vez menos semanas.

El mapa previo nos muestra cuántos días se ha reducido el invierno desde la década de 1961-1970 hasta la década más reciente (2011-2020). Como se aprecia, hay zonas como Lleida o San Javier (Murcia) donde el invierno se ha reducido 30 o más días.

En el caso de Lleida, por ejemplo, la duración ha pasado de 149 días a 118 días. El inicio se ha retrasado más de una semana, mientras que el final se ha adelantado unas 3 semanas.

Otras muchas regiones muestran también amplios retrocesos, de entre 20 y 30 días. Cuenca, por ejemplo, ha visto su invierno reducido en 28 días. Su inicio ha pasado de 2 de noviembre al 18, mientras que su final ha pasado del 8 de abril al 29 de marzo.

En general, se aprecia cómo en el interior y este del país es donde más se ha reducido el invierno. Por el contrario, en zonas del sur, así como puntos de la meseta norte, la reducción es algo menor. En las Islas Canarias la reducción es acusada en zonas bajas, como Tenerife o Gran Canaria, mientras en Izaña es menor, con una disminución de 6 días.

Tendencia imparable desde los años 20

Si bien la tendencia desde los 60 es clara, podemos remontarnos aún más al pasado. Usando, una vez más, el mismo umbral utilizado previamente (percentil 25 de las temperaturas medias para 1991-2020), y usando los datos de Daroca (1920-2022), podemos observar la evolución de la duración del invierno.

Como se aprecia, en las décadas del siglo pasado era normal que el invierno comenzase al final de octubre o principio de noviembre. En las dos últimas décadas, no obstante, el comienzo se ha retrasado a la segunda quincena de noviembre por norma general.

Lo mismo sucede con el final del invierno, incluso de forma más acusada: si antes finalizaba alrededor de mediados de abril, a día de hoy lo hace a finales de marzo.

El invierno se ha reducido: ¿cómo sabemos qué es invierno? Metodología

¿Qué es el invierno? Es una pregunta compleja, desde el punto de vista de los datos. Desde el punto de vista climático, el invierno es el trimestre diciembre, enero y febrero. Sin embargo, esto no nos sirve para saber cuándo empieza y termina.

Así pues, ¿qué se puede hacer? La solución que hemos planteado para este análisis ha sido utilizar los percentiles. Si ordenamos los datos de menor a mayor, el percentil indica el valor por debajo (o encima) del cual se encuentra un determinado porcentaje de datos.

Así pues, ¿qué percentiles? Para conocer qué es el invierno, hemos establecido el percentil 25 de todas las temperaturas medias para el período 1991-2020 como el valor umbral para considerar invierno (si se está por debajo, lo es). Este cálculo se ha realizado de forma independiente para cada estación.

Una vez conocemos el valor del percentil 25 (P25), calculamos la media de temperaturas medias para cada período de 5 días, considerando +/-2 días respecto al central. Así pues, la primera fecha en la que dicha media es inferior al P25 sería el inicio de invierno. Para el final, es simple: el último día donde la media sea inferior al P25.

Este criterio no es perfecto: ¿qué pasa si tras ese primer día hay un mes sin alcanzarse el umbral? Obviamente, no haría "frío" de invierno.

Sin embargo, hay que establecer algún criterio homogéneo, y considerar el invierno como el período entre el primer y último día es adecuado. Al ser el mismo criterio para todos los años, los errores serán los mismos.