La deforestación del Amazonas cae un 61% desde de enero

El descenso de la deforestación en el Amazonas respecto a enero de 2022 es una gran noticia para una región que se deteriora rápidamente

Mario Picazo

Mario Picazo

Este mes hemos recibido una noticia positiva relacionada con la deforestación. Para ser más concretos, la que experimenta la selva del Amazonas. En enero, la deforestación de esta extensa región selvática de Brasil ha experimentado un descenso del 61% respecto al dato del mismo periodo de 2022. 

Los datos que ha publicado el INPE (Instituto Nacional de Estudios Espaciales) de Brasil, proceden de las imágenes de satélite que obtiene el sistema de monitoreo DETER. En ellas se detecta un total de zona deforestada de unos 167 kilómetros cuadrados, algo equivalente a 22.000 campos de fútbol

El dato, tomado con cautela por lo que supone esa extensa área deforestada en términos de pérdida de biodiversidad y cambio climático, es un paso adelante. En enero de 2022 la extensión deforestada llegó a los 430 kilómetros cuadrados. Un valor bastante superior que hace que el de este año se haya convertido en una noticia positiva.

Amazonas
Enero de 2023 ha visto un descenso acusado de la deforestación en el Amazonas ¿será por la nueva política del presidente Lula?
foto: Unsplash

Cambio de gobierno y cambio de gestión de la amazonia brasileña

El cambio coincide con la llega del nuevo gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, que ha empezado a modificar diferentes aspectos de la gestión de la región del Amazonas

Entre ellos, está la reducción de la deforestación a gran escala. Aún así, durante el mandato del ex-presidente Jair Bolsonaro, hubo dos meses de enero en los que el dato de deforestación fue incluso inferior al registrado este enero de 2023. 

Sin embargo, lo que llama poderosamente la atención, es que durante los años de gobierno de Bolsonaro, de media, la deforestación aumentó un 75% respecto a la década anterior.

El ex-presidente brasileño potenció y mucho la industria de la madera y la agricultura. Todo ello a costa de eliminar grandes extensiones de bosque y selva. 

Lula ha convertido la preservación de la selva del Amazonas en una prioridad de su programa político. l objetivo es preservar el entorno y a la vez a la población, sobre todo indígena, que vive desde hace años en la selva. 

El presidente Lula ha anunciado que su gobierno luchara por alcanzar la deforestación cero en 2030.

En su programa político, recién estrenado, destaca la intención que tiene de reconstruir las agencias gubernamentales encargadas de proteger el medio ambiente. Algo que desmanteló en su día Bolsonaro durante su etapa de presidente y que dejó la selva indefensa ante los interés económicos de algunos sectores.

Lula también ha anunciado que luchará por conseguir que la deforestación llegue a ser cero para el 2030. Algo así como los compromisos de muchos países por alcanzar las cero emisiones de carbono, pero en este caso con la deforestación como punto de acción.

La deforestación puede llevar a este esencial entorno de nuestro planeta a un punto de no retorno. Fuente imagen: Unsplash

El papel fundamental de la selva del Amazonas, uno de los pulmones del planeta

Con una extensión de 5,5 millones de kilómetros cuadrados, la selva del Amazonas juega un papel fundamental regulando el clima del planeta. También lo hace albergando el 10% de las especies de la Tierra. Muchas de ellas en peligro de extinción. 

El Amazonas almacena entre 150.000 y 2000.000 millones de toneladas de carbono. Esa cantidad supone las emisiones de carbono resultantes de la quema de combustibles fósiles durante cinco años. 

También es el hogar de cerca de 30 millones de personas de 350 diferentes grupos étnicos. Esos aspectos convierten a la región en una de las más importantes del continente Americano y del mundo en general.

Los expertos sin embargo llevan ya varios años mencionando que este gran pulmón del planeta se deteriora a un ritmo muy rápido. Con pequeños cambios en el sistema climático de la Tierra se pueden desencadenar otros efectos que impactarían aún más en el clima de la región.

Amazonas
La industria de la madera y la agricultura, son los dos sectores que más impacto han tenido en la Amazonia de Brasil. Foto: Unsplash

El Amazonas se acerca peligrosamente a un punto de no retorno

Talar millones de árboles implica emitir más dióxido de carbono, y a la vez eliminar parte del gran sumidero de ese mismo gas que es el Amazonas. Ese exceso de gas de efecto invernadero calienta el planeta y provoca entre otros fenómenos sequías más intensas. 

Los expertos ya han calculado que al Amazonas solo le quedan 15 o 20 años, para llegar a ese posible punto de no retorno. De producirse, haría que algunas zonas de la región selvática se empezaran a secar sin posibilidad de recuperar su estado anterior. 

Los expertos creen que al Amazonas solo le quedan entre 15 y 20 años antes de alcanzar un punto de no retorno

Un dato llamativo es que en agosto y septiembre, las temperaturas del sudeste de la región,  ya han aumentado 3.21ºC en 40 años. Esa tendencia de temperaturas más altas, sumado a la cada vez más frecuente escasez de lluvias, está reconvirtiendo algunas zonas de la selva del Amazonas. 

El problema es que a parte del deterioro del entorno, hay que pensar que cuanta menos vegetación tenga la selva, más dióxido de carbono devolveremos a la atmósfera. Eso implicaría una aceleración sin precedentes del calentamiento global con importantes impactos en muchas regiones debido sobre todo a fenómenos meteorológicos más extremos.